Las paradas de taxi de Salamanca en las que es un infierno trabajar y esperar en verano

El sol del verano puede resultar muy sofocante en algunas calles de Salamanca. Y si caminar por ellas se hace complicado, aún lo es más trabajar sin sombra y entre cristales. Eso es lo que les sucede a los taxistas en numerosas paradas de la capital salmantina en las que los rayos solares inciden sin piedad durante muchas horas del día.

En Castilla y León se considera que cuando se trabaja a temperaturas a partir de los 30ºC hay que extremar las precauciones y si se hace por encima de 33ºC se puede estar en una situación de verdadero peligro. Y en la época estival es habitual superar estas cifras en la ciudad.

Por este motivo, Radiotaxi Salamanca lleva algunos años solicitando al Ayuntamiento que tome medidas para proteger a este sector, como se está haciendo desde hace años en multitud de municipios de toda España. Ya se lo pidieron en su día a Fernando Carabias y mantienen la reivindicación con Ángel Molina, actual concejal de Protección Ciudadana, Tráfico y Transportes.

Marcelino Pérez, el presidente de la asociación que representa a todos los taxistas de la ciudad, explica que lo que necesitan son pérgolas con toldos como los que llevan años instalándose en municipios de toda España, desde los más turísticos a los más cercanos, como puede ser el caso de la vecina Zamora, que tiene casi todas sus paradas al sol cubiertas.

Esa sencilla estructura (a la que en invierno se le retiran los toldos) supondría una enorme mejora tanto para ellos, como para los clientes que también se ven obligados a esperar, achicharrados, a pleno sol.

Algunas de las paradas más afectadas por este problema se encuentran entre las más demandadas. Para detenerse en ellas y esperar los servicios, a los conductores no les queda otro remedio que hacerlo con el motor arrancado y el aire acondicionado encendido. Esto implica un gasto extra para los taxistas que se ven obligados a estar consumiendo combustible de parados, pero sobre todo supone estar emitiendo constantemente gases contaminantes al aire. Sólo 11 de los 223 taxis de la ciudad son eléctricos en la actualidad y el Consistorio tampoco ofrece ayuda alguna para que la flota se vaya pasando a este modo menos contaminante.

«Estar todo el rato con el aire acondicionado encendido tampoco es la solución», denuncia Marcelino Pérez, que asegura que como la mayor parte de los asientos de los coches actualmente están fabricados con polipiel o similares, aunque esté el sistema de climatización encendido muchas veces los clientes al sentarse se quejan de que están muy calientes.

Desde este colectivo destacan que la instalación de elementos que den sombra a las paradas no es un capricho, porque son muchas horas al día parados a pleno sol y eso supone riesgos para la salud. Aunque salgan de los vehículos, no tienen dónde resguardarse.

Aunque son bastantes las paradas que durante muchas horas del verano parecen un infierno en llamas, desde el Ayuntamiento no se ha dado solución al problema. El presidente de Radiotaxi Salamanca afirma que «se escudan en que Salamanca es un conjunto histórico y no se puede poner nada». Sin embargo, son pocas las paradas que estén en zonas monumentales a las que pueda afectar y a menudo sí se permite a los establecimientos hosteleros cercanos poner las correspondientes sombrillas en las terrazas.

Sí da el sol en la de la plaza del Mercado, junto a la Plaza Mayor. Pero desde la directiva de la asociación detallan que tanto ellos como los clientes pueden refugiarse en los soportales, lo que les ayuda a permanecer allí. Además, es un lugar para el que no piden pérgolas porque son muy conscientes del entorno monumental en el que están. «Hasta ahí llegamos», apuntan.

De entre todas las paradas de la ciudad, hay algunas que resultan más problemáticas por las altas temperaturas que alcanzan debido a la gran cantidad de horas que están expuestas al sol, tal y como señalan desde de Radiotaxi Salamanca. A continuación contamos dónde están y algunas de las características por las que el colectivo considera que deberían contar con pérgolas u otros elementos de sombreado. Aunque hay una en la que saben que tendrán que seguir sufriendo por estar en pleno entorno monumental

Usuarios y taxistas coinciden en criticar que las administraciones proyecten nuevas infraestructuras sin pensar en los servicios básicos asociados, como es el caso del transporte público (también el autobús). Junto al nuevo hospital, las personas que optan por estos medios sufren los rigores del tiempo con fuerza. En concreto los taxistas señalan que esta parada está al sol todo el día y los pacientes que salen se ven obligados a esperan al sol. «Es inhumano, muchas son personas especialmente sensibles, mayores y enfermos», apuntan desde la directiva, que lamenta que llevan pidiendo una solución desde que se abrió el Hospital.

Los viajeros y el resto de personas que utilizan esta parada, que también pasa la mayor parte del día al sol, tienen que armarse de valor para coger un taxi. Se trata de una parada con bastante demanda y en la que suele haber muchos taxis que sufren este problema.

El sol da en esta parada durante todo el día. El argumento de que no se pueden poner toldos en este enclave porque tendría impacto visual en el patrimonio monumental no se puede aplicar aquí, a juicio de los representantes de la asociación.

Desde media mañana hasta la noche esta parada, junto a otro centro hospitalario de la ciudad, está castigada por el sol. El enclave está próximo al centro de la ciudad y muchos usuarios la eligen por ello, como la anterior.

También desde el mediodía, cuando el sol tiene más fuerza, incide en esta parada, frente a la plaza de toros. Alrededor hay espacio para instalar una pérgola que librara a los usuarios de las esperas al sol incluso en las todavía calurosas tardes de septiembre, en plenas Ferias.

Por las tardes el sol la convierte en otro horno, por lo que a los profesionales les cuesta mucho permanecer en ella. Pero también a los usuarios les resulta insufrible esperar allí.

En el trastormes, la parada del barrio de San José, en la avenida de Hilario Goyenechea se suma a las que arden desde media mañana hasta la noche y que esperan una solución.

En la estación de trenes, detallan, también da mucho el sol, pero durante menos horas, solo por la tarde, y los usuarios y profesionales tienen más espacio para guarecerse.

Los taxistas de Salamanca saben que este espacio es especialmente estratégico para que los clientes que están en el centro puedan desplazarse al resto de la ciudad. Son conscientes de que su ubicación privilegiada, en la plaza del Mercado tiene muchas ventajas, pero un inconveniente que saben que no pueden evitar. Consideran que junto a la Plaza Mayor no se pueden colocar estructuras para proteger los coches. Pero los soportales les cobijan a ellos y a los clientes.

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