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El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado la absolución del acusado de agredir sexualmente a la hija menor de edad de su expareja durante la convivencia en un chalet de Salamanca. La joven, denunció en 2022 unos hechos que, según su versión, ocurrieron en 2013 cuando tenía 11 o 12 años, pero el tribunal ha considerado que no existen pruebas suficientes para dictar una condena y ha mantenido el fallo absolutorio previamente dictado por la Audiencia Provincial de Salamanca.
El recurso de apelación presentado por la acusación particular solicitaba la nulidad de la sentencia y la repetición del juicio, argumentando que se había producido un error en la valoración de la prueba. Sin embargo, el Tribunal ha respaldado el criterio del tribunal de instancia, que ya había considerado que el testimonio de la víctima presentaba contradicciones en sus declaraciones y la falta de corroboraciones externas.
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Los magistrados señalaron que ni las hermanas de la denunciante —quienes supuestamente conocían los hechos— fueron llamadas a testificar, ni la psicóloga de ADAVAS pudo confirmar que la denunciante le hubiese relatado una penetración, tal como sostenía la acusación. Además, destacaron como llamativo que en una denuncia previa contra su madre en 2015, la joven no mencionara en absoluto los presuntos abusos sexuales, lo que generó aún más dudas sobre la veracidad de su testimonio.
Con todo ello, el alto tribunal ha desestimado el recurso en su totalidad, condenando a la parte recurrente al pago de las costas procesales. Contra esta resolución cabe aún recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
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