La gripe aviar confina miles de aves en Salamanca y pone en jaque la producción de 7 millones de huevos
La provincia cuenta con dos núcleos y una treintena de municipios en zona de especial vigilancia, la influencia de un humedal que atrae aves migratorias y numerosas explotaciones de gran tamaño en riesgo
La expansión de la gripe aviar ha obligado a confinar las explotaciones de una veintena de pueblos de Salamanca y vigilar la actividad en el humedal del azud de Villagonzalo, con el resultado de que miles de aves de corral están en cuarentena ante el riesgo de contagio. La situación pone en jaque una producción de casi 7 millones de huevos al año y 350.000 aves para consumo de carne.
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El problema arrancó hace unas semanas en Aragón y se ha ido extendiendo por el contagio con las aves silvestres en migración, un factor clave. Hace unas semanas ya se conoció la aparición de aves silvestres muertas en la provincia con signos de estar infectadas. En el caso de Salamanca, alguna gran explotación está en municipios en las zonas de especial vigilancia, pero el riesgo de contagio es global y aparecen focos en todo el territorio, y la provincia está rodeada de focos en Zamora o Ávila.
Las medidas han entrado en vigor ante la constatación esta semana de un aumento del riesgo por la proliferación de casos en Europa -sobre todo en aves silvestres-, los movimientos migratorios y el descenso de las temperaturas.
Entre las medidas tomadas se incluye el confinamiento de las aves de corral en aquellas zonas consideradas de especial riesgo y de especial vigilancia, entre ellas, 250 municipios de Castilla y León de los que una veintena corresponden con Salamanca repartidas en dos zonas: un núcleo próximo a la provincia de Salamanca en el entorno de Almedra y Sardón de los Frailes y otro más grande en torno a Guijuelo.
Según los datos de la Junta, el censo aviar incluye explotaciones en 28 localidades de Salamanca con capacidad para 350.000 aves para producción de carne y un censo de reproductoras de 180.000 y otros 23.000 ejemplares de ponedoras para producción de huevos.
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En el entorno de uno de los núcleos, cerca de Guijuelo y Montejo, se encuentra según la Junta una explotación de 42.000 aves de cebo para carne y 3.000 ponedoras localizada en Galinduste según el censo de avícolas. Es la única de gran tamaño que estaría dentro de un municipio de alto riesgo.
Grandes explotaciones en la provincia
Una gallina ponedora pone 300 huevos al año, para una producción de 6,9 millones de huevos al cabo del año en las explotaciones salmantinas. En los últimos meses se han conocido los proyectos como la ampliación de una gran granja avícola en Valverdón para 63.000 ejemplares o la venta de una granja en Larrodrigo para 9.000 gallinas en suelo.
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En el caso de Salamanca hay otro foco importante, que es el azud de Villagonzalo, uno de los humedales que más migración recibe y que está ahora empezando a registrar la llegada de aves.
Se suman a los principales núcleos en Valladolid, detectados hace semanas y que han obligado a sacrificar millones de ejemplares, aunque el mapa de focos de riesgo abarca toda Castilla y León con puntos salpicados en las nueve provincias.
La orden afecta tanto a las explotaciones como a las aves domésticas e incluye medidas como la prohibición de criar al aire libre, las ferias o que beban agua de depósitos exteriores. Todo, con el foco en evitar el contacto y posible contagio con la gripe aviar que traen las aves migratorias.
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