El récord del bus urbano que puede caer en puertas de la subida de tarifas

Casi cuatro años después del parón de la movilidad por la pandemia, el bus urbano de Salamanca está a punto de recuperar los niveles de viajeros que tenía entonces. Lo hará previsiblemente antes de final de año cuando supere el récord de 13,6 millones de viajeros de 2019, hito que llega en puertas del final de las bonificaciones que han convertido los viajes en autobús en la ciudad en casi gratis para miles de personas.

El servicio municipal más demandado llega a este final de 2024 totalmente recuperado de los efectos de la pandemia. Ha llevado su tiempo, casi cuatro años completos contando con 2020, cuando a partir de marzo se restringió la movilidad durante semanas para después limitarla. La prevención del contagio impactó directamente en el bus urbano, con vehículo en cocheras y, después, reducción de aforo y medidas de higiene y distancia.

Las limitaciones a la movilidad duraron muchos meses y, tras desplomarse el número de viajeros a la mitad en 2020, hubo que esperar a 2022 para que empezara a recuperarse la normalidad en cuanto a cifras. El siguiente paso es marcar un nuevo récord.

Según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Salamanca, a 31 de octubre de este año se han subido al bus urbano más de 12,2 millones de viajeros; es un 15,5% más que de enero a octubre de 2023, 1,6 millones más de usuarios. Con estas cifras, el récord de usuarios está a 1,4 millones de viajeros para totalizar los 13,6 de 2019.

Durante los dos últimos años, el servicio municipal ha tenido el impulso de las bonificaciones al transporte público. Con una aportación del 30% del ayuntamiento y otro 20% del Estado, se rebajaron las tarifas de forma general a la mitad para todos los abonos y bonobúses.

Los precios del bus salmantino ya eran muy bajos y con las bonificaciones pasaron a ser prácticamente gratis para los titulares de los abonos más ventajosos. Sin embargo, todo apunta a que las bonificaciones al transporte público llegarán a su fin el 31 de diciembre; si el Estado no las prorroga, y parece que es lo que planea, el consistorio retirará su parte de la rebaja. ¿Qué efecto tendrá eso?

En el caso de los populares abonos de los trenes o del bus interurbano, la rebaja de precios es muy grande y hay dudas sobre si los usuarios que han disfrutado de estas ventajas se marcharán del tren cuando haya que pagar el precio completo. Sin embargo, en el caso del bus de la ciudad sus precios ya son bajos.

Según fuentes municipales, es complicado saber qué consecuencias tendrá el regreso a las tarifas completas hasta que no ocurra aunque es cierto que aunque se acabara esa rebaja, el bus urbano de Salamanca seguirá siendo uno de los más baratos de España, por lo que los usuarios están satisfechos con el servicio y es probable que quien lo usa lo siga haciendo.

Para ello, el servicio cuenta con el impulso de las dos nuevas líneas que llevan al Hospital, estrenadas este año y que son las que más crecen: la 14 y la 15, Zurguén-Huerta Otea y Capuchinos-Hospital. Crecen por encima del 200% anual.

Las dos grandes líneas que atraviesan la ciudad, entre Garrido y San José y la del Cementerio-Puente Ladrillo, son las que más empujan con 1,5 millones de viajeros cada una en lo que va de año y que, pese a ello, crecen a un ritmo del 12%. Las líneas que van por el Hospital o por Gran Vía gozan de gran popularidad.

El otro impulso que ha experimentado el bus urbano ha llegado este año con la incorporación de vehículos eléctricos. Tras su estreno, prestan el servicio con total normalidad, con un ahorro importante de emisiones y mayor silencio de marcha. Pronto tendrán también paneles informativos en todas las paradas.

Otra mejora que se espera es la incorporación de la nueva app de tráfico que aglutinará toda la información de la circulación, desde la zona azul a los aparcamientos y parkings o la llegada del bus a la parada correspondiente.

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