Desde una cochera en Ciudad Rodrigo a escenarios de todo el país
Alúa Teatro mezcla humor, ternura y memoria rural en sus obras con títeres y máscaras
M.J. Carmona
Domingo, 20 de julio 2025, 18:02
Desde una cochera familiar en Ciudad Rodrigo hasta escenarios de toda España, el viaje de Adelia y Daniel con Alúa Teatro es el de quienes apuestan por el arte sin prisas ni atajos. Lo suyo no es solo teatro: es una forma de vida. Una búsqueda constante de belleza, emoción y vínculo, desde lo artesanal, lo visual y lo íntimo. Un teatro hecho a mano y con el corazón desde Salamanca.
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Se conocen desde la infancia, crecieron en el mismo pueblo y, aunque cada uno emprendió su camino -ella hacia las Bellas Artes, él hacia la interpretación-, años después decidieron crear algo propio, juntos. «Nos juntamos en Madrid, pero aquello era invivible. Mil trabajos, sin tiempo ni espacio para crear», cuentan. En 2020 regresaron a Ciudad Rodrigo y, como a todos, les pillo la pandemia, una pausa necesaria para regresar al origen, repensar la vida y apostar por el proyecto que llevaban tiempo soñando.
Así nació Alúa Teatro, con un nombre que alude a una especie de hormigas voladoras que solo aparecen un día al año. «Nos gustó esa idea de lo fugaz, lo etéreo… y también la sonoridad», explican. Aunque ahora barajan cambiarlo para englobar todo lo que hacen: desde espectáculos hasta formación, pasando por escenografía, una pequeña tienda de títeres y colaboraciones multidisciplinares. «Queremos crear una especie de productora que reúna todas nuestras líneas de trabajo», explican.
Su teatro escapa de etiquetas simples. No hacen comedias al uso ni reponen clásicos. «Nos cuesta definirnos. Hacemos teatro físico, usamos máscaras, títeres, hay mucho de lo plástico y de lo poético… todo lo construimos desde cero», explican. No delegan. No encargan guiones. Cada historia, cada personaje, cada escenografía, nace de sus manos. Y de su escucha.
Obras como 'No es el fin del huerto de Fermín', donde un niño criado en la ciudad descubre el mundo rural a través de su abuelo, o 'La espada y el dragón', que recientemente han retomado con música en directo, son buena muestra de su estilo: piezas que combinan humor y ternura, sencillas en apariencia pero profundamente cuidadas. «Queremos que la gente se ría, pero también se emocione. Que salga del teatro un poco más blandita por dentro», dicen.
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Su compromiso con el entorno rural atraviesa toda su obra. No es solo un tema: es una mirada. Han trabajado en festivales como 'Provincia Escena', colaborado con la Feria de Teatro de Castilla y León y llevado el teatro a colegios de pueblos pequeños como forma de crear nuevos públicos. «Nos interesa contar historias de aquí, de nuestra tierra, rescatar memorias, acentos, formas de vida que están desapareciendo», explican.
La vida de una compañía independiente en Castilla y León no es sencilla. Hay circuitos, pero pocos recursos. «A un pueblo le dan 6.000 euros para todo el año, y tienen que cubrir con eso Navidades, Semana Santa, verano… somos muchas compañías para tan poco pastel», explican. Por eso diversifican: Adelia crea escenografías, Daniel da clases en la Escuela Municipal de Teatro de Ciudad Rodrigo -la cual cuenta con inscripciones abiertas para el próximo año-, también colaboran como formadores y creadores con otros colectivos.
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Sus procesos creativos son lentos, orgánicos. «Cada obra es un viaje distinto. A veces tardamos uno o dos años en cerrar una pieza. Nos gusta probar, cambiar, ajustar en función de lo que sentimos y de cómo responde el público», cuentan. 'No es el fin del huerto de Fermín', por ejemplo, se ha representado más de 50 veces y sigue evolucionando. «Es como un organismo vivo. A veces improvisamos, incorporamos ideas del público. Nunca es exactamente igual», dicen.
En tiempos de urgencia y formatos virales, su apuesta por lo cuidado, lo sensible y lo comunitario es una declaración de intenciones. Alúa Teatro no busca ser viral, sino dejar poso. Crear desde lo pequeño, con el tiempo necesario, con las raíces puestas en la tierra que pisan. «Sabemos que vamos despacio, pero también que estamos construyendo algo sólido. Cada año sentimos que pisamos con más seguridad», concluyen.
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Y eso, en estos tiempos, ya es mucho.
Fechas de próximas obras
• 27 de julio: Tienda de tieres Alua en la Feria de Aldea del Obispo, Salamanca.
• 3 de agosto: No es el fin del huerto de Fermín, Martiago, Salamanca.
• 4 de agosto: El Robo, Castrillo de la Guareña, Zamora.
• 5 de agosto: Tienda de títeres Alúa Teatro Martes Chico, Ciudad Rodrigo.
• 6 de agosto: La Espada y el Dragón, Saelices el Chico, Salamanca.
• 11 de agosto: El Gran Caliban, Vitigudino.
• 12 de agosto: Venta de Títeres Alúa Teatro Martes Mayor, Ciudad Rodrigo.
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• 13 de agosto: La Espada y el Dragón, El Maillo, Salamanca.
• 14 de agosto: La Espada y el Dragón, Casillas de Flores, Salamanca.
• 20 de agosto: No es el fin del huerto de Fermín, Sardón de los Frailes, Zamora.
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