El latido del deporte en Salamanca
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Empezamos por el final.
«Esto es mi vida, aunque tenga que arrastrar los pies seguiré corriendo».
Con esta frase despedía la entrevista Valentín, salmantino de 83 años, que inaugura una nueva sección en Salamancahoy: 'El latido del deporte en Salamanca'. Un apartado reservado para esos deportistas anónimos, esas historias todavía por contar, todos los ejemplos de superación que recorren calles, canchas, estadios o pistas. Noticias que todavía no han visto la luz.
Ha recorrido más de 5.000 kilómetros en competición y asegura, más de medio mundo solo en entrenamientos, pero nunca llegará a considerarse importante, tampoco un atleta de renombre o con prestigio, simplemente un aficionado a correr, que ve en el ejercicio una forma de vida saludable. Cualquiera diría que sus piernas tienen más de 83 años y que su forma de correr es la de un hombre entrado en años; se expresa con confianza y asume el reto de la vejez de manera extraordinaria.
Acudimos a su lugar de entrenamiento. Zapatillas en los pies, pantalón corto y camiseta del equipo. Lleva desde los 18 años con una rutina similar. A los 20 decidió parar de correr y volvió a los 30. Ya no ha parado. «Ahora mismo no estoy metido en competición, no solo interesante. Salgo incluso el último cuando decido apuntarme a alguna carrera, lo hago por disfrute propio», relata.
¿Tiene el deporte edad? «No la tiene. Todo depende de cómo te lo tomes, como todo en la vida. Yo no soy profesional, soy popular. Practico ejercicio porque siempre me ha venido muy bien, física y mentalmente. Todavía me preguntan que qué hago corriendo y mi respuesta es siempre la misma: voy a seguir haciéndolo», explica el corredor del club Bedunia, quien tiene fechado su próximo compromiso en la Carrera Contra la Violencia de Género.
«¡Eh! Pero que yo no compito», nos recuerda. «Cuando llegue, llegué, no me importa quedar el último. El cuerpo es el cuerpo y va en decadencia. Y mientras que otros deciden cambiar de deporte, yo en lo que pueda he decidido seguir, aunque sea pasito a pasito. Lo tengo clarísimo. Vas viendo que tienes menos facultades. He pasado de correr una media maratón -21 kilómetros- en una 1 hora y 10 minutos a 2 horas. Pero es así, hay que seguir luchando».
Y tiene otra clara: «No quiero ser dependiente. No quiero sentarme en el salón por las tardes y ver la televisión. Quiero tener total independencia y de forma indirecta dar vida a mis hijos».
«He hecho muchísimas, muchísimas carreras, diría que hasta los 70 años más o menos, llevaba 5.000 kilómetros en competición. Han pasado 13 años... (risas)». Entre sus carreras más recordadas, 100 kilómetros en 24 horas. «Llegué reventado, salpicando sangre, pero la satisfacción fue enorme», confiesa.
¿Se pueden contar los kilómetros? «No se pueden contar... Diría que si me pongo a contar he dado más de media vuelta al mundo. Igual he llegado a correr 80 medias maratones y te puedo decir que he ganado mucho, pero... aunque no haya competido durante tiempo, lo importante es seguir corriendo», responde.
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¿Y dónde encuentra la motivación? «El atletismo me ha dado muchos, muchos, beneficios y mientras que sea así seguiré corriendo. Aunque tenga arrastrar los pies, seguiré. Esto es mi vida».
Él ha sido el primer latido, «y que siga latiendo», finaliza la frase.
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