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Hace apenas un año, cuando ya casi ni nos acordábamos de la pandemia y Ucrania no aparecía en casi ningún medio de comunicación más allá de sus fronteras, en un hogar de Salamanca, en la capital, con unos ingresos de unos 2.000 euros mensuales, que es lo que reflejan las estadísticas como cifra media, pagar la hipoteca se llevaba 434 euros cada mes. Ahora son 486.
Las cantidades pueden resultar poco elocuentes, pero dicen mucho. La subida de tipos de interés ha provocado que las familias tengan que hacer un mayor esfuerzo financiero para la compra de una vivienda. Así de simple.
Los porcentajes son más claros. Hace ahora un año, una familia de la capital tenía que destinar a pagar su casa un 21,7% de todo el dinero que entraba en ella. Ya entonces, el porcentaje era superior a la media nacional, algo que no sucedía en ninguna otra capital o provincia de Castilla y León. Más de uno de cada cinco euros de los ingresos familiares había que destinarlos a pagar el piso.
Bueno, pues ahora ya no son uno de cada cinco, son uno de cada cuatro, porque el porcentaje ha subido al 24,3%, siempre hablando de Salamanca capital.
Y de nuevo, los números están por encima de la media nacional, que se queda en el 23,5%, y superan con creces los de cualquier otra capital de la comunidad. Como ejemplo, Valladolid, la que más de acerca a Salamanca, se queda en un 20,8%, aún por debajo de lo que debían destinar las familias hace un año en la capital de Tormes.
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Y las cifras no mejoran si analizamos la evolución en la provincia. Como en el caso de la capital, Salamanca es también la provincia de Castilla y León en la que pagar la hipoteca más dinero se lleva cada mes. Del 17,4% en 2021, se ha pasado al 19,5%. Como ejemplo, la provincia con el porcentaje más bajo, Ávila, está seis puntos por debajo, que traducido a euros, es una buena cantidad.
El encarecimiento de la financiación provocada por la subida de tipos del BCE ha provocado que gran número de familias que hasta ahora podían aspirar a la compra con hipoteca de una vivienda ya no puedan hacerlo. Si en el escenario anterior a la invasión de Ucrania, cuando los tipos efectivos (el tipo medio que se paga por un préstamo sea este variable o fijo) rondaban el 1%, muy pocas de las solicitudes hipotecarias eran rechazadas por que los ingresos familiares hiciesen peligrar la denominada cuota hipotecaria. El porcentaje de rechazadas no llegaba al 2%. En el momento actual, cuando los tipos efectivos están alrededor del 3%, el porcentaje de rechazos se incrementa hasta el 11,9% del total en el conjunto del país. En el caso de Castilla y León es del 7,4%.
En el conjunto del país, el esfuerzo medio de las familias para hacer frente a la compra de una vivienda es del 23,5% de los ingresos familiares, frente al 20,1% que necesitaban hace un año. Este fenómeno se repite en todas las provincias y capitales españolas, según se desprende de un estudio realizado cruzando los precios de venta en septiembre de 2022, los costes financieros y la estimación de ingresos familiares en esa misma fecha.
Madrid es la provincia donde más ha crecido el esfuerzo necesario para comprar una vivienda, al pasar de una tasa del 27,2% de los ingresos familiares en el tercer trimestre de 2021 al 34,5% de este año. Le siguen los incrementos de Barcelona (del 29,4% al 35,6%), Baleares (del 26% al 31,8%), Guipúzcoa (del 34% al 39,1%) y Vizcaya (del 29% al 33,8%).
En el lado opuesto, las menores subidas de la tasa de esfuerzo se encuentran en las provincias de Zamora, que pasó de exigir un 13,4% de los ingresos familiares a un 14,2% en el tercer trimestre de 2022, Lugo (del 12,6% al 13,5%) y Cuenca (del 11% al 12%).
En el caso de las capitales la tendencia es similar. La mayor subida se ha dado en Barcelona, donde ha pasado de 35,4% al 49,7% de los ingresos familiares. Le siguen los incrementos de Madrid (del 32,5% al 41,3%), San Sebastián (del 38,7% al 46,8%), Palma (del 26,3% al 33,3%), Cádiz (del 25,8% al 31,9%), Bilbao (del 31,5% al 37,3%), Málaga (del 22,6% al 27,8%), Valencia (del 21% al 26%) y Sevilla (del 21,5% al 26,1%).
La ciudad de Zamora es en la que menos ha aumentado el esfuerzo necesario para adquirir una vivienda, pasando del 14,8% al 16,1%, seguida de Cáceres, que pasa del 15,1% al 16,6%.
Solo 4 capitales exigen un esfuerzo superior al tercio de los ingresos para comprar una vivienda. Barcelona, con el 49,7%, es la que más recursos familiares absorbe, seguida por San Sebastián (46,8%), Madrid (41,3%) y Bilbao (37,3%). A continuación se sitúan Palma, que se encuentra justo en el límite (33,3%) que recomiendan los expertos, Cádiz (31,9%), Vitoria (30,3%), Ceuta (29,7%), Málaga (27,8%) y Pamplona (27,8%).
La tasa de esfuerzo más baja, por el contrario, se encuentra en Ávila (16%), Zamora (16,1%), Jaén (16,2%), Lugo (16,3%), Cáceres (16,6%), Teruel (17,1%) y Ciudad Real (17,1%).
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