El matadero en ruinas de un pueblo de Salamanca que espera su turno para convertirse en pisos nuevos
Tras una década cerrado y abandonado, la Junta anula la autorización de funcionamiento que tenía, su último lazo con su antigua actividad antes de ejecutar el proyecto para hacer viviendas
Hace muchos años que el gigantesco matadero de Santa Marta no funciona, pero su silueta se mantiene como una sombra, fea, de lo que fue la principal industria del municipio. El enorme complejo ocupa un lugar destacado en la antigua carretera de Madrid y aunque ya no sale ni un filete de sus naves, todavía conserva el cartel de venta de carne por piezas. Es lo único que le queda de una actividad que, oficialmente, ya no puede ejercer, el último fleco antes de convertirse en viviendas.
Casi una década después de su cierre y cuando han pasado más de tres años desde que empezó a derribarse, el antiguo matadero de Santa Marta es una ruina abandonada que se resiste a tomar rumbo hacia su proyectado futuro, convertirse en viviendas. Este jueves, después de muchos años cerrado, la Junta de Castilla y León ha dado un nuevo paso para desligar la instalación de su pasado y enfocarla hacia el uso que se pretende dar a su gigantesco solar.
La consejería de Medio Ambiente ha hecho oficial la extinción de la autorización ambiental concedida en 2008 para un matadero de ganado vacuno, ubicado en el término municipal de Santa Marta de Tormes. Mataderos del Oeste, S.L. había explotado durante décadas la instalación, levantada en 1969, y que operaba con esa última autorización que ahora decae, aunque el matadero es ruina y escombro desde hace tiempo.
Durante años, el matadero fue el causante de malos olores en la localidad y de vertidos al río, hasta que cesó en su actividad a finales de 2015, traspasando parte de su carga de trabajo al de Ciudad Rodrigo. Aquello empeoró la situación porque el matadero se fue deteriorando y daba una mala imagen a la entrada del pueblo. Se fue desmantelando, pero ni el derribo previsto e iniciado pudo con él: se quedó a medias.
1 /
Para entonces, ya había planes para la enorme superficie sobre la que se asentaba, 27.752 m2 de parcela calificada como urbana, de uso industrial, con más de 11.000 m2 construidos.
A mediados de 2023, hace algo más de dos años, se inició el derribo de las naves que formaban parte del matadero para convertirlo en una nueva promoción de viviendas. En 2018 se hizo el cambio urbanístico necesario para poder convertir el solar a uso residencial y a principios de 2023 obtuvo la licencia de derribo, pero se quedó a medias. Se demolieron algunas naves, pero la mayoría siguen ahí, igual que las viviendas y oficinas asociadas..
Según han constatado los técnicos de la Junta el pasado mes de agosto, las instalaciones está cerradas y «en claro estado de abandono». Según la descripción hecha, buena parte del complejo carece de cubiertas y algunos de los edificios derribados están sin actividad. A simple vista la parcela se usa como aparcamiento de vehículos, motivo por el cual se le da de baja en los registros por cese de la actividad autorizada para esas instalaciones.
Este puede ser el último paso antes de despejar el proyecto previsto en el solar, una nueva promoción con 92 viviendas en régimen libre y otras 39 reservadas a la promoción de vivienda protección pública libre. Además, está contemplado el uso terciario para comercio minorista en las plantas bajas de los edificios residenciales. Sólo falta completar el derribo y ponerse manos a la obra.
