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Luis Rubiales abraza a Jenni Hermoso tras la final del Mundial femenino. Foto: Hannah Mckay (Reuters) | Vídeo: EP

La Fiscalía se querella contra Rubiales por agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso

La futbolista sufrió tras el beso no consentido «una situación de hostigamiento, en contra del desarrollo de su vida en paz, tranquilidad y libremente»

Amador Gómez

Madrid

Viernes, 8 de septiembre 2023, 13:36

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Tres días después de que Jenni Hermoso prestase declaración y denunciase formalmente a Luis Rubiales por su beso no consentido tras la final del Mundial femenino, la Fiscalía presentó este viernes en la Audiencia Nacional la anunciada querella contra el presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF). La Fiscalía se ha querellado contra Rubiales por un delito de presunta agresión sexual y otro de coacciones a Jenni Hermoso, y el dirigente granadino, inhabilitado por la FIFA durante 90 días, se expone a una condena de entre uno y cuatro años de cárcel, sustituible en su grado mínimo por una multa.

La teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, refleja en la querella el acto cometido por Luis Rubiales, «consistente en dar un beso en la boca, mientras agarra con las dos manos la cabeza de Jenni Hermoso, sin el consentimiento de esta». También que, «inmediatamente a este hecho, la jugadora, así como su entorno más próximo (familia y amistades) sufrió una presión constante y reiterada por parte del señor Rubiales y el entorno profesional de este, con la finalidad de que, públicamente, justificara y aprobara el acto cometido contra su voluntad». La Fiscalía destaca que la futbolista madrileña sufrió «una situación de hostigamiento, en contra del desarrollo de su vida en paz, tranquilidad y libremente».

El Ministerio Público solicita que se tome declaración en condición de imputado a Luis Rubiales y a Jenni Hermoso como víctima y «que se recabe de las autoridades australianas, a través de los instrumentos legales correspondientes (Tratado de asistencia mutua en materia penal entre el Reino de España y Australia, hecho en Madrid el 3 de julio de 1989) acerca de la tipificación en sus normas sustantivas penales de los delitos contra la libertad sexual». Jenni Hermoso no ha denunciado los hechos objeto de la querella en el país donde tuvieron lugar el pasado 20 de agosto, durante la ceremonia de entrega de medallas de la final del Mundial disputada en Sídney.

El hecho de que la actitud de Rubiales sea constitutiva de delito en Australia es un requisito previsto en la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) para que los tribunales españoles investiguen los delitos cometidos en el extranjero si sus autores son españoles. Los actos cometidos por Rubiales deben ser «punibles en el lugar de ejecución, salvo que, en virtud de un Tratado internacional o de un acto normativo de una organización internacional de la que España sea parte, no resulte necesario dicho requisito».

La Fiscalía subraya en su querella el Convenio de Estambul de lucha contra la violencia contra la mujer, «a través del cual España asumió el compromiso de proteger a las mujeres contra todas las formas de violencia, y prevenir, perseguir y eliminar la violencia contra la mujer».

«Situación de superioridad»

El Ministerio Fiscal estima que el beso de Rubiales a Jenni Hermoso es constitutivo de un delito de agresión sexual previsto y penado en el artículo 178 del Código Penal (castigado de uno a cuatro años de prisión) y su comportamiento posterior de acoso a la futbolista debe considerarse como un delito de coacciones según el artículo 172 (penado con entre seis meses y tres años de cárcel). En el Código Penal que reformaron los delitos contra la libertad sexual en la polémica ley del solo sí es sí se incluyeron los besos en la boca entre los «actos merecedores de reproche penal».

«Será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años, como responsable de agresión sexual, el que realice cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento. Solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona», establece el Código Penal. «Se consideran en todo caso agresión sexual los actos de contenido sexual que se realicen empleando violencia, intimidación o abuso de una situación de superioridad o vulnerabilidad de la víctima», añade la legislación española. Luis Rubiales insiste en que el beso fue consentido, al manifestar que la futbolista de la selección española contestó afirmativamente cuando él le pidió «un piquito».

Tras el paso dado por la Fiscalía, el juzgado de la Audiencia Nacional sobre el que ha recaído la querella decidirá si abre o no un procedimiento penal contra Rubiales. La investigación la asumirá el Juzgado Central de Instrucción 1, cuyo titular es el magistrado Francisco de Jorge. Rubiales también tiene abierto un expediente en el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) por dos infracciones «graves», por su beso forzado a Jenni Hermoso y por tocarse los genitales en el palco de autoridades del estadio Australia de Sídney junto a la reina Letizia y la infanta Sofía.

«Sentí rabia; fue lamentable todo lo que sucedió», reconoce Pau Gasol

«Sentí rabia en ese momento. Fue lamentable todo lo que sucedió», reconoció este viernes Pau Gasol en alusión al beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso y al comportamiento anterior y posterior del presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF). «Era un momento muy bonito e histórico para nuestra selección por quedar campeona del mundo y de pronto todos los titulares se dirigieron hacia las acciones del presidente de la Federación. Me afectó de manera muy negativa», lamentó la leyenda del deporte español en Manila, durante la presentación oficial del Mundial femenino de baloncesto que se disputará en Alemania en 2026.

«Esperaba, obviamente, que se pudieran tomar ciertas medidas y que Rubiales aceptara su responsabilidad, que admitiera 'me he equivocado, lo lamento', porque al final está en una posición de responsabilidad, de liderazgo y de representación del país», subrayó el exjugador catalán, para quien el escándalo «va más allá del deporte, porque es una cuestión de valores humanos, valores de sociedad y valores de país». «La imagen que en ese momento tendría que ser de orgullo, de exaltación, fue un poco una imagen de vergüenza», reconoció Pau Gasol. «Fue difícil experimentar eso, ver cómo le arrebataban ese momento de alegría y felicidad. Fue un gran desafío y todavía estamos lidiando con ello. Como presidente de la Federación, deberías saberlo mejor», lanzó el campeón del mundo.

«Es el momento de dar el apoyo a Jenni, al fútbol y al deporte femenino, a la figura de la mujer, y a partir de ahí esperas que los organismos en cargo tomen las decisiones que necesitan tomar por el bien de, en este caso, no solo el deporte», concluyó el mayor de los Gasol, uno de los primeros deportistas españoles que lamentaron las actitudes de Rubiales a través de las redes sociales.

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