Los próximos pasos de la obra 'de nunca acabar' en Salamanca: «muy avanzada» pero sin fecha de explotación

Las obras de electrificación de la línea Salamanca-Fuentes de Oñoro entran en una última fase que, como todas las anteriores, está plagada de incógnitas en cuanto a fechas y calendario. La conversión de la línea 120 a tracción eléctrica se ejecuta con un importante retraso sobre lo previsto: van camino de los cinco años, pero parece que asoma un final que no se producirá, al menos, hasta la segunda parte de 2026 como pronto.

En respuesta a una consulta de este medio, Adif asegura que «las obras de electrificación de la línea Salamanca-Fuentes de Oñoro/Vilar Formoso se encuentran en fase muy avanzada». Eso supone que su finalización está en el horizonte, después de mucho tiempo. El proyecto tenía que haberse ejecutado en 2021, según la previsión inicial, y ha ido retrasándose de uno a otro Gobierno, con PP y PSOE, hasta el punto de que no hay una fecha fija de finalización. Y mientras tanto, su línea gemela en Portugal ya está abierta y con trenes circulando.

Se habló de comienzos de 2025, pero ha sido imposible porque, tras cuatro años parado y con el apeadero de La Alamedilla hecho escombros, el proyecto ha tropezado en una cuestión concreta: la adaptación de la altura de puentes, pasarelas y pasos bajo los que la vía atraviesa Salamanca. Había que dejar sitio para catenarias y cables y eso se ha complicado.

Es a su paso por la capital donde se han presentado más problemas. Primero fue en el apeadero de La Alamedilla y, después, con el derribo de varios puentes y pasos elevados que no daban la altura para meter los cables de la electrificación. La obra en su conjunto va a costar mucho más de lo inicialmente presupuestado tras adjudicarse por

Estos son los próximos pasos que hay que dar, los últimos antes de su puesta en funcionamiento.

Ahora mismo están atascadas en una compleja obra que obligó a demoler un viaducto de salida en la capital y a las que le quedan meses. Una vez demolido este verano el paso anteriormente existente en Saavedra y Fajardo, se ha procedido a la construcción del nuevo con un plazo de ocho meses desde el 1 de julio, de los cuales han transcurrido casi la mitad. Si se cumplen los tiempos de obra, en febrero debería estar terminado el nuevo viaducto, una obra de envergadura.

Se trata de un vial de varios carriles y dos sentidos de circulación que conecta el centro del municipio con los barrios de San José y el Zurguén y con la zona de polígonos industriales. Además, es vía de salida hacia las autovías. Ha obligado a hacer un cambio total del tráfico en la zona.

Ya se han ejecutado las cimentaciones de lo que será el nuevo paso superior y actualmente se está trabajando en el hormigonado de los estribos (apoyos en cada uno de los dos extremos del puente), para posteriormente proceder al lanzamiento de vigas y prelosas. Finalmente se hormigonará el tablero que unirá ambos estribos de la nueva estructura.

Una vez concluidas todas las obras de ampliación de gálibos, como la de Saavedra y Fajardo, se completará el tendido de postes y cableado en esas zonas y podrá llevarse a cabo la electrificación en todo el recorrido. Según ADIF, la electrificación está terminada desde Fuentes de Oñoro a la estación de Tejares, ya en el municipio de Salamanca, incluyendo la conexión a los sistema de comando y energía.

En estos momentos, la electrificación se interrumpe en esta estación de mercancías antes del paso por el viaducto de la antigua carretera de Béjar, pero también faltan cables, por ejemplo, en la playa de vías del puerto seco de Peña Alta.

Cuando esté toda la obra concluida, se enviará el expediente de puesta en servicio a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF) que, como corresponde a su competencia, será el órgano que autorice el momento de entrada en explotación.

Según normativa, antes de la puesta en servicio de líneas ferroviarias, de sus tramos y de las estaciones o terminales pertenecientes a la Red Ferroviaria de Interés General, cualquiera que haya sido el procedimiento de construcción, será necesario contar con una autorización emitida por esta agencia estatal.

Eso incluye no sólo las líneas de nueva creación, sino aquellas infraestructuras en las que se han hecho cambios, como es el caso. De hecho, se ha decidido que esta línea se someta a esta nueva inspección.

La AESF otorgará la autorización a la vista de numerosos documentos, entre los que se incluye la comprobación de la obra y la documentación acreditativa de la ejecución del plan de pruebas que se establezca. La autorización de puesta en servicio se otorgará en el plazo máximo de cuatro meses una vez que se le haya facilitado toda la información solicitada.

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