Muere un joven de 20 años en el río Águeda de Ciudad Rodrigo

Un joven de 20 años ha fallecido esta tarde ahogado en el río Águeda de Ciudad Rodrigo. Los bomberos de la Diputación de Salamanca han acudido al municipio avisados por los Servicios de Emergencias para rescatar al joven. Por el momento, se está investigando lo ocurrido y se desconocen las causas del incidente.

Tras advertir su desaparición, ha comenzado un operativo de búsqueda en la zona próxima al kilómetro 1 de la DSA-350 que ha concluido con el peor desenlace posible. Al parecer, los servicios sanitarios, tras localizar el cuerpo, han tratado de reanimar al joven que se encontraba en parada cardiorrespiratoria. Desgraciadamente, no han podido hacer nada por salvar su vida.

La sala de operaciones del 112 da aviso del incidente al Centro Coordinador de Emergencias de la Junta de Castilla y León, a la Policía Local de Ciudad Rodrigo, a la Guardia Civil (COS) de Salamanca, a los Bomberos de la Diputación de Salamanca y, de forma preventiva, a Emergencias Sanitarias - Sacyl, que envía una UVI móvil. Desde el Centro Coordinador de Emergencias se activa al Grupo de Intervención Psicológica GRIPDE para atender a los familiares que se encuentran en el lugar.

Un suceso desolador en una semana especialmente trágica en la provincia. A este fatídico incidente, se suma el fallecimiento de un menor de 14 años al desaparecer entre las aguas en Alba de Tormes. Tras 48 horas de intenso trabajo por parte de los efectivos que organizaron un gran despliegue para tratar de localizar el cuerpo, el pequeño fue hallado en la zona donde se le buscaba desde el pasado domingo, en la pesquera.

Tanto en el río Águeda como en el Tormes se han registrado con anterioridad fallecimientos. En el río de Ciudad Rodrigo, un suceso similar en 2015 dejaba al municipio desolado: un joven de 21 años fallecía ahogado mientras se bañaba en la zona conocida como La Pesquera. Un par de años antes, en 2013, la misma zona registraba otro muerto. En esta ocasión un joven de 18 que se arrojó al agua y nada se pudo hacer por salvar su vida tras el rescate.

En Alba de Tormes, el municipio desolado tras el fatal desenlace, también se había registrado el fallecimiento de un pescador en 2008. En total, son dieciséis las personas que han perdido la vida en las aguas de Salamanca -dos este año en la misma semana-. Un balance aterrador que pone el foco en los ríos y pantanos con zonas especialmente peligrosas por las corrientes que se producen y las pozas.

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