La boutique en el corazón de Salamanca nacida de unas grandes galerías de los ochenta

Irrumpían los años ochenta y con ellos, los pantalones piratas, las hombreras anchas, los encajes y las combinaciones atrevidas. Y en medio de esta revolución nacen unas galerías comerciales en el corazón de Salamanca que, con los años, darían paso a la Boutique Libra. Maite tomaba el relevo especializándose en una rama de esa venta más generalista que impulsó su madre. «Era distinto, había de todo: ropa de mujer, lencería, zapatos, decoración muebles, ropa de niños...», enumera. De entre todo ese listado, esa segunda generación se detuvo en su pasión: la moda femenina.

Así, hace ya más de dos décadas se levantó la Boutique Libra con la idea de acercar a Salamanca la moda en todas sus facetas: desde un estilo más casual hasta artículos para eventos. «Aunque llevemos muchos años, cada temporada es empezar de cero», asegura Maite. La dinámica de este tipo de comercios consiste en actualizarse y reconvertirse constantemente. Y, también, en arriesgarse para prever las tendencias que aún no se han inaugurado. «Yo ya estoy comprando lo del invierno que viene, la moda es completamente evolutiva», añade.

Acaba de iniciar febrero y ya esta contemplando qué podrá arrasar dentro de diez meses. La pregunta es obligada: ¿cómo puede saber lo que se llevará dentro de un año? «Ahora tenemos mucha información, antes todo era mucho más complicado pero ahora con las redes sociales, las ferias de tejidos y el 'streetwear' podemos intuirlo», asegura. No es magia sino saber observar las dinámicas que envuelven el sector. «La gente cada vez está más a la moda, sabe lo que se lleva y las novedades las entienden mejor que antes», explica Maite.

Bien sabidas son todas las facilidades que ofrece la venta online a los consumidores, pero hay un matiz que nunca podrá conseguir 'añadir un artículo al carrito' y es estar completamente seguro de que la compra será satisfactoria. Ahí es donde entran profesionales como Maite que hacen del comercio local un tesoro a proteger. «Nosotros tenemos conocimientos de estética y colorimetría y eso permite un asesoramiento más acertado», explica. Una baza también contra las franquicias o grandes superficies. «Es nuestra satisfacción ayudar a las personas a conocerse a sí mismas y que se vayan realmente convencidas», insiste Maite.

En tiempos donde la inmediatez funciona como un lastre en el día a día, disfrutar de unos minutos de atención es todo un lujo. «La gente agredece que te pares a aconsejar, a estudiar su figura y sentir que realmente estás ayudándolas», explica Maite. Esa dedicación es lo que ha hecho de Boutique Libra, la primera opción para varias generaciones en la ciudad

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