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Uno es ya veterano en la selección española, con mando en plaza y galones para Luis Enrique. Otro, uno de los jóvenes sin apenas recorrido ante su primer gran torneo de combinados nacionales y con la ilusión por bandera. Koke y Hugo Guillamón son las dos caras de la moneda en La Roja, la veteranía y la juventud con las que Luis Enrique pretende abordar desde su sello personal el reto del Mundial de Qatar, que comienza el miércoles 23 de noviembre ante Costa Rica.
Lo cierto es que tanto el centrocampista del Atlético como el polivalente jugador del Valencia vivieron con incertidumbre los días previos a la lista del seleccionador español. La lesión muscular del primero, que le llevó a apurar los plazos de recuperación al máximo, y la competencia en la defensa en el caso del segundo dejaron sus convocatorias en duda hasta el último momento. Es por ello que la ilusión se reflejaba en las caras del colchonero y el valencianista justo antes de la última sesión de entrenamiento previa al viaje a Jordania, parada intermedia para el último test de preparación previo al Mundial antes del desembarco en Catar.
«Se me pasaron muchísimas cosas por la cabeza, contando los días para el inicio del Mundial. Hice muchísimas sesiones para poder llegar y estar en la lista si el seleccionador quería que fuera convocado», rememoró Koke respecto a la incertidumbre que rodeó su convocatoria. Es un fijo para Luis Enrique pero su estado físico amenazó por momentos la tercera experiencia mundialista de su carrera.
Desde su condición de veterano experimentado, Koke analiza con optimismo el grupo de 26 futbolistas, consciente de la ausencia de estrellas rutilantes pero también confiado en las virtudes corales por encima de las individuales. «La fortaleza de este equipo siempre ha sido el colectivo. Hay jugadores de mucho nivel pero la fuerza está en el grupo. Obviamente hay partidos que los pueden ganar las individualidades, pero los campeonatos largos los ganan los equipos», defendió en consonancia con el discurso habitual de su entrenador.
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En el vestuario español no se hacen cábalas sobre posibles cruces de eliminatorias en función de la clasificación en el grupo y los internacionales españoles prefieren ir partido a partido, en consonancia con la filosofía cholista que tanto ha interiorizado Koke en el Atlético, donde ya presume de ser el futbolista con más partidos con la camiseta rojiblanca. «Primero vamos a jugar el partido contra Costa Rica y a ganar. Nuestro objetivo es ganar los tres partidos y no mirar posibles cruces», defendió, a pesar de que un primer puesto llevaría a España a medirse contra la poderosa Brasil en cuartos de final si es que la 'canarinha' también es la mejor de su grupo.
Testigo directo de los fiascos en los Mundiales de Rusia 2018 y Brasil 2014, Koke prefiere ir paso a paso aunque también saca pecho por aquellos equipos que no pudieron seguir la brillante estela de la época dorada. «Cada grupo es diferente por la personalidad de los diferentes jugadores. En Brasil y Rusia también había buenos grupos», recalcó.
Frente a los dos Mundiales y los 67 partidos internacionales de Koke, Guillamón apenas suma tres duelos con la selección española. Es parte de la nueva camada reclutada por Luis Enrique para dotar de energía a uno de los equipos más jóvenes del Mundial. «Los mayores debemos ayudar a los más jóvenes cuando llegan este tipo de citas. Cuanto más unidos estemos más fácil será salir de las situaciones complicadas», defendió el centrocampista colchonero, asumiendo el papel de guía para los noveles.
«Los jóvenes podemos aportar esa vitalidad y esas ganas de comernos el mundo», aseguró por su parte Guillamón, que todavía compagina el balón y las botas con los complejos manuales de Ingeniería Biomédica, la carrera universitaria que compatibiliza con el fútbol haciendo encaje de bolillos. «El tema de la universidad siempre lo he llevado con normalidad, en mi casa siempre me inculcaron que estudiase además de jugar al fútbol y lo llevo al día», explica con naturalidad, como si fuera sencillo, aunque reconociendo que en Catar lo del césped tendrá prioridad sobre los apuntes.
El defensa y también mediocampista del Valencia demuestra personalidad asumiendo el peso del dorsal '15' que Sergio Ramos hizo leyenda en la selección española: «Es un dorsal que me gusta, que llevé en mi primer año en el Valencia. Sergio es un referente, yo crecí fijándome en lo que hacía. Era uno de los últimos números para elegir y me quedé con él».
«Intentaré sumar en la posición en la que toque jugar y luego ya el entrenador decidirá», añadió a continuación en relación a su versatilidad, una de las virtudes que han decantado la balanza de Luis Enrique en su favor. «Es una forma de acercarse a la gente y creo que gustará», valoró por último sobre el estreno del seleccionador español como 'streamer', un vídeo en el que el entrenador asturiano anunció que irá contando detalles del Mundial desde dentro a través de algunos directos.
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