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La soledad en una calle oscura y poco concurrida puede ser el escenario perfecto para unos hechos detestables. Son tantos los casos de asesinatos, desapariciones y violaciones que están a la orden del día, que sientes miedo independientemente de si eres hombre o mujer. Lo cierto es que la diferencia de sexo también marca las consecuencias que una persona puede sufrir al caminar por algunos lugares, siendo en la mayoría de los casos, la mujer la más perjudicada.
Salamanca se encuentra entre las 10 ciudades más seguras de España, aún así, los salmantinos y las salmantinas sienten miedo cuando recorren de noche las calles de la capital. Esto se debe a una baja iluminación, a zonas poco concurridas por falta de vecinos, a la extensión de parques o a largos trayectos que no te permiten mover hacia ningún otro lado, como puede ser en el caso de pasarelas y puentes.
Estos son algunos de los lugares marcados por el mapa del miedo de Salamanca y desde este medio digital queremos mostrar de primera mano cómo se sienten hombres y mujeres, ante situaciones en las que el miedo cobra protagonismo en sus cuerpos.
Que una persona se sienta segura en un lugar u otro no debería depender de su género. Hay zonas de Salamanca en las que se palpa el peligro y no es solo una cuestión de iluminación, aún así, muchos habitantes dicen sentirse seguros en una ciudad como esta. La violencia sexual hacia las mujeres que se vive hoy en día no ayuda a que éstas se sientan seguras independientemente de si la calle está bien iluminada o no. Una sociedad que mayoritariamente continúa siendo machista y las leyes que perjudican a las víctimas, provoca una gran desconfianza en las mujeres cada vez que regresan a casa solas, un hombre salmantino critica, «que yo no tenga miedo no quiere decir que el peligro no exista».
Además, las mujeres se han acostumbrado a que la oscuridad y la soledad de la noche se convierta en un auténtico desafío. El miedo a no saber si vas a llegar a casa provoca un estado de alarma constante en el que escuchar la voz de una persona al otro lado del teléfono puede ser la mejor opción para sentir que no te va a ocurrir nada malo. Cuantas veces has escuchado un «cuando llegues a casa avisa», «si tienes miedo llámame» o «si lo necesitas te paso a buscar». Una joven salmantina reconoce que llama por teléfono cuando vuelve sola a casa, «llamar a alguien no te va a salvar pero si te tranquiliza». Un salmantino afirma que esta situación la vive repetidas veces con su hermana, «yo no siento miedo pero es cierto que mi hermana siempre nos llama por teléfono cuando vuelve a casa».
¿Es un problema de iluminación o de educación? Desde que los niños son pequeños reciben charlas en los centros educativos poco efectivas, porque como bien dice un salmantino, «desde que somos pequeños recibimos discursos que no nos llenan y solamente duran un día y ya está». Discursos con palabras vacías que no llegan a la población y que por lo tanto el respeto hacia la personas y en concreto hacia las mujeres, se ve perjudicado.
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