La visita de Omar Montes a un mítico bar en el barrio más humilde de Salamanca

La visita de Omar Montes a Salamanca ha desatado la locura durante todo el sábado y su paso por la ciudad no va a dejar indiferente a nadie. El artista de Pan Bendito es para su público mucho más que el reaggetonero de moda y mezcla sus raíces flamencas con trap, reggaeton o hip-hop para un resultado muy personal y de enorme éxito. Arrasa allí donde va y en Salamanca no ha sido menos: así ha sido su concierto.

Desde primera hora de la mañana, decenas de jóvenes se han apostado junto a las vallas, en los lugares más cercanos al escenario en el que, a partir de las 23.00 horas, está previsto que actúe. Los más madrugadores han llegado en torno a las 10.00 y allí han pasado el día.

Según pasaban las horas el número de espectadores era mayor y se han ido acomodando como han podido, con mantas y toallas, porque la mañana era fresca. Más adelante ha habido que taparse con paraguas para aguantar el sol. También han recibido la visita de la Policía Local para decomisar botellas, algunas con alochol, ya que el consumo en la calle está totalmente prohibido y para los conciertos sólo se permiten de pequeño tamaño y sin tapón. Por cierto, muchos locales tienen reservas para la hora del concierto: tener mesa garantiza la entrada prioritaria en una Plaza Mayor que se pondrá a tope.

Mientras tanto, Montes iba calentando el concierto en redes. El madrileño actuó anoche en Móstoles ante 20.000 personas y, por la mañana, ya estaba en Salamanca.

Ha visitado un conocido bar del barrio de San José, uno de los más humildes de la ciudad; se trata del Guinaldo, regentado por dos salmantinos y conocido por su ambiente futbolero. Allí ha comido, aunque mucho más tarde de lo previsto: llegó ya empezada la tarde.

El conocido establecimiento lleva 42 años abierto y es un negocio familiar. Actualmente está regentado por dos hermanos, hijos de los fundadores: esta es su historia.

Después, a través de redes sociales, ha difundido una publicación en el que saludaba a sus fans, les emplazaba a verse en el concierto de la Plaza Mayor y se le veía ya de viaje hacia la ciudad.

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