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Uno nuevo adiós, un nuevo cierre, un nuevo punto y final. Salamanca ve morir su negocio de siempre, el de toda la vida, el que te saluda todas las mañanas antes de comenzar el día, el que te pregunta como ha ido la jornada en tu regreso a casa y que sabe lo que vas a pedir cuando ni siquiera has entrado por la puerta. Situado en la Plaza Basilios, como formando parte de un decorado que parecía irrompible, el kiosco, papelería y librería de Heraclio Vicente tiene dos carteles en rojo pegados en sus ventanas. 'Liquidación por jubilación se puede leer'.
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Dentro, el dueño del negocio que no del local, acompañado por su hijo, habla más que piensa. No quiere imaginarse el momento en el que cierre la trapa por última vez. Mientras tanto, los vecinos le repiten una y otra vez: «No te vayas, por favor. Quédate».
Después de 33 años detrás del marcador, analiza el momento de la pequeña empresa de forma pesimista: «El negocio pequeño, de barrio, va desapareciendo, por el hábito de consumo tan diferente que hay en los últimos diez, doce años. Ahora es muy difícil sobrevivir. Es verdad que hay ciertos puntos que son de paso en la ciudad y que pueden vivir algo mejor, pero cada día menos. Por desgracia, claro«.
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Laura Linacero
Llega a confesar que gracias al «respeto» de sus clientes, leales algunos durante décadas, ha subsistido tras la pandemia. «Ellos me han mantenido. Pero toda la prensa que vendía... ahora ya nada, ha caído testimonialmente», explica.
¿Y un posible relevo? «No, por varias cuestiones. Por un lado, el local no es mío y el último contrato que se firmó finaliza. Los nuevos dueños quieren vender el local. Por otro lado, aunque lo tuviera no quisiera que mis hijos se dedicaran a ello. ¿Por qué? Porque aunque acabes al final del día con el bolsillo lleno para poder vivir, no dejas de trabajar. Yo abro a las 7 me voy a las 15, vuelvo a las 17 y me vuelvo a ir a las 21; sábado, domingo, lunes y todos los días«.
Una nueva etapa. «Todavía no me lo he planteado. Todavía no. Será un momento duro, pero hay que pasar página. Hay que cambiar de etapa y mi momento ha llegado».
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