Los tres madrileños que han hecho famoso el bar de un pueblo de Salamanca antes de haber abierto
Roberto, José Luis y Yenni, tres amigos, se quedan el bar-restaurante y la casa rural de Monleón, un municipio amurallado y con castillo, donde pagarán 92 euros al mes por todo
Lo que empezó siendo una locura se ha convertido ya en al «extraterrestre». Así lo considera la alcaldesa de Monleón, un pequeño pueblo amurallo de Salamanca, al que un anuncio para reabrir su bar ha puesto en el mapa, nunca mejor dicho. Alejado de las rutas típicas de turismo, el municipio tiene un casco histórico medieval fabuloso coronado por un gran castillo (habitado), pero los 70 vecinos habituales se habían quedado sin bar. Hasta que una publicidad viral lo ha puesto todo patas arriba.
Los 'culpables' son Roberto Guillén, José Luis López y Yenni Rodríguez, tres amigos madrileños que han decidido dar un cambio total a su vida y mudarse al municipio para reabrir el bar y restaurante y, de paso, quedarse con la gestión de la casa rural. Va todo en un paquete, licitado en un concurso público abierto por el propio Ayuntamiento de Monleón y que llegó con sorpresa.
Es habitual que los bares de pueblo de la provincia busquen persona para abrir y no dejar a los vecinos sin este servicio esencial. Así ocurrió hace algo más de un año cuando se anunció este mismo bar, por idénticas condiciones y precio. Entonces se lo quedó una familia que ahora lo dejaba y se volvió a abrir el concurso. Y lo que ha ocurrido se sale de lo normal.
Como explicó hace unos días la alcaldesa, Susana Moya, a este periódico lo que se produjo fue una avalancha de interés en forma de miles de comentarios, llamadas y 'likes' en un portal especializado de la provincia en buscar relevo generacional para los negocios.
Alojado en la plataforma Negocio Rural, el premiado banco de negocios de las sierras salmantinas para conseguir relevo generacional a bares, comercios e industrias, tenía más de 3.000 'likes' en Facebook, 591 comentarios y se compartió 1.100 veces. Ha sido su anuncio más visto.
«Ha sido una locura. Llamaba gente preguntando si era una broma o un timo. Ha llamado gente de Cuba, lo pusieron en una web en Chile... llamadas a la 1 de la madrugada, a todas horas», relata Susana Moya, alcaldesa del municipio desde hace dos meses.
Ella atendió personalmente todas las llamadas y envió la documentación a más de 400 aspiratnes. Tras el aluvión de llamadas, 41 personas presentaron los papeles para el concurso. Todas y cada una de ellas fueron asesoradas por la alcaldesa y pasaron a un proceso en el que se ha implicado todo el pueblo. La mesa de contratación que iba a decidir quién se lo llevaba estaba formada por la corporación y el secretario y se dio entrada a varios vecinos, que se han implicado a fondo «enseñando el bar o la casa rural al que venía».
Detrás de cada sobre había una historia «que nos ha llegado al corazón». «Para muchos, venir a Monleón era una apuesta para un proyecto de vida, algunos me decían que reabrir el bar era su única opción de tener una vivenda digna», recuerda la alcaldesa ahora, con el contrato ya adjudicado y a punto de iniciarse. ¿Final de la historia? Pues no.
Interés viral
La publicación de la historia en este medio y su seguimiento a nivel nacional en una agencia de noticias ha derivado en publicaciones en otros medios digitales que han multiplicado el interés de la historia. La alcaldesa ha recibido una nueva oleada de interés al conocerse quién y por cuánto se lo llevaba. «Está siendo alucinante», reconoce muy sorprendida y agradecida.
Los nuevos titulares son tres chicos de Madrid que querían una vida en el mundo rural y que se ocuparán del bar, reabrirán el restaurante con una nueva oferta gastronómica y gestionarán las casa rural.
«El tema arquitectónico del pueblo nos llamó mucho la atención, no es un pueblo pequeño como tantos, tiene el castillo, la muralla, el verraco, y eso sumado a la casa rural; si no se dieran estos dos factores seguramente no nos hubiéramos lanzado», explica Roberto, algo abrumado por la situación.
Van a pagar 92 euros al mes por todo, incluyendo vivienda, algo que ha sorprendido, aunque han pagado el precio base de la licitació tanto para el bar como para la casa rural.
Su idea es abrir ya, esta semana, empezar a conocer a la gente del pueblo y a trabajar en una época difícil como es el invierno. La alcaldesa y todo el municipio quieren que se queden mucho tiempo. De momento, el bar ya se ha hecho famoso sin siquiera haber abierto sus puertas.
