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Recreación del proyecto para transformar la plaza de Fray Luis de León, frente al Colegio San Bartolomé. salamancahoy
Peatonalización: Treinta nuevas calles culminan el cierre del centro de Salamanca

Salamanca culmina cincuenta años después su peatonalización y prepara el cierre del centro

El proceso, que se completa con treinta calles más, ha modificado por completo el centro histórico para favorecer a los peatones y es el último paso antes de restringir la entrada de vehículos en de toda la almendra con la nueva ZBE

Félix Oliva

Salamanca

Lunes, 17 de octubre 2022

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Salamanca se prepara para transformar treinta calles, las últimas del proceso de peatonalización del centro histórico, que estarán en obras de manera inminente y durante los próximos meses. Así se completa el progresivo cambio de modelo que ha experimentado la ciudad desde hace 50 años.

Fue en los años 1970 del pasado siglo cuando se tomaron las primeras decisiones en esta dirección y ahora el proceso llega a su final con la transformación de las últimas zonas que faltaba por convertir a un modelo con aceras más grandes y menos sitio para los coches, pensado más para el peatón que para el tráfico, más para acceder andando (o en bus, bicicleta, patinete...) que para el vehículo particular. El paso de toda la almendra central a este modelo será un hecho en cuestión de semanas, pero su trascendencia va más allá porque va a dar paso a un cambio todavía mayor: el cierre al tráfico habitual de todo el centro.

Los cambios en la movilidad han sido claves, también la condición de espacio patrimonial de buena parte del centro, pero si la transformación supone un antes y un después es por la puesta en marcha de la nueva Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Cuando Salamanca empezó a peatonalizar su centro nada se sabía de posibles límites al tráfico rodado; pero ahora, antes de 2023, son obligatorios para la ciudad.

Tras las peatonalizaciones llegará la ZBE: sobre el papel, alcanza a la Gran Vía que quedará limitada a los vehículos con determinada etiqueta

El Ayuntamiento de Salamanca ha decidido aplicar su ZBE en la 'campana', el área dentro de un perímetro que marca las fronteras del centro histórico. Sus límites están delimitados por el trazado monumental y la primera vía de ronda: todo lo que está dentro de ese territorio será zona de acceso restringido a vehículos poco contaminantes.

ZBE, el área sin tráfico

Salamanca tendrá en breve su propia zona restringida a los coches más contaminantes. Serán los primeros que queden fuera cuando empiece a aplicarse la normativa. Dentro del perímetro formado por Canalejas, avenida Mirat, Carmelitas, paseo de San Vicente y Rector Esperabé habrá que tener al menos etiqueta 'C' de la DGT para adentrarse. Habrá excepciones para el bus, vecinos, emergencias, carga y descarga... pero habrá coches con los que no se podrá entrar.

Cuando se decidió, muchas calles de la zona monumental ya estaban peatonalizadas y había planes para hacerlo en casi toda la almendra. También se había implantado un sistema de control de acceso a las calles peatonales, así que había mucho camino andado. Sobre esa base, con un control de accesos ya desplegado, muchas calles peatonales y trayectos pensados para que los coches no se internen, se ha trabajado en la ZBE.

Mientras tanto, la ZBE se ha ido desarrollando, con la aprobación de los contratos para las cámaras y lectores de matrículas para controlar la circulación o el nuevo multacar que itinerará por el centro. El proceso también tiene que ver en parte con la nueva ordenación de las terrazas una vez se acaba la era covid y entran en vigor las dos nuevas ordenanzas que deben redundar en el mismo mensaje: más sitio para los peatones. Antes, de inmediato, llega el momento de las últimas obras a pie de calle.

El centro, en obras

Aprovechando la convocatoria de fondos para implantar las ZBE, Salamanca presentó un completo proyecto que ha logrado el 100% de la financiación posible. En el paquete de actuaciones se incluyen todas las medidas tecnológicas y las actuaciones urbanísticas necesarias.

Estas se reparten en dos contratos que totalizan unos tres millones de euros en seis zonas: Vaguada de la Palma, cuesta de Oviedo y calle Balmes; barrio San Juan de Sahagún; trayecto Íscar Peyra, cuesta del Carmen, Crespo Rascón; entorno San Juan Bautista; y Poeta Iglesias, Correhuela y Varillas. Las obras ya están adjudicadas en el caso de los proyectos de Íscar Peyra, Vaguada, San Juan de Sahagún y San Juan Bautista y empezarán en breve, con un plazo de tres a seis meses; el resto están el concurso, pero pronto tendrán contratistas.

Las calles afectadas

  • Plaza del Corrillo-Peña Primera: Juan del Rey, Íscar Peyra, Prado, Cuesta del Carmen, Condes de Crespo Rascón

  • Vaguada de La Palma, cuesta de Oviedo, calle Balmes, calle Veracruz

  • Correhuela-Corrillo, Poeta Iglesias, plaza del Mercado

  • Consuelo, Cuesta, Gonzala Santana, Miñagustín, plaza del Peso, Poeta Iglesias, San Justo y Varillas

  • Barrio de San Juan de Sahagún: Santos Jiménez, Luis Hernández Contreras, Pozo Hilera, Villar y Macías y José Jáuregui

  • Plaza de San Juan Bautista: incluye la propia plaza y calles de la Fuente, Santa Teresa, de los Perdones y Madre Bonifacia Rodríguez de Castro

Las actuaciones tienen un denominador común: el cambio a plataforma única. Este modelo elimina los bordillos altos para enrasar calzada con acera; eso supondrá eliminar asfalto donde todavía lo hubiera y cambiarlo por losas de granito. Es la forma elegida para toda las calles peatonalizadas, siguiendo un modelo ya utilizado en la reforma que ha dado paso a esta última fase, la de la calle Ancha, aunque se han introducido algunas variantes.

La reforma incluye trayectos importantes, como el que une Correhuela con plaza del Corrillo y la continuación desde esa plaza hasta Peña Primera por Íscar Peyra: ambas son clave para 'cerrar' de verdad el centro porque esta es la última ruta que atraviesa la zona histórica de lado a lado. Aquí desaparecerán los escasos tramos de asfalto que quedan, se sustituirán por losas y se pondrá señalización de cara a la restricción al tráfico habitual. De esta forma, este corredor interior ya restringido (vecinos, carga y descarga, colegios, hoteles... tienen permiso) adopta por completo el aspecto de los tramos ya peatonalizados.

Pinceladas verdes

En algunos casos, como Condes de Crespo Rascón, se eliminará aparcamiento y se sustituirá por zonas verdes en un intento por dar alguna pincelada 'natural' al contínuo de gris granito en el que se han convertido muchas calles. Además, se cambiará iluminacion donde fuera necesario y se señalizará la nueva situación de estas calles, peatonales, restringidas y vigiladas con cámaras.

No será lo único, porque en algunos puntos se profundizará algo más. El acceso por Vaguada de la Palma hacia la calle Ancha y hacia el palacio de Congresos también va a quedar listo para implantar la zona de bajas emisiones. En este trayecto se hará un gran cambios en la plaza de Fray Luis de León, donde se derribará la zona de acceso principal al Colegio San Bartolomé para cambiar su vallado y escaleras por una ladera verde y gradas. Es parte de la idea de incorporar pinceladas verdes en las actuaciones para mejorar la calidad ambiental del centro.

También está prevista una transformación más profunda en las actuaciones previstas en el trayecto entre Correhuela y Pozo Amarillo. El primero afecta a uno de los últimos tramos de acceso a la plaza del Mercado y Plaza Mayor, restringido al bus y algunos servicios desde hace meses, uno de los pocos tramos que quedan con asfalto: lo perderá en favor de losas y también se hará sitio a nueva vegetación.

En el entramado de calles entre San Pablo y la Gran Vía resaltan la grada y los jardines colgantes previstos en plaza del Peso. Esta zona es de gran importancia ya que alberga numerosos negocios de hostelería y ocio nocturno que gozarán de mejoras, pero que deberán compaginar con el cumplimiento de la normativa de terrazas.

La actuación continúa hasta la plaza del Corrillo, donde ya hay pavimentación de losas, incorporando más pinceladas verdes: llamativo el ejemplar previsto en la plaza de Poeta Iglesias. Es parte de un proyecto complementario, el Life Vía de la Plata en el que se trabaja paralelamente, que incluye un corredor de Norte a Sur por el antiguo trazado de vía romana. No obstante, el gris va a seguir siendo predominante: el centro peatonalizado se basa en la instalación de miles de losas de granito de este color. El siguiente paso, la puesta en funcionamiento de la ZBE, encierra un nuevo reto, el de conseguir que el centro peatonal no tenga tráfico 'de verdad'.

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