Borrar
Jack Shepard, en el final de 'Perdidos'. RC
Cómo y cuándo matar al protagonista de una serie

Cómo y cuándo matar al protagonista de una serie

'Succession' ha dejado otra muerte para la historia de las series. En ella están otras motivadas por necesidades de guion, la salida de un actor o el cierre definitivo de la ficción

Mikel Labastida

Valencia

Martes, 11 de abril 2023, 09:18

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Opciones para compartir

Este artículo revela acontecimientos importantes de la temporada 4 de 'Succession' y de otras series históricas.

Todos sabíamos que alguno de los personajes principales de 'Succession' iba a morir en su temporada final. La lógica invitaba a pensar que sería el padre, para que aconteciese de una vez por todas la dichosa sucesión, pero cabía la posibilidad de que fuese alguno de los hijos. Faltaba saber, eso sí, cuándo y cómo. Y en esto la serie ha conseguido sorprender a la audiencia. Ha servido la muerte del progenitor cuando menos la esperábamos y de una forma rara vez vista en televisión. Y eso es mucho decir en un momento en que cada año se estrenan cientos de títulos en todo el mundo.

Hemos aprendido mucho siendo espectadores de series en los últimos años. Se han roto la mayoría de reglas no escritas pero que se cumplían escrupulosamente en la mayoría de las producciones estrenadas. A pesar de eso ahora estamos más preparados para giros inesperados o para resoluciones que no vimos venir.

Las series han matado personajes desde el principio de los tiempos. Estos crímenes solían responder a dos razones: o que el actor que lo interpretaba debía salir del proyecto (por interés propio o de los productores) o que la serie necesitaba coger impulso. Y en esos casos la muerte solía sentar bien. Lo habitual era que en estos trances se hallasen roles secundarios, nunca protagonistas. A no ser que la ficción fuese a terminar. Entonces sí cabía la posibilidad de que la estrella del show falleciese. Ese podría ser, de hecho, un gran final.

Algunos ejemplos históricos de pérdidas significativas en ficción: McLean Stevenson decidió dejar la mítica 'M*A*S*H*' al final de la tercera temporada. Los guionistas aprovecharon para cargarse a su personaje, el teniente coronel Henry Blake, y lo hacían de manera dramática derribando el avión en el que viajaba. Aquello conmocionó a todo un país. Han pasado casi 50 años desde entonces y algunos todavía no olvidan. Diana Muldaur se incorporó a 'La ley de Los Ángeles' cuando esta ya era un éxito y con la finalidad de actuar como antagonista. El personaje de Rosalind Shays caló enseguida y consiguió ser tan odiado como pretendían sus escritores. Cuando hubo que deshacerse de él imaginaron un final salvaje: caería por el hueco de un ascensor. Resultó tan cruel que la propia audiencia que había denostado a la abogada se apiadó de ella. Los fabricantes de ascensores, por cierto, se enfrentaron a una crisis reputacional importante porque casi nadie se fiaba de montarse en uno de ellos después de lo que habían visto por televisión. La señora Landingham, encarnada por Kathryn Joosten, fue atropellada por un coche al final de la segunda temporada de 'El ala oeste de la Casa Blanca'. La serie buscaba un final de impacto para aquella tanda de episodios y lo consiguió sacrificando a uno de sus rostros más queridos.

Todos ellos fueron personajes secundarios caídos en actos de servicio. Los tres cumplieron con el cometido de impactar a la audiencia y dar un empujón a los shows en los que participaban. Con ese mismo objetivo desaparecerían otros personajes como Will Gardner en 'The Good Wife' (perdió la vida en un tiroteo en un juzgado), Zoe Barnes en 'House of cards' (arrojada a las vías del tren por el congresista Frank Underwood), Jimmy Darmody en 'Boardwalk Empire' (asesinado por Nucky Thompson), Lucy Knight en 'Urgencias' (acuchillada por un paciente esquizofrénico) o Susan Biddle Ross en 'Seinfeld' (intoxicada por lamer pegamento de sobres). O más recientemente Mr. Big de 'Sexo en Nueva York' (mientras hacía deporte en casa), para servir de detonante de la secuela de la serie, 'And just like that'.

En ocasiones la muerte ha surgido para dar cierta coherencia a las tramas. ¿Era normal que 'Dexter' consiguiese siempre salvarse de todas sus tropelías? No. Por ello al final de la cuarta temporada los guionistas decidieron acabar con su esposa, Rita Bennet, que aparecía sin vida en la bañera de su casa. ¿Podía sobrevivir Gus Fring después de enfrentarse abiertamente a Walter White? No. Solo podía quedar uno. Y ahí tenía todas las que perder el dueño de Los Pollos Hermanos.

Obsérvese que todos estos fallecimientos actúan como desenlaces de temporadas. Eran recursos suficientemente potentes como para desaprovecharlos en otro momento.

Bien, ¿y qué pasa con los protagonistas? Estos suelen ser más intocables. Y solo se ha prescindido de ellos por causas mayores o como cierre de la propia serie. Hay títulos que nadie puede entender sin sus actores principales. ¿Alguien se puede imaginar 'Breaking Bad' sin Walter White? No. Por eso murió en los minutos finales del último episodio. ¿O 'Nurse Jackie' sin la enfermera Peyton? Tampoco. Por eso la sobredosis llegó con los últimos compases de la serie. ¿O 'Perdidos' sin Jack Shepard? Para nada. Este cerró los ojos prácticamente en los títulos de créditos. ¿O 'Los Soprano' sin Tony? Qué va. En este caso incluso la muerte hubo que imaginarla porque el fundido a negro impidió verla. Tuvo que aclarar años después su creador, David Chase, que efectivamente el mafioso no salió con vida de aquel bar.

Walter White muere en un laboratorio. RC

Excepción a esta regla son 'House of cards' o 'Rosseane' que tuvieron que matar a sus protagonistas antes de tiempo por culpa de los actores que los interpretaban, Kevin Spacey y Roseanne Barr. Las polémicas en las que estaban inmersos les impedían continuar en sus series por lo que los guionistas se los quitaron de encima como pudieron dejando a las series huérfanas.

'Juego de Tronos' es un caso aparte. Cuando esta se estrenó creíamos estar resabiados. Teniendo en cuenta el argumento era previsible que fueran cayendo muchos de los personajes principales. Por eso nos impactó menos que desapareciesen Viserys Targaryen o Robert Baratheon. Estábamos preparados para cualquier pérdida. O eso suponíamos. Porque cuando llegó el episodio 9 de la primera temporada y le cortaron la cabeza a Ned Stark nos pilló totalmente desprevenidos. La lección que aprendimos ahí es que nadie es imprescindible y que si una serie es suficientemente sólida puede continuar aún a costa de sus protagonistas. Lo volvió a demostrar en la tercera temporada cuando aniquiló a prácticamente todos los Stark en la famosa Boda Roja. Desde entonces desconfiamos de la premisa de que los protagonistas se salvan de todo. No siempre, decimos a raíz de aquello. 'Succession' bebe mucho de esa otra ficción de HBO, por lo que no descartamos más muertes relevantes en los capítulos que restan.

Dos de los fallecimientos de protagonistas más trágicos de los últimos tiempos los sufrimos con 'Halt and catch fire' y 'A dos metros bajo tierra'. En ambas decidieron matar a sus personajes principales en sus últimas temporadas pero no estábamos preparados para el momento en que estos ocurrieron. En ninguna se dejó esa trama para el episodio del cierre. Ni siquiera para el penúltimo. En el caso de la ficción tecnológica la muerte de Gordon Clark nos sorprendió en el capítulo séptimo (de 10). En la de la funeraria la pérdida de Nate Fisher aconteció en el noveno (de 12). Claro que podíamos contar con que cualquiera de los dos personajes pereciese, lo que nos descolocó fue el momento elegido y el modo abrupto en que se presentó a la audiencia. Al primero lo encuentra su novia al llegar a casa (no lo vemos, nos enteramos cuando Donna llama por teléfono). El segundo no sobrevive a una hemorragia cerebral a pesar de que ofrecía síntomas de recuperación.

Nate Fisher convalece junto a su esposa, Brenda. RC

La muerte de Logan Roy guarda cierta relación con estas dos, en el sentido de que se ha ubicado a destiempo y en que va a marcar el resto de la temporada. Eso sucedió con las muertes de 'A dos metros bajo tierra' y 'Halt and catch fire'. Tras ellas el resto de entregas se dedicaron a contarnos cómo el resto de personajes reaccionaban y se sobreponían a esas pérdidas. Aquí imaginamos que sucederá algo similar, aunque quedan más episodios que en las anteriores. 'Succession' ha ido más allá, privando al espectador de un momento cumbre: no vemos lo que sucede en el avión, cómo se desvanece el magnate, ni siquiera llegamos a atisbar su cuerpo desfallecido. Todo lo que sabemos lo recibimos por lo que van contando los que viajaban con él, su yerno y sus empleados. Y nos enteramos a la vez que sus hijos. Así que reaccionamos como ellos, con incredulidad al principio, con estupefacción más adelante. Sea como sea la serie de Jesse Armstrong ha logrado descolocarnos con una muerte. Y eso que nosotros creíamos que ya nos las sabíamos todas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios