El valioso tren histórico que llegará a Salamanca en viaje desde Portugal

El tren histórico que recorre el Duero desde Oporto llegará a la frontera con Salamanca como parte de un plan para ampliar su recorrido que ha puesto en marcha la administración lusa. El tren, que une la capital portuguesa con Pocinho, se detendrá en unos años en la estación de Barca d'Alva, a unos cientos de metros de la línea fronteriza, ya en pleno parque natural de Arribes del Duero, pero no podrá tener continuidad por la provincia y hacia Salamanca.

La decisión es firme una vez el consejo de Ministros ha aprobado el Plan Ferroviario Nacional, un documento en el que trabaja desde hace años, heredado del gobierno de Antonio Costa, y que incluye los principales proyectos que tienen que ver con Salamanca y con la conexión ferroviaria entre España y Portugal, reducida ahora prácticamente a la línea entre Oporto y Vigo y sin viajes directos entre las capitales lusas y Madrid. Además de la línea de la Beira Alta y la nueva alta velocidad Aveiro-Vilar Formoso, el plan incuye la ampliación de la línea turística más prometedora de Portugal.

Se trata de la línea del Duero, que une varios enclaves patrimonio de la Humanidad y que sumaría uno más al incluir Salamanca y unirse en la provincia a reservas naturales. La continuidad del tren, que ahora se detiene en Barca d'Alva, dio su primer paso en febrero de 2024 cuando se abrió la contratación de estudios para llegar con un tren eléctrico hasta la misma frontera salmantina, algo que podría ocurrir en torno a 2030.

Los trabajos previos se contrataron por algo más de 4 millones de euros y un plazo de dos años. Se espera que para 2027 tenga proyecto y también declaraciones ambientales, que se haya licitado y puedan empezar las obras, presupuestadas en unos 75 millones. El trayecto previsto es el que figura bajo estas líneas, con el trazado en color verde.

Este tramo, de 28 kilómetros, está cerrado desde hace años y es el que impide que los trenes de pasajeros y el conocido tren turístico lleguen hasta el andén de Barca. El proyecto portugués contempla electrificarlo y dotarlo de nueva tecnología GSM-R, la que se usa también en España para líneas convencionales modernizadas.

Esta línea la transitan trenes de servicio público convencional y otros de carácter histórico, como el que hace a partir de junio el recorrido entre Regua y Pocinho.

Además, Comboios de Portugal, la Renfe lusa, adjudicó la adquisición de locomotoras híbridas que pueden circular tanto a tracción diésel como con tensión eléctrica, tomada de las catenarias, lo que permite circular por tramos ya electrificados y por los que no, que es lo que puede pasar en esta línea hasta que se acaben las obras.

Esta línea recorre un paisaje único a lo largo del curso del Duero que une la ciudad de Oporto, el Alto Douro Vinhateiro y el Valle del Côa, conocido por sus yacimientos. El tren une estos tres lugares en un viaje desde Oporto hasta Pocinho que se hace en convoyes antiguos y que ahora se quiere prolongar hasta Barca d'Alva.

Esta localidad es fronteriza con Salamanca, de hecho, basta cruzar el puente internacional para entrar en tierras salmantinas. Lo primero que se encuentra es el muell de Vega Terrón, una infraestructura infrautilizada en la que hace unas semanas se hundió un barco.

Sin embargo, el tren no podrá seguir camino y unir Oporto, el Duero y el valle del Côa con el parque natural de Arribes, el yacimiento de Siega Verde y Salamanca, ciudad Patrimonio de la Humanidad, ya que la línea se interrumpe en el lado español. Tendría que hacerlo por el tramo del antiguo tren de la Fregeneda, que dejó de funcionar en 1985 y que hace unos años fue convertido con éxito en itinerario peatonal, el Camino de Hierro.

La antigua línea necesitaría de una inversión enorme para actualizar la infraestructura, compuesta por numerosos puentes de hierro y túneles, por los que difícilmente podrían circular trenes.

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