Enrique Herranz | Presidente de la Comunidad de Regantes

SOMOS CAMPO 15 DE MAYO DE 2023

«La recarga del acuífero del Carracillo garantizaría el riego con agua de calidad»

La recarga artificial del acuífero del Carracillo, en la provincia de Segovia, es un proyecto que lleva en marcha desde finales de los años 90, cuando se ejecutó la primera fase. Le siguió otra, en 2005, y ahora se pretende acometer la tercera, tal vez la más polémica, pues pretende llevar agua de riego a aquellos municipios donde no existe acuífero natural. Para ello se realizaría una 'zona almacén' en pinares, desde donde se extraerá el agua y se llevará hasta las parcelas de la zona norte.

En El Carracillo hay dos zonas diferenciadas, tal y como explica el presidente de la Comunidad de Regantes, Enrique Herranz. La primera incluye los pueblos de Gomezserracín, Chatún, Campo y Narros, además de pequeñas partes de Fresneda y Remondo, quienes aprovechan el agua del acuífero que se recarga en invierno con agua del río Cega. La segunda está formada por Sanchonuño, Arroyo, Chañe y gran parte de Fresneda y Remondo, quienes riegan con perforaciones de unos 300 metros, lo que supone un alto coste.

Pero, ¿por qué es tan polémica esta tercera fase? Hernanz señala que la reticencia principal es que la obra comprende una obra de recarga y extracción de agua en una masa de pinar extensa, que incluye pinares de Gomezserracín y pinares públicos del monte Común Grande de las Pegueras. «Siempre ha habido más controversia por eso, por echar el agua en los pinares y después sacarlo», lo que supondrá en invierno subir el nivel freático aproximadamente medio metro y en verano extraerlo.

Durante el proceso se ha pasado una evaluación de impacto ambiental «muy fuerte», y se han estudiado y analizado todos los parámetros. Tanto en la carga como en la extracción se respetarán unos niveles peziométricos marcados por los organismos competentes.

La ejecución de esta obra supondría «garantizar el riego con agua de calidad», puesto que el de las perforaciones actuales tiene un punto de salinidad más alto «y a los cultivos les cuesta más desarrollarse». El agua que llegará del río Cega estará filtrado por la arena del pinar, y contará con ph y conductividad bajos, por lo que «la calidad del agua va a ser mucho mejor para los cultivos», además de tener menor coste para los agricultores.

Zanahoria, puerro, patata y otros hortícolas suponen la mayor superficie de plantación en El Carracillo, zona en la que este año está previsto que se siembren unas 300 hectáreas menos que otros años. «La gente ve cómo tiene los pozos, las perforaciones, es un año seco y se intentará sembrar un poco menos», apunta Hernanz, que señala que por el momento, con las cifras que se manejan, parece que la campaña de riego de este año en la zona puede estar garantizada.

La sequía, de momento, también les ha afectado pues, aunque cuentan con autorización hasta mayo, desde abril no han podido derivar agua del río ya que el Cega no cuenta con los niveles necesarios. «Se marcó un caudal de 1.072 litros por segundo que tenemos que respetar y a partir de ahí derivar. Cuando llega ese punto se corta y no se deriva ni una gota. Además, en ningún caso podemos derivar más del 50% de lo que traiga el río», apunta, destacando los controles que se realizan por parte del Ministerio y la Confederación, que se intensificarán con la nueva fase.

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