Borrar
Las noticias imprescindibles de Salamanca este sábado 14 de diciembre
Sara y Luis, salmantinos en Valencia
La pareja de Salamanca en la zona cero de la DANA: «Esa gente nos necesitaba, es desolador»

La pareja de Salamanca en la zona cero de la DANA: «Esa gente nos necesitaba, es desolador»

Luis y Sara viajaron en cuanto pudieron a Valencia. Allí pasaron tres días que definen de «desolación, angustia y abandono»

Martes, 5 de noviembre 2024, 11:26

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Toda ayuda es poca. Toda ayuda resulta insuficiente. Quieres hacer más, pero no puedes, quieres que todo se solucione, pero ni una varita mágica parece tener la capacidad de acabar con la tragedia que Valencia vive desde hace ya una semana. Sin embargo, la creencia de que muchos pequeños granos de arena consiguen crear algo grande, ha hecho que los vecinos de las zonas afectadas sobrevivan. Sobrevivir gracias a gente buena, a personas voluntarias, a la empatía. Es el caso de Sara y Luis. Una pareja salmantina, él técnico en emergencias sanitarias, ella psicóloga.

«Esa gente nos necesitaba», responde Luis a la pregunta de qué les motivó a ir. Lo que a todos sí, pero muchos solo lo pensamos, ellos dieron el paso. Él salió de una guardia las nueve de la mañana y a las cinco de la tarde estaba en Valencia. «Mandamos solicitudes para ser voluntarios pero nadie nos decía nada, nadie respondía. No podíamos esperar. No debíamos esperar. Lo importante era ayudar y cuanto antes», continúa relatando.

Llegaron y sintieron «miedo». Miedo por la oscuridad, por el silencio y por el aviso de saqueos por la noche. La Policía Nacional les obligó a irse a su hotel y volver al día siguiente por su seguridad. Había toque de queda. No se podía caminar por la calle. Les llegaron a asegurar que los atracadores iban armados con machetes. Lo mejor y lo peor de la sociedad en una misma imagen.

Fue al día siguiente, el sábado por la mañana, cuando se pusieron manos a la obra. Habían ido con la intención de desempeñar sus funciones, pero lo urgente era ponerse a barrer, ayudar a quitar barro, agua y escuchar a la gente. «Es lo que más destaco, el calor de los vecinos. Al verte ayudando, sin conocernos de nada, se preguntaban si quedaba gente así. Me emocionaba. Nosotros solo queríamos ayudar, en lo que fuera», cuenta Luis. «La realidad al llegar allí nos sobrepasó. Porque había tantas cosas que hacer... para empezar, que pudieran entrar por la puerta de su casa», enfatiza.

«Es desolación, angustia y abandono. Allí se trabaja todo el día«

Esa realidad. ¿Cómo se puede definir? «Veíamos álbumes de fotos por el suelo. Veíamos personas pidiendo agua. Gente llorando sin parar. Gente que se agarran y se refugian en nosotros, los voluntario. Es desolación, angustia y abandono», analiza Sara. «Y trabajo», completa su pareja, «allí se está trabajando todo el día. Hace falta barrer, limpiar empujar muebles, mesas, quitar el fango...».

Desde el punto de vista psicológico, Sara no pudo ejercer como consecuencia del estado de shock en el que se encuentran los vecinos afectados, «no llegan a ser conscientes». «Están en el trance de decir, es una tragedia, pero igual ha solución. El problema vendrá en diez días. A partir de ahora vienen todavía peores momentos, porque dejarán de estar en el foco y la gente seguirá con sus vidas. Ahí es donde se dejarán ayudar. Pero ahora mismo ni siquiera te piden ayuda. Se la ofreces», explica.

«Observé mucha falta de organización en materia sanitaria; hospitales de campaña, puestos de primeros auxilios, no vimos absolutamente nada»

A Luis, técnico en emergencias sanitarias, le sorprendió la falta de atención sanitaria en la zona. «Observé mucha falta de organización, no tanto en Cruz Roja, sino en el ejército; hospitales de campaña, puestos de primeros auxilios, no vimos absolutamente nada. No había nadie que se hiciese ver como sanitario. Hablamos de la necesidad de curas básicas como cortes, vendajes, ampollas...», dice.

«Nosotros nos guiábamos por grupos de voluntarios de WhatsApp en los que se pedían ciertas cosas en ciertas calles y así nos íbamos organizando. Pero siempre nos organizábamos los mismos, los voluntarios, el pueblo... Aunque seguro que ahora hay menos desorganización», subrayan.

Volver a Valencia

Después de haber ayudado sienten que todavía pueden hacer más. «Es que se va a poder hacer mucho durante mucho tiempo. Además, ahora sabríamos qué llevar y cómo, porque ya hemos estado allí. Necesitan gente que limpie y que mueva muebles, más allá de donar ropa. Todos los que vayan van a sentir que pueden hacer mucho más», finalizan.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

salamancahoy La pareja de Salamanca en la zona cero de la DANA: «Esa gente nos necesitaba, es desolador»