Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
A punto de cumplir su sexto mes de vida, la Drupa ya presume de un solete de la Guía Repsol basado en las recomendaciones de chefs de la ciudad. El mismo Carlos Hernández, propietario del restaurante Consentido, lo coloca en el mapa de esta exclusiva lista por la calidad de su oferta. «Un buen sitio para desayunar por sus tostas hechas con buen producto y unos cafés de origen microtorrefactado de escándalo», comenta el cocinero. Es sólo una recomendación -aunque no cualquier recomendación- pero guarda la esencia que quiere transmitir el equipo de esta nueva cafetería de especialidad.
Bares con historia
Esa filosofía que heredó de su hermano mayor -Café y Queso- y que pretenden continuar en un proyecto innovador. «Buscábamos la expansión porque el otro local era muy pequeño para hacer cursos, catas o desayunos más elaborados», comenta Radi, emprendedora de esta idea. Con la idea de explotar al máximo las posibilidades y ubicado en pleno centro de Salamanca -en la Plaza San Juan Bautista- buscan convertirse en referencia de la alimentación más real. «Trabajamos con empresas pequeñas y productos muy artesanos», comenta junto a su compañero Pedro.
Una intención arriesgada en un mundo donde la globalización se come el emprendimiento. «Nuestra idea es apostar pos esos pequeños productores e intentar que esta filosofía cale en los clientes», aseguran. Sin embargo, también tienen que sucumbir a la realidad. «Te ves obligado a tener también marcar comerciales pero no vamos a renunciar a defender los productos naturales», apunta Radi. Atender la demanda es la base de un negocio que, lamentablemente, no puede «vivir de los valores». Quizá en la carrera por la supervivencia, la adaptación es la única salida.
Eso sí, el mimo, el esfuerzo, el cuidado en cada detalle y la garantía de calidad en la oferta es lo que abanderan en Drupa. «Claro que puede tener un precio más alto, y un mayor tiempo de espera, pero el resultado no decepciona porque se nota que es de calidad», asegura Radi. No funciona a golpe de microondas, ni con zumo reposado ni con productos recalentados. El tomate se ralla al momento, el zumo de naranja se exprime para cada pedido, trabajan el cacao puro y el café no necesita ser endulzado. «Es una cafetería de especialidad y tratamos de ofrecer lo mejor», comenta Pedro.
Ofrecer lo mejor implica rodearse de lo mejor. Y en eso, tanto Radi como Pedro, lo tienen claro. Trabajan con pequeños productores y se aseguran de conocer todo el proceso hasta que llega a sus manos. «El café viene de una finca muy pequeñita, se recoge a mano cada grano, sabes quién lo hace, cuándo se tuesta y tienes la cara del productor e incluso su familia», añade. Una relación de confianza que establecen con sus proveedores para transmitirla también a sus clientes. «Cuando lo prueban y conocen el proceso, lo entienden».
Cada elaboración que ofrece La Drupa tiene detrás una historia personal de la mano de esos productores que hacen posible la carta. La Kombucha es un ejemplo de ellos: dos jóvenes que empezaron a experimentar en su garaje y acabaron envasándola en latas para comerciarlo. Cada una de ellas está elaborada, envasada y etiquetada por ellos mismos en su fábrica de Otero de Herrros, un pequeño municipio segoviano. Ahora son referencia de este producto y, con la etiqueta de 'cero mierdas' presumen de no llevar ningún aditivo. «Nosotros les conocemos casi desde el principio y también es muy ilusionante formar parte de alguna manera y haber vivido su evolución», apuntan.
También trabajan con un productor de manzanas en una aldea de A Coruña que, como si el destino estuviera escrito, se ha aliado con Fuzz-Co para hacer la kombucha de manzana. «Sabes cómo lo cuidan, cómo se esfuerzan para que esté todo perfecto, que apuestan por la sostenibilidad y al final dices: 'algo estamos haciendo bien'», añade Pedro. Esa sensación es lo que les lleva a tirar para adelante con uñas y dientes, el convencimiento de un buen servicio. «Aunque no rente tanto a nivel económico, a nivel personal sí», sentencia Radi.
Con tan sólo seis meses de vida resulta complicado tener una amplia colección de anécdotas. Sin embargo, ya tienen algún recuerdo que guardan con cariño. Como el desayuno que compartió con su familia la capitana de Perfumerías Avenida, Silvia Domínguez, al poco tiempo de abrir las puertas de La Drupa. «Estaba toda la gente de la plaza nerviosa», recuerda Pedro. A pesar de que él trató de mantener el tipo y, como él mismo reconoce, «hacerse el tonto», los forofos de las azulonas no pudieron evitar sacarse una foto a golpe de selfie. «Aunque te haga ilusión, procuro dejarles intimidad y que disfruten de sus ratos de ocio», asegura.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
¿Qué pensión pueden cobrar las amas de casa y cuánto dinero?
Las Provincias
Muere el culturista Matheus Pavlak a los 19 años
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.