Rabadán despierta de la siesta del empate a Unionistas para lograr tres puntazos

Inmejorable resultado para afrontar la fiesta del miércoles en la Copa del Rey ante el Rayo Vallecano. Unionistas consiguió un valioso triunfo ante el Barakaldo este sábado en el Reina Sofía gracias un gol de David Rabadán, que culminó una gran jugada del conjunto charro por la izquierda a pocos minutos del final del duelo. Un partido espeso en su segunda parte, especialmente, después de varias ocasiones claras en la primera, que se desarrolló como últimamente ocurre en los encuentros blanquinegros: con seguridad atrás, no sin problemas, alguna ocasión clara, y un tanto certero que sirve para despertar del letargo de los empates (nueve) esta temporada. 21 puntos para los de Dani Llácer que, a falta de tres partidos para la Navidad y el parón, saben muy bien después de no convertir en victoria tres partidos seguidos. El miércoles, el Rayo.

Dani Llácer mantuvo en el once inicial a Mikel Serrano en la zaga junto a Ramiro, con Aitor Pascual y Vergés en los costados ante la ausencia (por molestias durante la semana) de Imanol Baz; además, Jordi Tur e Iñaki González formaron en el inicio del partido como dupla en el centro del campo, con Rastrojo por la derecha y Pau por la izquierda.

Empezó mordiendo y apretando el equipo salmantino, con un par de centros peligrosos de Jorge Rastrojo y con mucho dominio territorial en el comienzo del duelo, acudiendo a la presión sobre el Basrakaldo para impedirle jugar el esférico. Sannadi tuvo la primera para los vascos en el minuto 5, con un lanzamiento desde la frontal del área que atajó Iván Martínez sin problemas.

Ese fue el detonante para que el conjunto de Imanol de la Sota tuviera más control del balón, después del buen comienzo dominador de Unionistas de Salamanca. No obstante, los salmantinos tenían en Jordi Tur y Pau Martínez a dos buenos filones en la lucha en el centro del campo y en la creación de ocasiones o acercamientos sobre el área de Unai Pérez; el Barakaldo mandó otro balón fuera de la portería por parte de Pablo Santiago, y es que los vascos llevaban peligro sobre la zona defendida por los charros con poco.

Respondió Unionistas con un disparo fuera de Pau Martínez, también desde el borde del área tras una gran jugada de Gorka Santamaría. Sannadi y Mikel Serrano se enzarzaron en una pequeña tangana que no pasó a mayores, en unos minutos de tanteo entre los dos equipos. Con la comida en el estómago y el horario del encuentro, Unionistas despertó a los aficionados del letargo con dos grandes oportunidades de gol que a punto estuvieron de convertirse en tanto: dos chilenas casi consecutivas, la primera de Rastrojo y la segunda de Gorka tras un centro, precisamente, de Rastrojo. La del 22 de Unionistas impactó directamente en la cruceta del fondo oeste, con toda la hinchada blanca y negra animando.

Se puso bonito el encuentro. Pablo Santiago volvió a tirar desde fuera del área para incomodar a Iván Martínez, sin consecuencias.

Tras el intercambio de golpes, los dos equipos se disputaron el esférico en el centro del campo sin que pasara nada destacable en ninguna de las dos áreas; Dani Llácer se mantenía activo ordenando a los suyos, muy rectos atrás y guardando perfectamente la ropa, sin sufrir atrás. No había dominador claro, aunque las oportunidades más clamorosas fueron de Unionistas, como la sucedida en el minuto 43: un centro de Santamaría para De la Nava, después de la recuperación del charro, estuvo a punto de convertirlo en gol Jordi Tur con su disparo que taponó el meta visitante. Ahí murió la primera parte, sin tiempo añadido de Pastoriza Iglesias.

Los segundos 45 minutos comenzaron de la misma forma que la primera parte concluyó, con mucha igualdad pero sin oportunidades contundentes. Cierto es que el Barakaldo dispuso de tres faltas en la zona de tres cuartos de campo que acabaron con las tarjetas amarillas para Aitor Pascual y para Mikel Serrano, dos zagueros. Pisó más área, en el comienzo del segundo período, el Barakaldo que el equipo charro, quien no incomodó a Unai Pérez en los primeros quince minutos inertes de la segunda parte.

Llácer tuvo que mover, como es habitual, a sus hombres de banda y a De la Nava para meter más pólvora arriba, con el Barakaldo mejor que el conjunto charro en líneas general. Rastrojo lo intentó pero no tuvo fortuna, Pau estuvo activo en los compases iniciales, y Carlos no brilló como en otros encuentros; Álvaro Gómez e Iván Moreno podían ser, junto a Jonny, la gasolina y la chispa que necesitaba Unionistas.

Un pase filtrado de Sannadi para Pablo Santiago, el hombre más peligroso del Barakaldo, le pudo complicar la vida a Unionistas a través de una contra rápida que, Mikel Serrano, cortó de manera providencial evitando el primer tanto de la tarde. El momento que más encendió a la grada blanquinegra fue una falta sobre Iñaki González, centrocampista charro que se quedó tendido en el césped largo rato sin que Pastoriza Iglesias detuviera el partido, entre la indignación de la grada blanquinegra, molesta con algunas actitudes del colegiado.

Mucha igualdad, y muy espeso el encuentro. Así se llegó al minuto 80 del choque, con intensidad y disputa pero sin que Unionistas se acercara ni por asomo a la portería del Barakaldo, más allá de un lanzamiento alto de Jonny Arriba. Apuró los cambios Llácer, que metió a Dani García en lugar de Gorka, muy solo en la segunda parte.

Una pared en la frontal de Unionistas originó, cuando apenas quedaban cinco minutos para el final, supuso el 1-0 en el Reina Sofía. Una buena jugada colectiva del equipo acabó en las botas de Rabadán tras un pase de la muerte por el costado izquierdo, cuando el partido estaba a punto de morir con un presumible empate.

El Barakaldo se echó arriba, volcado sobre la portería de Iván Martínez, mientras los defensas charros sacaban como podían las ocasiones claras de Sannadi y compañía, quienes llegaban con mucho peligro sobre la portería local. Pero Iván Martínez estuvo muy seguro y evitó cualquier oportunidad. Tres puntos vitales y que se celebraron con rabia en Salamanca.

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