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Tienen una pequeña explotación agraria en Aranda de Duero, en la que emprendieron una nueva aventura en 2016 con la plantación de almendros en una zona en la que no suele ser muy habitual. Nacho y Enrique del Cura son primos y junto a sus progenitores comparten las labores en el campo. Siempre habían estado vinculados al viñedo y al cereal por tradición familiar, pero hace seis años decidieron probar con este tipo de producción. En la actualidad, tienen plantadas dos hectáreas, con alrededor de 180 árboles, en diferentes parcelas del término de La Lobera de Aranda.
«Empezamos con media hectárea para probar, animados por unos amigos, los hermanos Granda, que ya habían apostado por los almendros. También conseguíamos dar una salida a estas tierras que son malas para cereal», explican. A partir de ahí, comenzó un periodo de continuo aprendizaje y estudio de la adaptación de este tipo de planta a las características de la zona. «En esta parcela, estamos a casi a 870 metros sobre el nivel del mar. Quizás estamos hablando de algunos de los almendros más altos de España; nos ubicamos en una situación geográfica al límite de poder tener esta plantación, el lugar donde más hay es en La Mancha», explica Nacho.
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En su explotación conviven árboles de las variedades vairo y penta. Estos dos agricultores cuentan que en el proceso de aprendizaje han podido constatar la importancia de apostar por un tipo concreto de planta. «Hemos visto que penta es más rentable porque retrasa la floración unos veinte días. Vairo es más grande la pepita, pero la otra variedad tiene más rendimiento porque la cáscara es más fina y florece más tarde», detalla Enrique. Ahí han encontrado una de las claves fundamentales para el éxito de la plantación, la importancia de la floración tardía para que la producción libre de las heladas.
La producción en los almendros, según Nacho y Enrique, no supone un gran gasto excesivo «quitando la plantación». En esta línea, mantienen que los insumos son baratos, «es agua y un poco de fertilizante, no es como el cereal o la remolacha que gasta más. Además, dejamos cubierta vegetal te ahorras gasoil de estar con el cultivador». Por el contrario, entre los peros de esta apuesta se encuentra el riesgo evidente de la climatología. «El gasto es que si se hiela, la pierdes, y estamos al límite geográficamente».
El boom de la plantación de almendros parece que se ha instalado en los últimos años en nuestro país. «Ha habido un incremento importante de plantaciones, algo que ha provocado que las plantas en vivero escasee. Si buscas una buena planta, te tienes que esperar», explica Enrique, aludiendo al futuro crecimiento de su plantación de almendros. Esa creciente apuesta por los almendros se debe a que el precio del fruto ha subido en los últimos años y España deficitaria en la producción, se consume mucha más almendra de la que se produce.
En el plano de la comercialización, cuentan que las almendras de las cosechas anteriores se han vendido a fruterías de la zona y a un hipermercado. De cara al futuro próximo ya piensan en el siguiente objetivo, conquistar la venta online. «Queremos hacer una página web y vender al por menor, de forma directa».
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