Unionistas enciende todas las alarmas: pierde ante el Celta B y agrava su profunda crisis

Unionistas de Salamanca cayó derrotado por quinta vez esta temporada y agrava su crisis de resultados, de juego, de ideas, de presencia en el campo y de puntos. De todo, en resumen. El partido, lamentable de principio a fin salvo diez minutos de la primera parte, se decidió con dos goles de Hugo González: uno a través de una jugada personal que no paró la defensa en ningún momento, y gracias a un penalti estúpido, otro más, de Juanje. De 18 puntos posibles, Unionistas solo ha conseguido tres y reafirma la sensación de que la plantilla construida es tremendamente endeble. Los charros siguen en descenso y la semana que viene recibirán a otro conjunto de su liga y de la zona baja de la tabla.

Saltó al terreno de juego Mario Simón con cambio de sistema y tres centrales en la línea defensiva, con Jan Encuentra junto con Gorjón y Farru junto a Olmedo y Prada en los laterales. Sorprendió la ausencia de Ramiro Mayor otra vez, de Álvaro Gómez y el empeño de jugar sin 9 puro en el terreno de juego. El once inicial, extraño de por sí, no presagió nada bueno antes de que comenzara el choque.

Los primeros minutos fueron de Unionistas intentando apretar en el centro del campo en cada salida de balón del Celta B para recuperar el esférico acumulando hombres por dentro, aunque sin ocasiones claras más allá de un par de llegadas para cada equipo. Al menos, en cuanto a intensidad y actitud, el equipo salió bien al Reina Sofía.

La primera oportunidad clara del choque la tuvieron los salmantinos en el minuto 13 de partido. Colgó una buena falta Prada desde la izquierda y remató en el segundo palo Gorjón con todo, aunque el esférico se fue fuera del marco defendido por Coke. La misma ocasión, parecida, se produjo tres minutos después: en corto entre Prada y Olmedo pusieron la falta para Unionistas de Salamanca y también Gorjón remató, aunque en fuera de juego. Y acto seguido Abde, desde el córner izquierdo, puso una buena bola que De la Nava acertó a rematar pero se topó con la defensa y Coke, quienes evitaron el gol en un tumulto. Aceptables 20 minutos iniciales de los charros aunque sin premio.

Sin embargo, tras esas jugadas a balón parado el partido no tuvo nada. Diez minutos de absoluto tedio y solo la revisión que pidió Unionistas por un posible penalti sobre De la Nava, aunque no pasó nada. El sopor que gobernaba el Reina Sofía se acabó en el momento en el que Barre cometió una falta brusca en el centro del campo sobre Juanje y el colegiado determinó que era tarjeta roja directa en el minuto 35. Sin embargo, el Celta B reclamó la asistencia del FVS que ratificó la expulsión. Por segunda jornada seguida los charros se quedaron con un jugador más que el rival tras lo que pasó ante el Arenas de Getxo. Añadió cinco minutos el colegiado en un choque sin presencia en las áreas de ninguno de los dos equipos, ni los locales ni los visitantes. El partido era feo, en todos los sentidos, después de los buenos minutos iniciales del equipo salmantino. Lo más preocupante de Unionistas es que en ningún momento los charros daban sensación de tener algún elemento desequilibrante en el campo: bloqueo absoluto.

El segundo tiempo empezó, otra vez, de la peor forma: con un gol en contra de Unionistas de Salamanca. Un fallo tremendo en defensa, con el error en el salto de Gorjón para tapar el ataque y otro más de Jan Encuentra en el punto de penalti, que fue incapaz de evitar el robo de Hugo González que, más listo que los defensas, se anticipó y batió por bajo a un Unai Marino que no pudo hacer nada. Gol inicial que evidenció lo flojísima que es la defensa blanquinegra y el equipo en general en algunas fases del duelo, sin destellos sobre el rival.

Lo intentó Abde con una buena jugada personal por dentro que se marchó por poco lamiendo el segundo palo de Unai Marino. Todo esto, doce minutos después del 0-1 del Celta B; hasta entonces, el equipo de Mario Simón no ofreció nada más allá que dos pelotazos. El equipo blanquinegro repitió la jugada a balón parado del primer tiempo: Olmedo botó desde la izquierda la falta y Gorjón, en el segundo palo, remató saltando con la pierna un esférico que, de manera prodigiosa, despejó Coke, que dejó la bola muerta en el área pero no pasó nada más. Ni en ese caso tuvo suerte Unionistas.

Y lo peor de todo es que el Celta B, con un jugador menos, pudo anotar el 0-2 si la jugada personal magnífica de Ángel Arcos entra, después de irse de la defensa blanquinegra y quedarse en la frontal. A punto de entrar el esférico, que se marchó lamiendo el segundo palo. El choque, pasado el minuto 70, entró en el momento típico de carrusel de cambios y Simón dio entrada de una tacada a Roldán, a Hugo de Bustos y a Pere Marco. Antes entró Álvaro Gómez, quien ocupó el costado derecho con De Bustos por el izquierdo.

El Reina Sofía se quedó congelado. Juanje cometió un penalti, a priori claro, sobre Hugo González con un agarrón en la pechera. El equipo de Mario Simón pidió la revisión del FVS dos minutos después y el árbitro lo señaló; otra vez evitable, y otra vez para condenar a una derrota al equipo salmantino, que cuajó una actuación lamentable en el terreno de juego. Hugo González anotó el penalti sin problema y llegó el 0-2.

Esa fue la puntilla para que cientos de aficionados abandonaran el estadio Reina Sofía, para que la afición de la grada de animación coreara «puta Vigo» después de la celebración del segundo gol de Hugo González y para ver a un equipo que no ofrece casi nada distinto en el terreno de juego respecto a sus rivales: ni un pase certero, ni una acción a balón parado destacada, ni un pase desequilibrante en el partido. Absolutamente nada.

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