La Asociación Tod@vía recuerda a los trabajadores sepultados en Valdenoguera

Según recuerdan desde Tod@avía, el «15 de junio de 1885 una impresionante tormenta descargó toda su fuerza en el valle de Valdenoguera, cuando cientos de carrilanos se afanaban por horadar el primero de los túneles de la vía férrea que conectaría Oporto con Salamanca y con Europa. 29 personas quedaron sepultadas dentro bajo una capa de lodo y escombros arrastrados por la riada».

Según relatan desde la asociación «tardaron tres semanas en sacarlos en unas condiciones penosas: sus cuerpos estaban putrefactos por el avanzado estado de descomposición. Los sacaron por uno de los pozos de ventilación, envueltos en mantas y dentro de cajas de madera rociadas con cal. Y se apresuraron a enterrarlos en el lugar más próximo que encontraron para evitar una epidemia. El gobernador civil dio permiso para la creación de un cementerio, una fosa común en realidad, a pocos metros de donde fueron encontrados».

Por ello, «138 años después aún quedan restos de esa fosa: dos postes de granito dan entrada a un pequeño recinto cuyas paredes apenas existen por la acción del tiempo y la naturaleza. Ninguna lápida, ninguna inscripción los recuerda», lamentan desde la Asociación Tod@vía, que ha localizado el lugar y tiene el objetivo de reivindicar su memoria.

Por ello en esa jornada facendera se pretende desbrozara el recinto y los alrededores, «se recuperarán las piedras de su pared que fuera posible recuperar, y dejara una placa I, Memorian de esos 29 carrilanos, cuyos nombres se conocen, y de todos los que dieron la vida trabajando por el mayor monumento de la comarca»