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La plaza del Oeste luce ya totalmente desprovista de sus árboles, que han sido talados durante este martes, trabajos que han provocado importantes altercados y que culminan días de tensión en el conocido barrio salmantino. La corta de una docena de ejemplares repartidos entre la plaza central del barrio y algunas calles ha generado una importante controversia y horas muy tensas que han terminado con una detención, agentes heridos y malestar entre muchos vecinos por lo ocurrido.
El momento culmen ha tenido lugar esta mañana cuando, a las 9.00, la hora prevista para una rueda de prensa de ZOES, la activa asociación del barrio, y a partir de ahí se ha descontrolado la situación que venía cargándose desde hace días, cuando este medio desveló la tala inminente de doce ejemplares enfermos, coincidiendo con el desarrollo del proyecto para una nueva plaza, hecho que ha corrido en paralelo, pero no directamente asociado, al menos, no oficialmente. Esto es todo lo que ha ocurrido.
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Para conocer el origen de esta polémica hay que remontarse al pasado mes de julio, cuando se cae parte de un árbol en la plaza del Oeste de Salamanca y se tala el ejemplar dañado. Tras analizar su estado y el del resto de los ejemplares, se comprueba que están enfermos y sufren problemas.
Buena parte de la copa de uno de ellos cayó, afortunadamente sin causar daños a la terraza colindante. Los bomberos eliminaron el resto del árbol que quedó gravemente dañado y lo que parecía el cierre de una historia.
En concreto, la unión entre el tronco y las ramas en forma de V en lugar de en U presenta preoblemas. Esto debilita la unión y puede ocasionar fallos cuando el árbol es adulto, como las caídas de ramas. El análisis municipal concluye que son una docena los árboles afectados.
No son los únicos: el consistorio maneja un informe de la empresa concesionaria con un inventario de ejemplares en mal estado por daños, enfermedades, años...
Este medio publica que el Ayuntamiento de Salamanca tiene previsto talar de manera inminente una docena de árboles en la plaza del Oeste y dos calles cercanas. El motivo son los daños estructurales que sufren los ejemplares.
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Los vecinos empiezan a movilizarse y anuncian que han solicitado más detalles sobre lo que se pretende hacer. Se preparan para defender estos árboles y evitar que la suya se convierta en otra 'plaza dura' sin vegetación que de sombra y frescor en un barrio donde lo 'verde' escasea. Por su trama urbana, el arbolado en el barrio del Oeste es escaso.
Empiezan a sucederse la reuniones y el Ayuntamiento presenta a los vecinos del barrio, en paralelo, una propuesta de remodelación de la citada plaza, para hacerla más verde y más amigable con las personas, que contempla la sustitución de todo su arbolado, pero no su eliminación.
La imagen inferior es un diseño de 2023 de la futura plaza, que conserva los árboles que entonces tenía. Así lo defienden fuentes municipales que separan totalmente la creación de una nueva plaza con lo ocurrido con los árboles.
El proyecto, que va a ser sometido a participación vecinal, aparenta una plaza más artificial, pero con elementos de renaturalización y más espacio para las frecuentes actividades de la asociación vecinal. El texto del proyecto recoge, de forma textual, un museo al aire libre, bosque urbano y fuente ornamental de más tamaño que la actual.
El plan de reforma de la plaza se consensuará con los vecinos, teniéndose en cuenta en todo momento sus aportaciones. Recalcan a su vez que todas las actuaciones se hacen por y para la seguridad de los ciudadanos y para hacer del barrio un lugar seguro. Además, se plantarán muchos más árboles y será una plaza más verde, según el consistorio.
Al día siguiente de dar a conocer este proyecto y de una primera reunión entre ayuntamiento y vecinos, una dotación de la empresa de parques y jardines acude a la plaza para retirar parte de un árbol. La caída de ramas de un ejemplar la noche del miércoles al jueves, 17 de octubre, por el peso del agua de las tormentas, obliga a actuar.
Tras el aviso de madrugada, acuden Bomberos y personal de parques y jardines para retirar las ramas y hacer trozos el resto del ejemplar, que se convierte en el primero en desaparecer. Se había caído en parte por el peso del agua caída en la tormenta de aquella noche.
Los vecinos piden más reuniones y tiempo, estudiar alternativas que no supongan la tala de todos los ejemplares que están en la lista de los 'sentenciados', con soluciones árbol por árbol, y participar en el diseño de la nueva plaza, algo que se mantiene por separado.
El viernes, 18 de octubre, varios ejemplares de la plaza amanecen con carteles del ayuntamiento que avisan del riesgo de caída de ramas. Lo ocurrido el día antes hace que el consistorio decida actuar ante la situación de peligro. Son los árboles señalados para una corta inminente, no todos los de la plaza tienen cartel, aunque en realidad sí estaba previsto cortar todos los ejemplares.
El Ayuntamiento de Salamanca explica que se hace por «motivos de seguridad» a pesar del llamamiento que han hecho durante estos días los vecinos del barrio para que este hecho no sucediera.
Según el comunicado municipal, las doce unidades de peral de Callery están «enfermas« debido a los defectos estructurales, la presencia de «heridas mal cicatrizadas y compartimentación incompleta, espiralización de raíces e inclinaciones del eje principal».
Tras aparecer los carteles, los vecinos del barrio del Oeste, apoyados por numerosas asociaciones vecinales y ecologistas, hacen un llamamiento a los ciudadanos para oponerse a la tala de los doce ejemplares que se quieren sacrificar; el consistorio insiste en separar este problema del diseño de la futura plaza. En un comunicado, numerosas asociaciones expresan sus dudas sobre las intenciones del consistorio y piden medidas alternativas, justo cuando han aparecido carteles pegados a los troncos de los árboles afectados.
Tras la pausa del domingo, el lunes operarios municipales regresan a la plaza del Oeste para talar nuevos árboles que se suman al eliminado el jueves tras la caída de unas ramas.
A pesar de la controversia, los vecinos se han encontrado con que maquinaria y personal de parques y jardines ha empezado a cortar los árboles a los que se había señalado con carteles por el riesgo de caída de ramas. La actuación causa un profundo malestar en el vecindario. La Policía Nacional identifica a algunos vecinos que protestan.
ZOES convoca una nueva reunión a las 9.00 de la mañana en la propia plaza. La convocatoria coincide con el plan del ayuntamiento para seguir cortando los ejemplares enfermos. Varias dotaciones de la Policía Local y la Policía Nacional acompañan a los operarios. Los nervios se disparan y un grupo de personas intenta impedir que se haga. Se produce una detención, hay dos policías heridos. Por la tarde, parques y jardines termina el trabajo y tala los últimos ejemplares.
El futuro de la plaza será sin sus actuales árboles, ya talados. A partir de ahora, toca completar el proceso participativo para diseñar la futura plaza que es ya un lugar de encuentros y actividades de la muy inquieta asociación del barrio. El Ayuntamiento tendrá que perseguir la participación vecinal tras lo ocurrido o aprobar el futuro diseño sin la opinión de los implicados.
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