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La conversión en pisos turísticos de lo que fue un edificio protegido zona de ocio nocturno de Salamanca transita con una complicada tramitación en la que los informes de Patrimonio y las peticiones de la promotora han ido modelando lo que finalmente se podrá hacer. Sin embargo, a última hora el inmueble que albergó un popular restaurante pasará de tres a cuatro apartamentos, uno más de los autorizados y uno menos de lo previsto inicialmente.
El proyecto, con expediente abierto desde 2018, visita de nuevo la comisión de Fomento esta semana con una modificación sustancial presentada a última hora. Con fecha 21 de marzo, y concedida ya la licencia de obra, llega un proyecto modificado por parte de la promotora para conseguir un apartamento más, cuatro en vez de tres. La obra, que ya está en marcha, ha supuesto retirar la fachada protegida, que ha desaparecido con el compromiso de volver a montarla como estaba.
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El proyecto, que incluye desmontar la fachada del edificio y su posterior reconstrucción, plantea una nueva distribución para el edificio de nueva planta que se va a construir. La promotora está obligada a conservar la fachada, que es el elemento protegido en este caso, y tendrá que retranquearse de ella, dejando un espacio entre la rasante a la calle y el nuevo edificio que va a levantar.
Dentro de ese nuevo edificio se planteaba un apartamento por planta para un total de tres y destinar la planta baja a locales. La reforma presentada ahora cambia la distribución de esa planta de acceso, sin modificar la superficie construida, para que sea parte local y parte vivienda.
La idea viene del mes de enero y ya pasó por comisión de Patrimonio, que la rechazó por la falta de documentación suficiente. Se volvió a valorar el 19 de marzo y posteriormente, en abril, llegó la documentación solicitada y ahora se procede a autorizar la modificación.
El edificio está fechado entre 1886 y finales del siglo XIX. Consta de dos cuerpos, una parte en sillería de piedra franca y otro de ladrillo prensado, y en su construcción participó el prestigioso arquitecto José Secall, en colaboración con otros. Su estilo es un catálogo de arquitecturas y organizaciones compositivas diversas.
Cuando se catalogó ya era de propiedad privada y su estado de conservación era deficiente. Contaba en su ficha con una de las protecciones más bajas posibles, la ambiental B, lo que ha dado lugar al proyecto que se ha aprobado. Según ficha, puede edificarse en el interior de parcela hasta agotar la edificabilidad del solar según rango de altura.
La conversión del edificio que albergó el popular 'Poney Pisador' viene de 2018 cuando se solicita aprobación de proyecto básico para levantar un edificio con cinco apartamentos y un local en el la plaza de San Juan Bautista, número 7. El inmueble está protegido y es necesario un informe favorable de Patrimonio.
En los primeros pasos se condiciona el informe favorable a realizar sondeos arqueológicos, obtener licencia para uso hotelero, reducir la edificabilidad prevista, eliminar una terraza plana planteada y destinar el local de planta baja a usos acordes, no al residencial; además, se piden conductos de ventilación para las cocinas de todos los apartamentos.
En 2024 se ha requerido documentar el estado de la fachada para su posterior montaje respetando y reutilizando el material original en la mayor medida posible.
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