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Quizá nadie en España genera tanto cariño y es unánimemente tan apreciado como Rafa Nadal, el tipo perfecto, el hijo con el que un padre siempre soñó, el padre ejemplar, el yerno ideal, el marido extraordinario y el paradigma de lo que representan los valores del deporte. Se trata del personaje público al que jamás se le escuchó una declaración altisonante, el compañero ideal cuando se compite por equipos en la Copa Davis y hasta el inquilino más carismático en el palco del Santiago Bernabéu cuando de una gran cita continental de su Real Madrid del alma se trata.
No hay mejor adiós posible. La final de la Copa Davis, del 19 al 24 de noviembre en Málaga, será el último torneo del tenista manacorense, la competición que cerrará su círculo. Como el propio tenista manifesta en el vídeo en el que da a conocer su adiós, fue muy feliz con el éxito en la Davis de Sevilla de 2004 con el que asombró al universo. Y es que defender a su país, ya fuera en el torneo de la Ensaladera de Plata o en los Juegos Olímpicos, representó siempre una motivación extra, una fuente inagotable de orgullo.
Gracias a una trayectoria majestuosa, a su capacidad de sacrificio y a un palmarés asombroso, Nadal ha estado en boca de todos siempre a pesar de su timidez. El sinfín de lesiones que le han maltratado, han golpeado también los aficionados. A partir ahora, el pundonor y la garra del tenista ya no se verán en las pistas y su vida se focalizará en sus negocios y su familia, que creció en octubre de 2022 con la llegada de Rafael, el primer hijo del balear y su esposa, Mery Perelló.
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Óscar Bellot
Rafa siempre se caracterizó por guardar celosamente su vida privada y alejar a sus seres queridos de los medios de comunicación. El lado más personal de Nadal trascendió cuando apareció por primera vez con Mery Perelló, su novia de toda la vida, su esposa y una de las personas más importantes de su vida. Mery apareció cuando Nadal alcanzó por primera vez el cielo de París tras levantar el título de Roland Garros, allá por el 2005.
Desde entonces, la manacorense se convirtió en una asidua de las gradas para apoyar a Nadal a lo largo de los torneos que jalonan circuito ATP. Era habitual verla sentada al lado de la madre del tenista, Ana María Parera, y su hermana, Maribel Nadal. Y, desde hacía poco, ya con el pequeño Rafael en sus brazos.
La pareja, afincada en una zona exclusiva de Porto Cristo, selló su amor en octubre de 2019 tras 17 años de relación con una boda por todo lo alto en La Fortaleza, idílico enclave situado en Pollença (Mallorca) conocido por haber sido el también el lugar elegido para casarse de otros rostros conocidos.
Pese a los problemas durante el embarazo, su primer hijo le cambió la vida por completo. Todo quedó en un susto, pero desde ese momento, desde esa semana 31 de gestación, Rafa valoró aún más los aspectos más importantes de la vida. «He pasado momentos difíciles físicos y momentos complicados en el embarazo de mi esposa», aseguró durante una rueda de prensa.
Desde que es padre, el tenis ya no fue lo más importante de su vida. Dado que Mery Perelló posee una excelente formación académida, con estudios de Dirección y Administración de Empresas junto con Economía en la Universidad de las Islas Baleares, se ha convertido en pieza clave de la Fundación Rafa Nadal. Ahí, el deporte y la educación son los vehículos para garantizar la integración y el desarrollo personal de los niños y jóvenes. Una labor de integración social encomiable.
En realidad, toda su familia está muy vinculada al deporte. Sebastián y Ana María, sus padres, siempre fueron un apoyo básico para Rafa. Maribel, su hermana y talismán, fue otro de sus grandes pilares en los que se sustentó cuando sus progenitores se separaron. Sus tíos Toni Nadal, su exigente entrenador y faro en casi toda su trayectoria, y el exfutbolista azulgrana Miguel Ángel Nadal, también le marcaron.
Le encanta el mar y cuando no compite suele perderse con su lujosa embarcación por las aguas cristalinas del Mediterráneo. Gran aficionado al golf, disciplina que practica durante sus vacaciones, y también al fútbol. Aunque su tío jugó y triunfó en el Barça, Rafa es seguidor del Real Mallorca, el equipo de su tierra, pero sobre todo hincha del Real Madrid. Incluso en alguna ocasión ha deslizado que le encantaría ser el presidente del club más laureado del mundo.
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