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Colchonerías Piñuela, en el paseo de Carmelitas. José Manuel García
Negocios de toda la vida

La colchonería más antigua de Salamanca que vivió el varear de la lana

Este comercio tradicional del paseo de Carmelitas tiene más de cien años de historia aunque en el local de esta calle lleva la mitad de ese siglo

Laura Linacero

Salamanca

Lunes, 25 de diciembre 2023, 10:23

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Aquellos años en los que los colchones de lana se vareaban en la calle desde primavera hasta finales del verano, la colchonería Piñuela ya estaba funcionando. Pocos recuerdan ya esa práctica y eso es sólo una muestra de cómo ha evolucionado este negocio que Jesús García, que regenta ahora el local, ha visto crecer desde 1978. Cuarenta y cinco años es el tiempo que lleva trabajando para los Piñuela aunque el negocio en sí, tiene más de un siglo, y el mítico local ubicado en el paseo de Carmelitas, la mitad de ese tiempo.

Y aunque no se atreve a decir que es el comercio más antiguo de Salamanca, lo que sí asegura al cien por cien es que es la colchonería más longeva de la capital. «Empezó con el vareo de la lana y las telas se cosían a mano. Eso yo lo he conocido pero no lo he hecho en el negocio», explica. Aunque es un negocio familiar y Jesús comenzó como un trabajador, prácticamente es uno más. «He topado más con esta familia que con la mía propia porque mis padres murieron muy jóvenes», asegura. Empezó como repartidor en la época dorada del negocio cuando se llenaba una furgoneta por la mañana y otra por la tarde: «Podíamos vender entre 20 y 30 colchones al día», recuerda.

Ahora ya de ese esplendor queda poco y aunque sigue funcionando, reconoce que la venta por internet y las grandes superficies le han hecho mucho daño. «Afortunadamente hay muchísima gente todavía que viene a probar los colchones, tocarlos, tumbarse y ver las sensaciones», comenta. Algo que resulta propio a la hora de comprar un colchón aunque la realidad es que no siempre es lo habitual. «No se me ocurriría nunca comprar un colchón por internet, es que ¡te tienes que acostar para saber cómo es!», remarca Jesús.

El típico gesto de apoyar la mano contra el colchón para comprobar la dureza no es una manía que se pueda reproducir en la compra online y tampoco la recomendación de un vendedor. «Sabes qué tipo de colchones tienes, los que mejor funcionan y cuáles necesita el cliente», explica. «Esa es de la manera que podemos competir», añade convencido. Y es que si hay algo que ni internet ni las grandes superficies tiene es el aval de varias generaciones. «Me viene gente diciéndome que su madre tenía un colchón que compró aquí y salió buenísimo. Esos días salgo satisfecho del negocio», asegura.

«Jamás voy a tratar de colocar algo que no funcione, y la gente confía en ello»

Entran buscando un buen colchón porque, aunque todavía queda mucho por andar, Jesús reconoce que cada vez se valora más un buen descanso. «Un colchón y la almohada tienen muchísima importancia», explica. «Antes daba igual dónde dormir, pero ahora se va teniendo más en cuenta», añade. Y no sólo un buen soporte donde dormir sino también alguien que no les engañe. «Yo jamás voy a tratar de colocar algo que no funcione, siempre vendo lo que es mejor para el cliente porque lo que es bueno para él, al final es bueno para mí», explica.

Con la confianza de un boca a boca satisfecho después de tantos años y con un camino recorrido tan cambiante, la pregunta es ¿dónde dormiremos en cincuenta años? Jesús ríe y reconoce que ya hay colchones inteligentes con los que puedes, desde una aplicación móvil, acondicionar el colchón. «Esos tienen un valor de 4.000 o 5.000 euros, pero Salamanca no es una plaza para pedir ese dineral por un colchón», explica. Con los que tiene a la venta asegura un buen descanso y la inversión del cliente nunca es fallida porque puede prometerle «que le va a durar muchos años».

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