El equipo de fútbol de Salamanca de las segundas oportunidades: «Me salvó del alcohol y las drogas»

«A mí la Asociación me salvó del alcohol y las drogas y me ayudó a entender mi enfermedad».

Es una de las respuestas que más se repite entre los miembros del equipo de fútbol sala de salud mental de Salamanca. Son una familia, cada cual con su propia historia, su propia lucha, pero un objetivo compartido: mantenerse sanos, mantenerse estables y el deporte ayuda mucho.

Fran fue diagnosticado de esquizofrenia cuando tenía 18 años, ahora tiene 31 y por fin ha conseguido un equilibrio en su vida. El fútbol no le gusta, no tiene equipo favorito, pero no se pierde un entrenamiento, siempre y cuando el trabajo se lo permita. Sito es el que más calidad muestra, cumple 62 en las próximas semanas y lleva más de media vida formando parte de la asociación. Fue diagnosticado de esquizofrenia crónica cuando apenas tenía 20 años. Jugó al fútbol federado mucho tiempo, ahora lo hace para «despejar la mente».

Santiago va más allá y confiesa que la asociación le cambió la vida, «mucho, muchísimo». «Me encontraba en una etapa de mi vida que no era muy buena, con drogas, con peleas todos los días y me ha servido de terapia. No me pierdo un entrenamiento, me gusta y me viene muy bien hacer deporte. Además estoy con mis amigos», cuenta. A su lado está Jorge, que lleva menos tiempo en la asociación, pero siempre ligado al equipo de fútbol, gracias a los entrenamientos, partidos y torneos es capaz de olvidarse de sus anteriores adicciones y mantener la mente ocupada.

El ambiente es inmejorable, atrayente. El buen rollo impera. Son compañeros de piso, de asociación, de comidas, paseos y equipo. Son compañeros de vida. Carlos, su entrenador, forma parte de la sesión antes de jugar el correspondiente partido de liga de cada martes. Todos le quieren.

«Cada persona tiene su historia, como en cualquier equipo. Lamentablemente, la mayor parte de ellos han tenido una vida dura y cuando te cuentan su experiencia... no nos las llegamos a imaginar. Pero siempre normalidad, todos somos iguales. Como entrenador, yo siempre escucho, tengo una relación de tú a tú. Hay días que necesitan entrenar y otros hablar», explica.

Sobre las posibilidades del deporte. «Estar aquí les ayuda a moverse, a despejar la mente, salen de casa, cogen rutina y socializan. Además, se motivan por las dos ligas en las que participamos. Una a nivel de la ciudad, la liga intercentros, todos los martes a las 12:30 h. en el Charro, y una a nivel regional, en la que nos enfrentamos con Salud Mental Ávila, Salud Mental León...».

El pasado fin de semana 8 y 9 de noviembre, arrancó una edición más de la liga regional de fútbol sala integrada por personas con problemas de salud mental, que por primera vez se disputa en un único grupo bajo el sistema «todos contra todos». Su principal objetivo es el del «fomento de hábitos de vida saludable y la práctica regular, además de favorecer la integración social y las relaciones personales entre las personas con problemas de salud mental».

Asimismo, siguiendo los valores principales de esta actividad, la competición volverá a incluir la Tarjeta Verde, un reconocimiento a la deportividad que se entregará a una persona destacada de cada equipo durante la jornada final. También se reconocerá al equipo con mayor número de deportistas femeninas, reforzando así el compromiso de la Federación con la igualdad y la participación de las mujeres en el deporte.

Los equipos participantes en esta temporada serán Salud Mental Aranda FC, Salud Mental Burgos, Rayo Palencia, Amanecer Segovia FC, Faema Salud Mental Ávila,Salud Mental León, Salud Mental Salamanca Afemc, El Puente Salud Mental Valladolid y Salud Mental Ponferrada.

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