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Señalización del corte de carretera y del acceso a Boada y Retortillo. SH
El pueblo de Salamanca que está sin bus ni médico por una carretera que «es una faena»

El pueblo de Salamanca que está sin bus ni médico por una carretera que «es una faena»

Vecinos de Retortillo lamentan el retraso acumulado de más de 70 días en las obras y los trastornos que provoca a sus habitantes

Félix Oliva

Salamanca

Lunes, 2 de diciembre 2024, 18:07

El retraso de la obra de rehabilitación de la carretera de Retortillo a Boada es una «faena» de ha dejado al primer municipio sin el paso del bus y sin la atención médica que tenía, además de obligar a todos los habitantes a un largo rodeo de kilómetros que ha perjudicado a su principal negocio, el balneario. Una situación que se prolonga ya desde hace 70 días.

Los vecinos de Retortillo llevan la cuenta diaria de los retrasos en las obras de la carretera que une el municipio con la cercana Boada, una contabilidad que este lunes ha superado ya los 70 días sobre la fecha prevista de finalización. Unas obras que obligan a dar un largo rodeo de más de 15 kilómetros que complica las comunicaciones y que se han visto salpicadas por un error de bulto como colocar al revés las señales de acceso al casco urbano.

Las obras están poniendo a prueba la paciencia de los habitantes que vieron en su día como se cortaba la carretera para cuatro meses para la mejora de un tramo de 4,5 kilómetros, una obra que, superado ya el plazo previsto, no se ha terminado de ejecutar. La carretera es titularidad de la Diputación de Salamanca que es la que ha contratado la obra.

El impacto en el día a día de los habitantes del municipio, con 174 personas censadas, es importante. Según explica Jesús, un vecino que ya batalló contra la mina de uranio, las consecuencias para los 150 habitantes que viven todo el año, la mayoría personas mayores, son muy perjudiciales.

7.000 kilómetros

de mas han hecho los empleados del balneario para acudir a su trabajo

Desde que empezó la obra, el bus de línea ha dejado de pasar porque iba por Boada y ahora no puede hacer ese trayecto; la solución propuesta es hacer uso del transporte a la demanda. También se ha complicado la visita del médico al consultorio local, una ruta en la que también interfiere la obra. El médico va, pero no como antes que compartín el mismo que Boada: ahora lo tiene en su ruta el de Martín de Yeltes.

Y para los trabajadores del cercano balneario ha supuesto hasta 7.000 kilómetros más para acudir durante la temporada de verano a su puesto de trabajo.

Además, todos los servicios, de las tiendas al centro de salud o la oficina comarcal de agricultura, se encuentran en La Fuente de San Esteban y el viaje también se complica.

Señales mal puestas

El problema es que la demora de las obras ha prolongado el uso del complejo desvío habilitado, un gran rodeo de 16 kilómetros realmente incómodo y que complica la comunicación. Iba a durar cuatro meses, pero las obras se han prolongado y ahora se están detectando errores, como el de la señalización puesta al revés en la entrada del pueblo.

La semana pasada, los vecinos denunciaron que, tal y como había quedado instalada, indica erroneamente. Si la seguimos, resulta que el casco urbano empieza y finaliza en el espacio de poco más de un metro y que primero se sale y luego se entra.

Al menos, ya se ha corregido, pero la señaliación sigue generando problemas porque existe una indicación provisional de obras, pero se mantiene la señal que envía hacia Boada por una carretera que está cortada y en obras.

«Ya no solo es el retraso de casi tres meses en las obras de la carretera entre Boada a Retortillo que lleva cerrada al tráfico desde primeros de junio y con una previsión oficial de apertura en septiembre», lamentan. «Ahora comprobamos, sin dar crédito, que en Retortillo la nueva señalización indica que el pueblo comienza y termina en el mismo punto. Ya sabíamos que nos tenían un mucho olvidados, pero esto indica que nos ignoran», aseguran.

Indignación por el retraso

Los vecinos de Boada y Retortillo así como los usuarios de la carrera denuncian a la Diputación de Salamanca por el incumplimiento reiterado en la apertura de la carretera provincial DSA-443 entre Boada y Retortillo.

Las obras de ensanche y refuerzo de firme de la carretera comenzaron en junio y deberían haber terminado el pasado 23 de septiembre, lo que a juicio de los vecinos evidencia la incapacidad de la Diputación Provincial de Salamanca de cumplir con los compromisos.

«Exigimos explicaciones al diputado de carreteras y al presidente de la Diputación sobre el retraso y los motivos por lo que las obras siguen sin completarse», se quejaban esta semana en un comunicado.

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