El accidente de Moriscos, un atropello en un punto «no autorizado» con una valla que sigue sin arreglar
Adif considera el accidente en la estación salmantina un arrollamiento en un lugar donde no se debía cruzar, pero ignora que la valla sigue rota como estaba cuando se produjo el accidente
Tras casi cuatro meses en silencio, el atropello en el que dos personas perdieron la vida arrolladas por el tren en la estación de Moriscos se encamina hacia una resolución que no podrá aclarar por completo lo sucedido. Adif, dueño de la estación y las vías, no le ve más recorrido y lo considera un arrollamiento por cruzar las vías. Al tiempo, mantiene el agujero en la valla por el que muchas personas atraviesan y que sigue ahí después del accidente.
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El accidente conmocionó al municipio cuando el pasado mes de julio un tren Alvia se detenía poco después de superar el andén del apeadero de Moriscos. Eran cerca de las once de la noche y, desde el primer momento, la información que Renfe ofreció a los 247 pasajeros es que una persona había cruzado por un lugar no habilitado.
Horas después, se confirmó la muerte de dos personas; al principio se informó sólo de una, pero había una segunda, una mujer que estaba irreconocible; hubo que hacer una necroidentificación del cadáver. Se trataba de un hombre y una mujer, pareja, residentes en el municipio e inscritos en el registro Viogen de casos de violencia de género.
El arrollamiento se produjo en un punto al final del largo andén del apeadero, un punto de la línea Medina-Salamanca de altas prestaciones en el que no se bajan más que una treintena de pasajeros al año, pero que ve pasar 7.000 trenes, algunos, a altas velocidades y sin detenerse.
El tren se detuvo en un punto de seguridad del kilómetro 70 de la línea Medina-Salamanca, poco después del largo apeadero de Moriscos (a unos 300 metros dirección la capital), y allí permaneció durante horas.
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Arrollamiento en punto de paso no autorizado
Empezaba ahí una investigación para esclarecer lo ocurrido. El atropello se produjo casi en el final del andén, que quedó salpicado de sangre y restos de los fallecidos. Tras identificar a las dos víctimas, el asunto quedó bajo investigación de la Guardia Civil y pasó al juzgado de instrucción número 1, que todavía no se ha pronunciado, aunque no apreció indicios de delito ni de violencia de género.
La que si está cerrada es la parte ferroviaria. Según contestación oficial de Adif, «la investigación judicial o policial sobre el suceso no compete a Adif. Y en lo estrictamente ferroviario, el arrollamiento se produjo en un punto no autorizado de paso».
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Eso supone que el administrador ferroviario zanja el asunto como un atropello por cruzar mal. En efecto, los dos fallecidos invadieron las vías de alguna forma, pero se desconocen las circunstancias. En algunos casos, Adif sí investiga este tipo de incidentes, desde atropellos a descarrilamientos, pero no ha sido el caso.
Lo que no se ha hecho es mejorar la seguridad del lugar. El tren hacía este trayecto en la línea de alta velocidad que une la capital salmantina con Madrid a través de Medina, una línea que está protegida y perimetrada. Sin embargo, la valla tiene un agujero perfectamente visible al otro lado de la vía, frente al andén.
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El agujero ya estaba allí el día que se produjo el accidente. Este medio pudo comprobar cómo varias personas cruzaban a través del hueco en la verja metálica, un atajo utilizado para ir de Moriscos a Castellanos por los vecinos del pueblo. Este miércoles 12 de noviembre el agujero seguía alí. La estación sigue como estaba, sin vigilancia ni nada que impida acceder a las vías en una estación con muy poco tránsito de personas.
Sin resolución judicial
El caso sigue abierto judicialmente, pero con las mismas perspectivas casi desde el primer día. Lo lleva el juzgado de instrucción número 1 de Salamanca que al día siguiente del accidente emitió un comunicado a través del TSJCyL diciendo que no había indicios ni de delito ni sospecha de posible caso de violencia machista.
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Por ello, el Juzgado de Instrucción 1 decía mantener la causa y no inhibirse en favor del Juzgado de Violencia sobre la mujer, especialidad que recae en el número 3 de Salamanca.
A día de hoy, el titular del juzgado no ha tomado ninguna resolución. En su día, tanto la Guardia Civil como fuentes judiciales coincidían en que el asunto podría encaminarse al archivo; no iba a ser fácil averiguar algo relevante y con la muerte de ambos implicados se extinguía una posible responsabilidad penal.
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