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El solar libre junto a la actual facultad y el proyecto de ampliación.

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El solar libre junto a la actual facultad y el proyecto de ampliación. JM García

Licencia y «máxima prioridad» para la nueva sede de una facultad clásica de Salamanca

En trámite los permisos para llevar a cabo el proyecto del nuevo aulario de Geografía e Historia que permitirá contar con más espacio para los alumnos y refuerza la apuesta por recuperar el ambiente universitario del centro histórico

Félix Oliva

Salamanca

Jueves, 7 de diciembre 2023, 08:20

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El campus histórico de Salamanca, el de las facultades en el centro monumental, va a crecer con la incorporación de una nueva sede que confirma el renacer de las instalaciones universitarias en el casco antiguo. Un parque que ha aumentado en los últimos años con la apertura del CIE en la plaza de los Bandos y la reforma del colegio San Bartolomé y que tiene un nuevo capítulo en Geografía e Historia.

La facultad, una de las clásicas que sobrevive en el centro histórico, va a tener un nuevo edificio para suplir las carencias de espacio del actual y dotar de nuevas aulas a su millar largo de alumnos. El proyecto está en marcha, cuenta con licencia y se espera el inicio de la obra de construcción durante 2024, para lo que hay proyecto y presupuestos. Algo que contribuirá a seguir recuperando la vida universitaria perdida en los últimos años con el paso de muchas facultades al campus moderno.

El equipo rectoral otorga «máxima prioridad» al proyecto del nuevo aulario de Geografía e Historia que va a empezar a dar pasos. De momento, la solicitud de licencia para el proyecto ha llegado a la comisión territorial de patrimonio que ya la ha analizado. La actuación consiste en la ejecución de un nuevo ala y la adecuación del edificio existente, un proyecto largamente esperado y reivindicado tanto por los responsables de la facultad como por los alumnos.

El nuevo edificio tendrá tres plantas, dos para aulas y una para despachos. Integrará los restos arqueológicos encontrados hace años en una zona donde había conventos y los primeros colegios universitarios y se fundirá con la actual sede de la facultad.

La ampliación de la dotación de aulas de esta facultad es una necesidad para un centro que supera el millar de alumnos en sus cinco titulaciones y que necesita más espacio. Hace años que se planteó la construcción de un nuevo aulario, y hasta en dos ocasiones estuvo proyectado, pero no se concretó hasta ahora, que parece ser la definitiva. La crisis impidió el primer proyecto y un segundo, en un edificio de cristal, fue rechazado por la comisión técnica de patrimonio.

La facultad actual surge de una intervención para levantar un edificio de nueva planta integrándolo en los restos del colegio de San Pelayo, renacentista y cuyo inicio se data en 1573. Mantiene su enorme fachada. En la ficha de protección se recoge que el solar incluye un fragmento de la muralla y permite la inclusión de nueva volumetría según plano de fondos y alturas.

El actual edificio se asienta sobre una parcela de casi 6.000 m2 y la superficie construida es de más de 9.700 m2. Se inauguró en 1991 y desde el primer día se conoció la peculiaridad de que iba a compartir el solar que ocupa con un importante yacimiento de restos arqueológicos que incluyen parte de la cerca vieja y restos del antiguo colegio de San Pelayo, conocido como 'los verdes'.

El edificio de Geografía e Historia, desde su entrada principal y el solar trasero. JM García
Imagen principal - El edificio de Geografía e Historia, desde su entrada principal y el solar trasero.
Imagen secundaria 1 - El edificio de Geografía e Historia, desde su entrada principal y el solar trasero.
Imagen secundaria 2 - El edificio de Geografía e Historia, desde su entrada principal y el solar trasero.

El proyecto básico ya es conocido, la licencia que se solicita va a aparejada al mismo, y los siguientes pasos son redactar el proyecto de ejecución y licitar las obras. La idea es empezar la construcción a comienzos de 2024 y que en dos años esté terminada, pero independientemente de los plazos se le va a dar la mayor prioridad posible.

El nuevo ala tendrá que integrar los restos arqueológicos desperdigados por el solar que, de paso, se adecentarán para incluirlos en las rutas turísticas que ha desarrollado la ciudad en esta misma zona, como el cerro de San Vicente, el Botánico o las murallas. La Usal ya tuvo que hacer lo mismo con restos aparecidos en el solar del antiguo Colegio San Bartolomé cuando fue reformado.

Revitalizar el campus histórico

Esta obra, junto con las del CIE Usal o el nuevo colegio San Bartolomé, refuerzan la idea de recuperar con fuerza los campus históricos, con muchas facultades en el centro monumental. Sin embargo, la influencia de otras universidades americanas y europeas llevó a muchas españolas a plantear modernos campus externos; la Usal se resistió bastante, pero también hizo el suyo propio, el de Unamuno.

Sin embargo, en los últimos años se han dado pasos para revitalizar el campus antiguo y devolverle el protagonismo que perdió con el traslado de las actividades de mayor peso y alumnado a los nuevos edificios. Eso permitirá darle nueva vida a viejas instalaciones y recobrar el ambiente universitario del centro histórico perdido en los últimos años.

Así se ha hecho, por ejemplo, con la reforma del edificio del antiguo Banco de España en la plaza de Los Bandos que es desde hace unos meses la nueva sede del Centro Internacional del Español, buque insignia de la Usal.

Una suerte parecida corrió el nuevo edificio del 'Bartolo', el antiguo Colegio de San Bartolomé, el más antiguo de la ciudad y que se renovó por completo con la reforma de su sede y el añadido de un nuevo ala para acoger la rama de Cursos Internacionales.

El nuevo edificio

Se trata de un edificio de dimensiones contenidas, una ampliación de lo existente, aprovechando la edificabilidad disponible de unos 1.300 metros. El edificio va a ir exactamente sobre una zona próxima al departamento de inglés en un lugar donde ya había un pequeño edificio que se eliminó con vistas a las excavaciones. Se harán dos plantas de aulas, repartidas en cuatro aulas grandes de 120 estudiantes y una última planta de despachos para los profesores que en estos momentos están fuera del edificio actual.

El decano, José Luis de las Heras, recuerda que las primeras gestiones se hicieron en 1987 y se inauguró en 1991, con la titulación todavía en fase inicial, pero ahora con la titulación totalmente definida y su planta de profesorado completamente repleta hace falta más espacio.

El decano asegura que «el proyecto es respetuoso con el entorno y va a quedar mejor que en la actualidad», con los restos más destacados integrados en el nuevo edificio. Son instalaciones que van a ser de utilidad para toda la comunidad universitaria ya que actualmente esta titulación hace parte de su docencia en San Isidro, que quedará disponible para otras actividades.

El decano espera que en 2024 las obras estén adjudicadas y listas para comenzar, dado que presupuesto existe: para este mismo ejercicio había dos millones de euros consignados y la financiación está asegurada. Las obras podrían prolongarse durante dos o tres años.

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