Salamanca ofrece desde 40 euros al mes los últimos quioscos que sobreviven en sus calles
El Ayuntamiento de Salamanca abre el concurso para quedarse con los pocos que se han salvado del cierre o no han sido retirados
El Ayuntamiento de Salamanca busca inquilinos que se ocupen de los quioscos de prensa de la ciudad los próximos 15 años y lo hace a precio regalado, manteniendo un canon similar al de la última licitación en 2007. La decisión, conceder su explotación a partir de 125 euros al trimestre, poco más de 40 euros al mes, un coste muy reducido para una actividad en declive y que ha sufrido el cierre de buena parte de los quioscos que había en las calles.
Según el anuncio publicado por el consistorio, se ha abierto el concurso para quedarse con la explotación de los quioscos fijos que hay en las calles de Salamanca y que son de titularidad municipal. En total son quince los supervivientes repartidos por la ciudad.
El ayuntamiento todavía no ha especificado el pliego de condiciones, pero se trata de una concesión demanial, es decir, la ocupación privativa por parte de un particular para explotar la actividad. Es un sistema similar al de los bares municipales para los qu también se ha abierto un concurso y parecido al de las terrazas de hostelería.
En cuanto a los términos de la explotación, el precio previsto es de 210 euros de canon, pero este es el tope. Según ha especificado el consistorio, el canon oscila entre los 125 y 210 euros al trimestre, es decir, que parte de unos 40 euros al mes. A ello hay que sumar el coste de los suministros, que asumen los titulares, y el de la actividad. La explotación es para los próximos quince años.
Se han cerrado dieciséis
La opción podría parecer interesante, pero la realidad es que la actividad sufre un importante declive. Estos quince que salen a concurso son los últimos disponibles de un parque que fue mucho mayor. En los últimos años se ha procedido a la retirada de la vía pública de nueve de ellos, que se han levantado de donde estaban.
Además, hay otros siete que están vacíos y sin actividad, y que próximamente correrán la misma suerte y serán retirados para su desgüace. La merma del negocio en los últimos años ha llevado a muchos quiosqueros que los explotaban a dejar de hacerlo. También se han buscado alternativas para reorientar su uso, pero al final ha pesado más su eliminación.
