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Internior de la capilla ya sin tejado y detalle de su portada. SH
La obra en Salamanca que deja al descubierto una maltratada capilla barroca

La obra en Salamanca que deja al descubierto una maltratada capilla barroca

El edificio, con 600 años de historia, pierde su tejado para librarse de la cubierta de uralita y empieza a decir adiós a décadas de deterioro para transformarse en apartamentos

Félix Oliva

Salamanca

Lunes, 17 de febrero 2025, 19:10

La antigua capilla de la Misericordia, uno de los edificios históricos más deteriorados de Salamanca, ha empezado su transformación en pisos turísticos con la retirada de uno de sus puntos más problemáticos: la cubierta de uralita que tenía. Instalada en el tiempo en el que fue hospital, salón sindical o cine, sustituirla por una nueva era totalmente obligatorio y de hecho va a ser una de las primeras construcciones de la ciudad que se libren de este peligroso material.

El medio para lograrlo es su transformación en nuevos pisos turísticos en Salamanca que ha empezado ya y que permite ver su interior por primera vez en décadas. Una sencilla nave en la que poco queda de su uso original como capilla, salvo el artesonado de madera, y que tiene el reto de proteger sus valiosas portadas todavía milagrosamente en pie.

Las obras han empezado hace unos días casi en paralelo con la concesión de una licencia de rehabilitación para convertirla en apartamentos. Llevaba años cerrada y en situación de abandono tras haberse usado como sede de una imprenta, su último cometido en siete siglos de historia. El proyecto contempla convertir lo que queda de esta capilla en ocho apartamentos turísticos, para lo cual se han puesto condiciones.

Como se trata de un edificio protegido, según su ficha del catálogo municipal hay que conservar sus fachadas de piedra y sus huecos; se permitirá cambiar la cubierta, ahora con plancas de fibrocemento, por teja cerámica; y aunque la propuesta se considera respetuosa con el edificio, se pide definir claramente qué se va a hacer con la cornisa y la cubierta.

El edificio, con la cubierta retirada

Imagen después - La obra en Salamanca que deja al descubierto una maltratada capilla barroca

El edificio con su cubierta de uralita

Imagen antes - La obra en Salamanca que deja al descubierto una maltratada capilla barroca

El proyecto permitirá sacar el edificio de una situación de ruina inminente en la que se encontraba a pesar de los numerosos requerimientos que se han hecho a su propiedad, que recae sobre el Obispado de Salamanca, a la que ha habido que pedir en varias ocasiones que actuara para frenar su deterioro. Ahora su conversión al uso 'de moda', el de inmueble turístico, es la salida que se ha encontrado tras décadas de inmobilismo.

Lo primero que se ha hecho ha sido retirar la cubierta de placas de uralita y despejar todo el interior. A través de los accesos que dispone, una puerta lateral y su delicada portada principal, se puede ver el interior completamente vacío. Del techo sólo quedan las vigas de madera una vez se han retirado las placas, que contienen peligroso amianto que habrá que ir eliminando a partir de este año en toda la ciudad.

Obras de retirada de la cubierta.
El interior de la capilla, en la actualidad.
La portada original de la Capilla.
Parte del artesonado ya sin placas de uralita.
El edificio, cuando era una imprenta.

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Poco queda en su configuración actual de lo que fue el edificio Las portadas actuales son plateresca y barroca, de los siglos XVI y XVIII; esta última, muy decorada, hoy entre contrafuertes, se atribuye a Andrés García de Quiñones. Según la descripción de Fernando Araújo en «La Reina del Tormes» (1884), la Capilla de la Misericordia «ofrece en su exterior una fachadita barroca, cuajada de toscas tallas, follajes, colgantes, tarjetas, conchas y líneas quebradas, y en su interior una pobre navecilla cubierta por sencillo artesonado y adornada con altares barrocos», de los que no hay rastro.

El edificio lleva décadas sufriendo el deterioro por la falta de cuidados y el uso industrial de su última etapa, casi 50 años siendo imprenta. En 2014 la asociación Hispania Nostra la incluyo en su lista roja del patrimonio en peligro de desaparición, de la que no ha logrado salir. Ahora habrá que ver si su rehabilitación le concede un puesto en la 'lista verde' del patrimonio a salvo o si con la pérdida de valores originales pasa a la 'lista negra' del desaparecido.

Perdió su espadaña

El edificio es una pequeña joya del barroco, que tiene sus orígenes hace más de seis siglos y que recoge elementos del plateresco. Ha vivido mil historias, una de ellas, la retirada de su espadaña original, que acabó en otro templo de la ciudad: la iglesia vieja de Pizarrales. Fue en 1916, cuando a principios del siglo XX el Obispado cedió el edificio a la Unión Ferroviaria y Obrera como salón de actos culturales. Varias asociaciones han pedido que se restaure y, de paso, se le devuelva este elemento.

La capilla, con su espadaña original.

La Capilla de Nuestra Señora de la Misericordia tiene su origen en 1389, cuando Doña Sancha Díaz donó en su testamento una casa y un lagar para construir un albergue u hospital en el que inicialmente se atendía a romeros y peregrinos. En época de Felipe II desapareció como hospital, al igual que otros muchos, como consecuencia de la reorganización de hospitales según Real Cédula.

Posteriormente, gobernado por la Cofradía de Nuestra Señora de la Misericordia, se especializó en la atención a los condenados a muerte, hasta bien entrado el siglo XIX. Tras el episodio de la espadaña, en torno a 1945 comienza a ser utilizada como cine parroquial y desde los años 70 como imprenta.

En los últimos años ha estado rodeado de controversia ya que el ayuntamiento exigió a su propietario, el Obispado, que cumpliera con la normativa y procediera a su conservación, que acabó derivando en un proyecto para convertirla en apartamentos turísticos.

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