Artesanía con historia y corazón 'made in' Salamanca que conquista hasta a directores de cine

Ella es diseñadora gráfica y aunque todavía la artesanía no es una idea de negocio con el que ganarse la vida, sí que le permite obtener muchas cosas inmateriales que valen más que el dinero: «Te hace concentrarte, gestionar la paciencia y tolerar la frustración, porque no siempre sale todo como quisieras», asegura. Y es que desde hace unos años, motivado también por las redes sociales, se ha puesto de moda esta práctica. «Más allá del valor, es la dedicación. En estos tiempos que todo dura diez minutos, estar media hora entretenida fuera de las pantallas es oro», añade.

Así, en cada hueco que saca -que reconoce que no son tantos como quisiera- se sienta en la estancia que ha dedicado a su casa como taller para dejar volar la imaginación. Una sala que cada vez es más grande y poco a poco ha cogido un matiz de obrador, sobre todo en algunas épocas más propensas a demandar este tipo de artesanía. «Es común que te contacten para hacer regalos de boda o aniversarios», explica. Además, cuenta con una Newsletter donde 48 horas antes de que se pongan las piezas que elabora a la venta, se comunica con sus suscriptores detallarle las características de la hornada y los precios.

Aunque uno de los últimos encargos fue realmente especial. La Diputación de Salamanca se puso en contacto con ella para encargarle cuatro piezas de porcelana de Limôges para los participantes con motivo del día de la Mujer Rural. «Siempre apoyan a los artesanos de la provincia y tratan de conservar los oficios artesanos», explica. Un encargo que tuvo un componente especial: la participación de su madre que, con 90 años, cose las bolsas a mano que envuelven las creaciones.

También en las últimas semanas recibía otro de esos encargos que permiten seguir soñando a lo grande. Un director de cine «español y que todos conocemos» le encargaba unos pins en forma de palomita para celebrar el taquillazo con una cena íntima en su casa. Marta ha prometido guardar el anonimato ya que así se lo ha requerido el director, sin embargo, ha causado gran expectación en redes sociales por saber de quién podría tratarse y, sobre todo, alabando esta gran idea y la orginalidad de la creación.

«La artesanía tiene un relato diferente y da como resultado unos valores que no te ofrece un producto comprado en las grandes superficies», añade. No obstante, a pesar de «la historia detrás que define a cada pieza» y el valor que ello conlleva, es consciente de que no puede competir con las plataformas donde «pides algo y al día siguiente te lo dan».

Una realidad que le ha llevado a tratar de poner en valor el tiempo y compartir el esfuerzo y el sacrificio que lleva cada elaboración en redes sociales: «Creo que es importante que se sepa que mínimo son dos semanas desde que se encarga hasta que se termina la pieza. La artesanía requiere unos tiempos, es una pieza única y eso es lo que le hace especial», concluye.