La escasez de agua potable continúa sin solución en varios pueblos de Salamanca
El PSOE exige en las Cortes de Castilla y León soluciones a los problemas de abastecimiento de agua en la provincia
El problema con el abastecimiento de agua potable continúa siendo un gran problema en muchos municipios de Salamanca que siguen dependiendo de cisternas y garrafas. Desde el Partido Socialista, Fernando Pablos ha acusado a la Junta de «anunciar proyectos que nunca llegan» y ha exigido «compromiso y soluciones reales».
Pablos ha puesto voz a una situación que muchos municipios sufren desde hace varios meses: cortes, averías, agua no potable o con altos niveles de nitratos y sulfatos. «Esto debería estar solucionado desde hace décadas, pero por la nula inversión y la falta de ejecución, es un problema crónico», denunció. El ejemplo más claro lo ofreció Pajares de la Laguna: en 2024 recaudó 4.379 euros por tasa de agua y gastó más de 10.000 euros en repartir garrafas a los vecinos.
Durante su intervención, el socialista también mencionó que en La Fuente de San Esteban, ni siquiera durante el Corpus pudieron beber agua del grifo. «No pedimos respuestas para nuestro grupo, sino para los alcaldes que lidian con este abandono institucional», subrayó, recordando que el año pasado se repartieron casi 2,5 millones de litros mediante cisternas.
La respuesta ha llegado por parte del consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien aseguró que las obras ya están licitadas, con un presupuesto de 107 millones de euros destinados a resolver los problemas de abastecimiento en los municipios afectados. Según explicó, los proyectos han sido actualizados técnica y normativamente, y su financiación se reparte entre Junta (40 %), Diputación (40 %) y ayuntamientos (20 %), sin contar con fondos europeos ni estatales.
Pero desde el PSOE se siguen reclamando más que licitaciones: «Queremos inversiones ciertas y plazos reales», insistió Pablos, visiblemente molesto por lo que considera «propaganda sin consecuencias«. »Unas veces es la turbidez del agua que sale por los grifos», ha denunciado, «otras los altos índices de nitratos, sulfatos u otras sustancias lo que hace que no sea potable y sean muchos los salmantinos, en muchos lugares y durante mucho tiempo, que tengan que padecer cortes en el suministro».
Como consecuencia, ha añadido, que el abastecimiento tenga que hacerse mediante cisternas, «el año pasado se repartieron por este sistema casi dos millones y medio de litros por falta de potabilidad, escasez o averías en la red, eso en el mejor de los casos puesto que en ocasiones los ayuntamientos han tenido que proceder al reparto domiciliario de agua embotellada, entre otras medidas, a cargo de sus paupérrimas arcas municipales» ha indicado.
A día de hoy, muchos pueblos del Campo Charro, La Armuña, Las Villas y Peñaranda siguen esperando soluciones. El agua, bien básico y derecho incuestionable, continúa llegando en camiones, mientras los vecinos miran el grifo con desconfianza y las instituciones se enredan en anuncios y reproches.
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