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Un error de bulto en la colocación de las nuevas señales de una carretera ha sido la gota que ha colmado el vaso entre los vecinos de un pequeño municipio de Salamanca. El motivo, que se han colocado mal dos paneles de entrada y salida en el municipio, de forma que indican que el pueblo empieza y termina en el espacio de poco más de un metro.
La imagen ha empezado a correr ya por las redes sociales y ha acrecentado el enfado de los vecinos, que ya estaban disonformes con el enorme retraso de las obras de una de las carreteras que comunica el municipio con otra localidad, la de Boada a Retortillo. La carretera lleva cerrada al tráfico desde primeros de junio y con una previsión oficial de apertura en septiembre, pero las obras no han acabado y estamos a finales de noviembre.
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El complejo desvío obliga a dar un gran rodeo de 16 kilómetros realmente incómodo y que complica la comunicación. Iba a durar cuatro meses, pero las obras se han prolongado y ahora se están detectando errores.
Como parte de esa obra, se está cambiando la señalización y es ahí donde ha surgido el problema. Como se aprecia en la imagen, en uno de los accesos se han colocado dos señales, una de entrada al casco urbano y otra que indica el final de la travesía. Sin embargo, esta última se ha puesto al reves con respecto a la dirección que le corresponde, que debería estar en sentido de salida: es decir, dada la vuelta.
Tal y como está puesta, indica erroneamente. Si la seguimos, resulta que el casco urbano empieza y finaliza en el espacio de poco más de un metro y que primero se sale y luego se entra.
El motivo es que está puesta del revés. Esa señal debe estar en el lado izquierdo de la calzada, pero con el nombre del pueblo y la franja roja que indica final de casco urbano mirando en sentido de quienes circulan de salida, por el lado derecho de la calzada.
Según denuncian los vecinos, «estas señales ya llevan puestas dos días, es decir las ven y no lo han corregido y ya corre la foto en facebook con guasa». «Seguimos denunciando la dejadez de la Diputación de Salamanca con los pueblos pequeños como Retortillo», dicen.
«Ya no solo es el retraso de casi tres meses en las obras de la carretera entre Boada a Retortillo que lleva cerrada al tráfico desde primeros de junio y con una previsión oficial de apertura en septiembre», lamentan. «Ahora comprobamos, sin dar crédito, que en Retortillo la nueva señalización indica que el pueblo comienza y termina en el mismo punto. Ya sabíamos que nos tenían un mucho olvidados, pero esto indica que nos ignoran», aseguran.
Los vecinos de Boada y Retortillo así como los usuarios de la carrera denuncian a la Diputación de Salamanca por el incumplimiento reiterado en la apertura de la carretera provincial DSA-443 entre Boada y Retortillo.
Las obras de ensanche y refuerzo de firme de la carretera comenzaron en junio y deberían haber terminado el pasado 23 de septiembre, lo que a juicio de los vecinos evidencia la incapacidad de la Diputación Provincial de Salamanca de cumplir con los compromisos.
«Exigimos explicaciones al diputado de carreteras y al presidente de la Diputación sobre el retraso y los motivos por lo que las obras siguen sin completarse», se quejaban esta semana en un comunicado.
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