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Una desconocida joya arquitectónica de Salamanca, la iglesia de San Cristóbal, se librará de su herrumbrosa valla perimetral para mejorar la imagen de un lugar que tiene un premio por su rehabilitación y una historia de resurgimiento tras llegar a la ruina más absoluta.
La comisión técnico artística del municipio ha aprobado la retirada de la valla que delimita una descuidada zona verde en uno de los laterales del templo, que está oxidada y torcida y que afea el lugar. Sin ella, se podrá mejorar y cuidar con más facilidad. La petición tendría su origen en una petición de parques y jardines.
La valla desmerece una iglesia magnífica que ha sufrido un destino parecido al de la iglesia de la Misericordia, vecina en la misma plaza, que está siendo rehabilitada para convertirse en pisos turísticos en una actuación que remite a lo que ocurrió con San Cristóbal.
La antigua ermita de la Misericordia fue también utilizada para fines que no tenían que ver con el culto, como salón sindical y cine, hasta que se convirtió en sede de una imprenta.
El edificio no les interesa, les da igual; no es una carga, se lo pueden cargar: las autoridades no lo ponen en los planos turísticos, no lo iluminan, etc. Lo interesante es el suelo, al que darle un uso. No hay más. Van a lo que van. Ni siquiera lo salvan de las humedades. https://t.co/rnfzBMoxQv pic.twitter.com/THdfM3b8q4
— Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio SALAMANCA (@ACDPatrimonio) April 29, 2025
En el caso de su 'vecina' de plaza fue premiada hace unos años por la asociación Hispania Nostra, en 199, con una Mención especial en los premios de la asociación en la categoría de Conservación / Conservación y adaptación a nuevos usos.
La iglesia de San Cristóbal fue fundada en 1145 por los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén. Se trata de un templo románico con añadidos de estilos posteriores, de buena sillería, única nave y característicos canecillos bajo el alero. La iglesia fue convertida en escuela en los años veinte del siglo pasado, hasta que fue abandonada cincuenta años más tarde a causa de su estado de ruina.
La degradación del templo alcanzó su momento culminante con el derrumbe de la bóveda de la nave en 1985. Es entonces cuando comienzan las obras de restauración que habrían de durar diez años. Cuando acabaron en 1994, la iglesia había consolidado su estructura, saneado su fachada y elementos escultóricos, y se había descubierto una pequeña necrópolis, cuyos restos se muestran hoy a través de un vidrio de seguridad.
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