Las reservas para las cenas de empresa de Navidad arrancan con fuerza en Salamanca, con señal incluida

Cada año se instalan y encienden antes las luces de Navidad, una realidad que se mueve más por un espíritu consumista que el meramente navideño. Y cada vez más, esta premura se traslada a las demás celebraciones típicamente navideñas como las comidas y cenas de grupos, bien de empresas, amigos y, también cada vez más, de familias.

Y como todo parece ir creciendo en lo relacionado con la Navidad y la hostelería, este año son ya muchos los restaurantes de Salamanca que han empezado a cobrar una señal anticipada a los grupos para evitar sorpresas de última hora en forma de cancelaciones inesperadas.

Según señala Gonzalo Sendín, vocal de restaurantes en la junta directiva de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca, «los grandes grupos a partir de 30 o 40 personas en adelante, los del personal de los hospitales, de las fábricas y empresas más grandes o de algunas instituciones, ya están todas contratadas. Solo faltan los grupos más reducidos, de pymes y micropymes, de amigos y de familias», y aunque aún es pronto, poco a poco se van cubriendo los aforos sobre todo para las fechas más próximas a la Navidad. «En muchos restaurantes como es el caso del nuestro (El Mesón de Gonzalo) que está más enfocado a familias y clientes habituales, tenemos ya completo el día de Navidad», afrima.

«La gente tiene ganas de disfrutar. La pandemia ha cambiado muchas mentalidades y la gente quiere vivir el momento. Además, los hábitos de consumo han cambiado bastante. La gente gasta más en hostelería que en otros servicios. Ante salir a comer a un restaurante era algo extraordinario, ahora ya no. Se ve como algo más normal», señaló Gonzalo Sendín, que destaca que desde hace ya unos años el auge de las cenas de empresas en las fechas navideñas y de amigos para celebrar el fin de año ha sido muy importante, «aunque para fin de año aún no ha despegado del todo, pero se llenará».

Respecto a los precios, Sendín está convencido de que este año no habrá incrementos notables en los precios. «Eso fue hace unos años, cando subió el precio de todo. Ahora el coste de los combustibles y de mucha materia prima se ha moderado y no creo que los restaurantes vayan a subir los precios de sus menús», aseguró.

Respecto a la horquilla de precios, este hostelero asegura que «todo dependen del tipo de restaurante, del menú que se elija y de otros condicionantes, pero los precios pueden ir de unos 30 euros a los 80 más o menos en el caso de los menús más caros».

Con estos precios, los organizadores de estos encuentros culinarios de empresas, amigos y familias, deben ir echando cuentas de la posible señal que deberán adelantar para poder reservar. «Es una práctica ya bastante habitual en Salamanca, y no solo para estas fechas, lo que pasa en Navidad es que al haber tantos grupos, se extenderá más la costumbre», afirma Gonzalo Sendín, que reconoce que en su caso, «en grupos de a partir de ocho personas, ya se aplica algún tipo de medida para evitar sorpresas de ultima hora en forma de cancelaciones».

Según él, el sector está ya harto, aunque al final paguen justos por pecadores, de que cada vez haya más irresponsables que reservan mesas para numerosos comensales y no se presenten sin avisar siquiera. «Si alguien avisa, aunque sea esa misma mañana, pues si es un día de diario en el que no ibas a llenar, pues sigue sin llenar, y si es un fin de semana, o días con afluencia de turistas, sabes que al final acabas ocupando la mesa. Pero si la gente reserva para las tres de la tarde y a las 15:30 no se ha presentado nadie, esa mesa la has perdido porque ya no la ocupas», denuncia.

Por ello en Navidad, con muchos grupos y con poca afluencia de turismo, «una cancelación de un grupo grande sin avisar te hace polvo, por lo que es normal que los restaurantes opten por este tipo de medidas para, al menos, persuadir a clientes que suelan hacer este tipo de prácticas».

Además, los restaurantes están comenzando a aplicar otro tipo de medidas «como pedir un número de tarjeta, en el que aplicar un cargo en caso de no presentarse sin avisar. Y muchos restaurantes trabajamos con un sistema de reservar centralizado que detecta si una personal con el mismo nombre reserva en dos sitios diferentes para el mismo día. El caso es intentar evitar una situación que genera pérdidas importantes para los restaurantes».

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