Ucrania veta la visita del presidente alemán por su «cercanía política» a Moscú
Steinmeier anula un viaje para «enviar una señal de solidaridad» con Kiev al reconocer que «mi presencia no es deseada»
m. p.
Martes, 12 de abril 2022, 23:15
Las relaciones diplomáticas entre Ucrania y el resto de Europa sufrieron este martes un contratiempo sin precedentes en medio de la crisis bélica: el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, anunció que anulará una visita prevista a Kiev para entrevistarse con su homólogo Volodímir Zelenski al entender que «parece que mi presencia no es deseada». La razón estriba en que, a juicio del Gobierno ucraniano, Alemania tiene todavía «demasiados intereses creados» con Rusia debido a su comercio energético con este país.
Steinmeier tenía previsto desplazarse a la exrepública soviética con los presidentes de Estonia, Letonia y Lituania «para enviar una clara señal de solidaridad europea común con Ucrania», según explicó este martes el propio mandatario. «Quería hacerlo pero, por lo que parece, tengo que reconocer que mi presencia no es deseada en Kiev», añadió.
Alemania ha estado en el punto de mira del Gobierno ucraniano desde el inicio de la guerra, cuando la Cancillería se negó a enviarle armas en función de la norma germana que prohíbe el suministro de arsenales a territorios en guerra. Aunque el gabinete de Olaf Scholz cambió de actitud y hoy es uno de los principales abastecedores europeos de material militar al Ejército ucraniano, las críticas han continuado enfocadas en su presidente. El embajador de Ucrania en Berlín, Andrij Melnik, destacó este martes, de hecho, la supuesta «cercanía política» de Steinmeier con el Kremlin, basada en el papel que éste desempeñó como jefe de la Cancillería de Gerhard Schroeder -en la que se desarrolló elproyecto gasístico con Moscú- y después como ministro de Exteriores de Angela Merkel.
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«Steinmeier lleva décadas tejiendo una tela de araña de contactos con Rusia. Muchos de los que ahora mandan en la coalición (alemana) están implicados», acusó el diplomático. La Cancillería rechazó posteriormente estas declaraciones, aunque dijo «comprender» la situación «excepcional» que sufre la exrepública soviética. Por parte de la UE no hubo tampoco reacción, aunque cabe suponer que Bruselas considera la visita frustrada como una iniciativa privada.
«La sangre está aún fresca»
El rechazo a recibir a Steinmeier se produce el mismo día en que Zelenski azuzó a la Unión Europea por sus disensos respecto al veto al petróleo ruso cuando «la sangre aún esta fresca». El presidente ucraniano ofreció este martes un discurso telemático ante el Parlamento de Lituania, de nuevo, bien calculado: este país es el primero que cortó su abastecimiento de gas desde Rusia a principios de este mes. A imagen de los lituanos, Zelenski exigió a cada país de la Unión que establezca una fecha específica, y urgente, para cerrarle el grifo enérgetico a Moscú o limitar «significativamente» el suministro. Un hecho, este último, que reprime a varios gobernantes ante la repercusión en la fáctura y la eventualidad de tener que plantear a sus ciudadanos un menor consumo.
Sin embargo, el presidente consideró que «solo de esta manera los líderes rusos llegarán a la conclusión de que la guerra es una catástrofe principalmente para ellos». El líder ucraniano consideró inconcebible que ni siquiera «las atrocidades de Bucha» hayan supuesto ya el embargo energético y que «desconozca si el petróleo estará sujeto a sanciones».
Zelenski ha apretado el acelerador de las exigencias a la vista de las dificultades de un consenso europeo. De no lograr el embargo general, el líder sufriría un revés más en su estrategia internacional frente a Rusia. El primero fue intentar que la OTAN y EE UU se involucrasen más directamente en la guerra -cosa que los aliados rechazan para evitar una tercera guerra mundia-, el segundo fue la fallida reclamación de una adhesión instantánea a la UE y el tercero es el ostracismo económico de Rusia, entre otros factores con el cierre energético. «Cientos de empresas y bancos europeos no solo se han negado a trabajar en el mercado ruso, sino que también muestran abiertamente su desprecio en respuesta a las demandas de dejar de financiar la maquinaria militar rusa a través de sus impuestos», denunció Zelenski.