Diecisiete negocios del centro de Salamanca, advertidos por tener rótulos inadecuados

La ordenanza municipal de rótulos se aprobó hace más de dos años. Se determinó que sería de obligado cumplimiento el pasado agosto. Finalmente, se comenzó a multar hace apenas cinco meses. Los tiempos se fueron ampliando para tratar de dar margen a los comercios de Salamanca a adaptarse a la nueva normativa, sin embargo, esa tregua llegó a su fin y comenzaron a imponer multas a aquellos negocios que aún no habían realizado los cambios oportunos. Desde ese momento, han sido diecisiete los expedientes sancionadores contra establecimientos.

La gran mayoría de estos expedientes sancionadores se han producido en los comercios del ágora de Salamanca. Hasta catorce han sido las multas registradas en la Plaza Mayor, lo que supone más del 80% del total. Cierto es que es la zona donde la vigilancia se ha intensificado al considerarlo una ubicación de máxima prioridad. Completan las tres restantes los trámites iniciados en un establecimiento en la Plaza del Peso, otro en la calle Concejo y en el Paseo de la Estación. Se trata de zonas con alta visibilidad y valor patrimonial, en las que la ordenanza exige criterios más estrictos para preservar la imagen urbana.

Muchos de los negocios que no cumplían con la nueva normativa han intentado adaptarse ha ella. De hecho, desde el 1 de enero de 2023, el consistorio ha recibido 244 declaraciones responsables para adecuar los rótulos de los negocios. De estas solicitudes, 96 ya cuentan con licencia concedida, 110 se encuentran en trámite y 38 han sido denegadas. Este elevado número de expedientes refleja que, aunque buena parte del comercio está en proceso de adaptación, aún queda camino por recorrer para cumplir con las exigencias municipales.

El reglamento establece un control reforzado en el ámbito central de protección del Plan de Gestión de la Ciudad Vieja de Salamanca y en el Conjunto Histórico. Fuera de estas zonas, la norma mantiene criterios específicos, pero con menor rigidez. El objetivo es, según fuentes municipales, «minimizar el impacto visual de la publicidad y lograr un paisaje urbano homogéneo y de calidad».

Las sanciones previstas en la ordenanza pueden alcanzar los 3.000 euros en los casos considerados muy graves, mientras que las faltas graves pueden suponer multas de hasta 1.500 euros y las leves, relacionadas con la falta de limpieza y ornato, alcanzan los 750 euros. El endurecimiento de la vigilancia busca evitar la prolongación de incumplimientos que, según el Consistorio, afectan a la imagen protegida de la ciudad.

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