Las nuevas líneas de bus entre tres barrios y el Hospital arrancan al ralentí

La 14 y la 15, dos líneas completamente nuevas, empezaron a funcionar el pasado día 1 de junio, el mismo día que entraba en vigor el nuevo contrato del servicio del bus urbanos para los próximos diez años. Los dos nuevos trayectos constituyen una de las grandes novedades del servicio, además de la incorporación de búses eléctricos, nuevas marquesinas y prestaciones como sistemas de pago.

Según los datos municipales, su estreno ha sido a bajo ritmo. Desde el 1 al 7 de junio sumaron 1.340 viajeros la 14 y 629 la 15, menos de 2.000 entre ambas. A día de hoy, el bus urbano sigue recuperando el pulso perdido durante la pandemia: en lo que va de año ha incrementado un 21% el número de usuarios en comparación con 2022, pero todavía le falta recuperar un 11% con respecto a 2019, el año previo a las restricciones por el Covid.

En total, unas 45.000 viajeros suben cada semana a alguno de los vehículos del servicio urbano, de los cuales menos de 300 han sido de las dos nuevas líneas. La cifra es baja y desde la concejalía se apunta a varios factores.

En la última comisión informativa de Policía y Tráfico, el concejal del área, Fernando Carabias, reconoció que los primeros días habían transcurrido con «desconocimiento y sorpresa por parte de los usuarios». El propio Carabias lo sabe bien: el día de estreno comprobó personalmente el funcionamiento subiéndose al bus en persona y ya detectó la baja ocupación.

En cuanto a su futuro, el concejal espera que poco a poco tenga influencia en el tráfico y que estas nuevas líneas conquisten a usuarios que decidan dejar en casa el coche. Y también es previsible que haya trasvase de usuarios de otras líneas que opten por estas nuevas. En cuanto a ajustes, es posible que se modifiquen horarios para evitar que los autobúses de estas nuevas líneas coincidan con los de otras, especialmente en las paradas de cabecera de cada línea.

Las linea 14, entre El Zurguén y Huerta Otea, y la 15, entre Capuchinos y el Hospital, persiguen precisamente acercar estos dos barrios, además de los de Pizarrales y Blanco, con la zona sanitaria y universitaria de la ciudad. Su origen está en una fuerte reivindicación vecinal, con lo que sorprende la discreta acogida que han tenido en su comienzo.

Durante muchos meses, las asociaciones vecinales de los barrios afectados solicitaron la mejora de las conexiones urbanas y, en concreto, poder estar conectados directamente con el Hospital. El consistorio les transmitió varias propuestas que no les convencieron y, tras algunas movilizaciones, la concejalía decidió incorporar estas dos nuevas líneas que ahora han iniciado su andadura.