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El barrio trastormesino que quiere que los coches circulen más despacio y pasen más autobuses
La asociación de vecinos de Los Alcaldes está descontenta con la gestión del tráfico de esta zona, que solo cuenta con la línea 5 de autobuses y pide que la línea 8 tenga al menos una parada que les conecte con la Gran Vía
En las calles del barrio de Los Alcaldes se nota que es uno de los de más reciente creación de la ciudad. Las vías son anchas, largas y bien rectas. Y si para algunas cosas esto se puede considerar una ventaja con respecto a las calles estrechas y tortuosas de barrios más antiguos, para otras supone un peligro: los coches enseguida superan ampliamente los límites de velocidad establecidos.
Así lo denuncia Román García, presidente de la asociación de vecinos, que señala que le han transmitido esta preocupación al Ayuntamiento en numerosas ocasiones sin demasiado éxito.
Aunque en algunas de las calles se han colocado badenes o tomado otras medidas, los infractores aprovechan las que no cuentan con ellas para ir deprisa. Por ejemplo, como en la avenida de Lasalle hay un radar de tramo y otro en la calle Alcalde Cruz Hernández, se meten por la calle del parque para evitarlos.
«Como insistimos al Ayuntamiento sobre el problema, en la calle Alcalde Navarro González colocaron dos señales disuasorias que indican que la velocidad está controlada, pero no hay radar y los conductores lo saben», lamenta.
En algunas calles han solicitado badenes, pero tampoco han puesto los suficientes y de este modo no consiguen erradicar las altas velocidades, que en ocasiones se dan junto a paradas de autobús y desde el colectivo vecinal temen que el día menos pensado se produzca una desgracia.
Otro punto negro para el tráfico en el barrio, según explica Román, es la salida de la calle Alcalde Navarro González para continuar por Alcalde Francisco del Valle. Aunque esa salida cuenta con un ceda el paso, desde allí hay que cruzar la avenida Alcalde Fernández Trocóniz, que cuenta con una majestuosa zona verde central. El problema es que cuando el conductor sale tiene un amplio trayecto para recorrer, haciendo ángulo con la avenida, y puede llega un coche por el segundo de los carriles sin que lo hubiera visto.
Desde la asociación consideran que falta visibilidad en ese cruce. Pero también sería necesaria nueva señalización para gestionar el cruce o incluso una rotonda.
En cuanto al carril bici en el barrio, la asociación lamenta que no continúa en Lasalle sino que muere allí y eso dificulta su uso por parte de los vecinos para conectar con el centro de la ciudad. Además, denuncia que está lleno de baches y necesita una mejora.
Llegar a la Gran Vía para conectar con otras líneas
La línea 5 es la única que pasa por Los Alcaldes. Les deja en lugares como la Santísima Trinidad, Canalejas o la Puerta de Zamora. Sin embargo les parece fundamental tener una parada en la Gran Vía, donde pueden hacer trasbordos y conectar con numerosas líneas urbanas y metropolitanas y de ese modo poder llegar a más destinos de forma sencilla.
Entre las peticiones históricas del barrio estaba que se cambiase la línea 8, que sí llega a Gran Vía, para entrar en el barrio. Llevaban solicitándolo, junto al barrio de Chamberí, desde hace más de dos décadas. Sin embargo, la línea se ha modificado sin atender su demanda.
Román afirma que desde el Ayuntamiento apuntan que retrasaría mucho la línea. Para que esto no sea así, los vecinos proponen que tenga una parada en la plaza de Los Alcaldes, justo a la entrada del barrio y sin apenas desvío de su actual ruta, por Lasalle, pero les responden que no se puede parar en una rotonda.
Este argumento indigna a la asociación, que recuerda que hay una parada desde hace muchos años en la rotonda de Carrefour y ahora hay otra junto al Hospital. Además, como la plaza de los Alcaldes es amplia consideran que se podría retraer la acera, por ejemplo en el lugar donde ahora se encuentra el aparcamiento de bicis, para hacer la parada y pasar las bicis a la acera siguiente.
Pero no es la única petición respecto al transporte público colectivo en la ciudad. También llevan tiempo esperando dos marquesinas para las paradas de la línea 5 en la calle Alcalde Navarro González, especialmente por lo duro que se hace la espera cuando llega el invierno.
Pocas sombras y parterres descuidados
Pero ahora en verano lo que hace falta son sombras. Hay muchos lugares que resultan bastante inhóspitos cuando el sol aprieta. Uno de ellos es la zona de juegos cardiosaludables, sin una sola sombra. Se ubicaron allí porque era sencillo hacerlo y estaba pavimentado. Sin sombras, las baldosas sólo acumulan y reflejan temperatura y no se puede utilizar durante la mayor parte del año. Como no se pueden plantar árboles allí, piden que se traslade a otro espacio y proponen incluso el pinar del barrio. Otra opción es ajardinar su ubicación actual y dotarla de sombra.
Sacar al perro si no es a primera o última hora del día también resulta misión imposible. El pipican del barrio no cuenta con una sola sombra y ni los amos ni los canes soportan el calor. Román reconoce que son muchos los que se van con sus mascotas a espacios más sombreados porque allí no hay quien aguante. Aunque el barrio cuenta con numerosas zonas verdes, las que cuentan con más superficie a pleno sol no resultan apetecibles.
Pero también se echa de menos un mejor mantenimiento de los parterres de la calle Alcalde Bravo García. Los arbustos que han sobrevivido se ven bonitos, pero donde han ido muriendo no han sido repuestos y ahora son lugares deslucidos y amarillos.
También están descuidadas las escaleras de la parte alta del barrio y la vegetación de sus laterales. Las primeras están ennegrecidas y la asociación reclama que se limpien o acondicionen.
Sin local para la asociación de vecinos
La asociación de vecinos del barrio de Los Alcaldes no cuenta con un local propio. La «sede oficial» es la casa de su presidente, que se siente incómodo con la situación. «La gente va a pensar que me llevo algo de todo esto y es lo contrario», asegura.
Para un colectivo vecinal carecer de un espacio propio supone un límite a la hora de plantear actividades e incluso celebrar reuniones. Y así es complicado implicar a los vecinos y conseguir aumentar el número de socios.
El problema es que la zona carece de locales comerciales. De hecho no tiene ni bares, ni tiendas ni otros servicios por el mismo motivo. Es únicamente un barrio dormitorio.
El único espacio disponible está en el bajo de un edificio. Concretamente en la intersección de las calles Alcalde Fernández Trocóniz con Alcalde Navarro González. El local, que la asociación cree que pertenece a la Junta de Castilla y León, carece de ventanas o puertas y en su lugar tiene rejas. Asegura que a los residentes en el inmueble le trae problemas porque temen que se meta gente dentro. Por eso van a tratar de conseguir que se convierta en la sede vecinal.
Con un local, podrían plantearse iniciativas nuevas, tanto propias como con Uniendo Barrios, el colectivo que une a las asociaciones de Buenos Aires, Chamberí, Tejares, Los Alcaldes y Vistahermosa. Juntos tienen planteadas distintas iniciativas culturales, sin olvidar las reivindicaciones, que en la zona trastormesina de la ciudad son muchas.