Parque de Bomberos de Villares de la Reina. José Manuel García

La inestable situación de los bomberos profesionales de Villares ante el desdén de la Diputación

Reclaman a la Diputación de Salamanca ser considerados trabajadores de la administración «después de 30 años trabajando para ellos»

Laura Linacero

Salamanca

Domingo, 26 de noviembre 2023, 09:58

Hace apenas unos días salía a la luz que la Fiscalía se sumaba a la denuncia de la Asociación de Bomberos Profesionales contra el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, por un delito de prevaricación administrativa y malversación al contratar bomberos voluntarios para prestar servicio en parques dependientes de la Diputación de Salamanca. Una irregularidad que se suma a las ya denunciadas en más de una ocasión por algunos bomberos profesionales del Parque de Bomberos de Villares de la Reina.

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«Estamos en una situación de fraude de ley porque la legislación expresa que todo el que esté trabajando para el parque de bomberos tiene que estar trabajando para la administración», asegura José Antonio Martín Marcos, bombero de la empresa externalizada por la Diputación. Un servicio externalizado que llevan años denunciando este colectivo para ser considerado un servicio esencial. «La realidad es que llevamos trabajando 30 años para la Diputación y su obligación es absorbernos como personal laboral», explica.

A raíz de lo ocurrido en el parque de bomberos de Ciudad Rodrigo se ha dado pie a ciertas comparaciones entre ambos parques aunque José Antonio remarca que no es la misma situación porque «nosotros somos bomberos profesionales de la Diputación, no somos voluntarios». A pesar de estar contratados por mediación de una empresa externa, tal y como aseguran, «la dirección y el control del servicio lo lleva la propia Diputación». Además, cumplen con un cuadrante, horarios, guardias por lo que «no es lo mismo que los voluntarios» y emplean todos los materiales de la Diputación de Salamanca.

«Si la justicia no nos da la razón, nos iremos a la calle después de 30 años trabajando para la Diputación»

Tras mandar varias reclamaciones a la Diputación, sin una respuesta convincente más allá de que «ellos tienen sus propios bomberos», algunos de estos bomberos profesionales han decidido denunciarlo y «que un juez determine, si la Diputación no nos quiere reconocer, si somos o no bomberos de la administración». Paco lleva 30 años trabajando en el parque de Villares de la Reina, de hecho es el bombero con más antigüedad, y tras haber pasado por dos empresas, aún no ha sido reconocido como trabajador de la Diputación. «Si no nos dan la razón, nos iremos a la calle después de 30 años trabajando para ellos», asegura José Antonio.

Hace unos meses la Diputación de Salamanca anunciaba la contratación de casi 50 bomberos para su plantilla que se sumarán a las 30 existentes actualmente. «Tengo claro que el futuro es el funcionariado, y no queremos quitarles sus plazas pero nosotros exigimos las nuestras», añade. Además, asegura que sería inviable que alguno de sus compañeros comenzara ahora un proceso de oposición. «Por muchos méritos, no estamos en igualdad de condiciones porque algunos no tenemos los requisitos académicos que piden porque en su momento no nos hacían falta», explica.

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¿Que pasaría si se repitiera un Monsagro?

Tras la reciente sentencia en la que se expresa que tiene que haber tanto bomberos profesionales como funcionarios y, por otro lado, que no puede estar gestionado por una empresa pues no es compatible con prestar un servicio público esencial, los bomberos profesionales recuerdan las palabras que el mismo presidente de la Diputación citó para justificar la contratación de voluntarios. «La profesionalidad de los bomberos está garantizada por su larga experiencia en el servicio», comentó en su momento Javier Iglesias. «Pues aquí tiene experiencia y profesionalidad, así que qué nos absorba de una vez como trabajadores de la Diputación», concluye José Antonio Martín.

Estas condiciones no sólo generan una situación inestable para estos profesionales, sino también para la sociedad salmantina. «Estamos con un servicio roto», comenta. La descoordinación al no contar con un servicio unificado se acentúa cada vez más: «Por un lado hay empresa, por otro voluntario, por otro el personal laboral, por otro interinos...», añade. Un contexto que lleva a la siguiente pregunta contestada con un suspiro: «¿Qué pasaría ahora si ocurriera un Monsagro?». «No lo sé», contesta José Antonio, «pero los parques de la Diputación se crearon porque en el incendio de Las Veguillas, en 1991, murió un niño, y con un servicio así no se puede garantizar la seguridad de los ciudadanos».

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