Borrar
Las noticias imprescindibles de Salamanca este jueves 4 de diciembre
El Investigador del IBFG, Narciso Martín Quijada. USAL

La USAL participa en un estudio europeo para frenar la resistencia a antibióticos desde la cadena alimentaria

El trabajo, coordinado por el investigador Narciso Martín Quijada del IBFG, analiza más de 2.000 muestras de la cadena alimentaria y revela la amplia presencia de genes de resistencia bacteriana en alimentos y superficies industriales

Martes, 5 de agosto 2025, 16:46

Comenta

El Instituto de Biología Funcional y Genómica (IBFG), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Salamanca (USAL), ha contribuido a un importante estudio internacional que revela cómo los alimentos y sus entornos de producción actúan como reservorios de genes de resistencia a antibióticos. Los resultados, publicados en la revista científica 'Nature Microbiology', ofrecen una visión sin precedentes del resistoma alimentario, el conjunto de genes que confieren resistencia a las bacterias, en Europa.

El trabajo forma parte del proyecto europeo MASTER (Microbiome Applications for Sustainable food systems through Technologies and EnteRprise), y ha sido coordinado por los profesores Avelino Álvarez Ordóñez y José Francisco Cobo Díaz, de la Universidad de León, junto con Narciso Martín Quijada, investigador del IBFG (CSIC-USAL) y antiguo miembro del centro austríaco FFoQSI GmbH.

El equipo analizó, mediante técnicas de secuenciación metagenómica, más de 2.000 muestras procedentes de alimentos como leche, carne, pescado, queso y vegetales, así como de superficies y utensilios de más de 100 empresas alimentarias europeas, incluidas más de 50 ubicadas tanto en la provincia de León, como en el Principado de Asturias.

La resistencia a los antibióticos, un fenómeno en el que las bacterias desarrollan inmunidad frente a los medicamentos diseñados para eliminarlas, está en aumento y pone en riesgo importantes avances médicos. En este escenario, recientes resultados del proyecto revelan que más del 70% de los genes asociados a esta resistencia están presentes en la cadena alimentaria. Además, una fracción de estos genes resulta especialmente abundante, entre ellos los que confieren resistencia a tetraciclinas, betalactámicos, aminoglucósidos y macrólidos, moléculas clave en el tratamiento de infecciones humanas y animales.

El estudio también identifica a las principales bacterias portadoras de estos genes de resistencia, muchas de las cuales pertenecen al grupo ESKAPEE, conocido por su implicación en infecciones hospitalarias difíciles de tratar, como Escherichia coli, Staphylococcus aureus o Klebsiella pneumoniae. También se detectaron especies menos conocidas pero relevantes, como Staphylococcus equorum y Acinetobacter johnsonii, asociadas a entornos alimentarios e incluso consideradas potencialmente beneficiosas para la producción.

Uno de los hallazgos más relevantes es que cerca del 40% de estos genes están asociados a plásmidos y otros elementos genéticos móviles, lo que incrementa su capacidad para transferirse entre bacterias y, por tanto, el riesgo de propagación de la resistencia.

«El estudio también aporta evidencias sobre cómo ciertos procesos industriales influyen en la presencia y transmisión de estos genes. Por ejemplo, hemos observado que el proceso de maduración de alimentos fermentados cambia drásticamente el contenido del resistoma, desplazando a bacterias presentes en las fases iniciales por otras propias del entorno de producción», explica Narciso Martín Quijada.

Nuevas estrategias de control

Este proyecto abre nuevas vías para diseñar estrategias de control más eficaces, tanto en el uso de antibióticos y desinfectantes en la industria alimentaria como en el desarrollo de políticas que ayuden a frenar el avance de la resistencia antimicrobiana, considerada por la OMS una de las mayores amenazas para la salud global en la actualidad.

En este estudio han colaborado, además del Instituto de Biología Funcional y Genómica (IBFG) y la Universidad de León, instituciones como el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC), el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC), las universidades de Nápoles Federico II y Trento (Italia), la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena (Austria), y los centros de investigación Teagasc (Irlanda) y Matis (Islandia)

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

salamancahoy La USAL participa en un estudio europeo para frenar la resistencia a antibióticos desde la cadena alimentaria

La USAL participa en un estudio europeo para frenar la resistencia a antibióticos desde la cadena alimentaria