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Cartel de bienvenida del municipio charro Calvarrasa de Abajo. S.H

Los pueblos de Salamanca con los nombres más raros, graciosos y originales

La geografía charra juega con las diferentes connotaciones para dar la bienvenida a sus municipios con una sonrisa

Laura Linacero

Domingo, 27 de noviembre 2022

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Que Salamanca sea la segunda provincia con más municipios, en concreto, 362 pueblos, -solo por detrás de Burgos que cuenta con 371-, da para que muchos de los nombres de estas localidades sean, cuanto menos, curiosos. Algunos destacan por las distintas connotaciones de la palabra, otros por ser sustantivos que parece que definen al pueblo aunque quizás nada más lejos de la realidad y otros son nombres compuestos que invitan a buscarles una explicación. La geografía salmantina es tan extensa como variopinta y la denominación de sus municipios refleja esa singularidad que forma parte ya de la vida de sus vecinos.

Los pueblos con nombres compuestos

Aunque los nombres compuestos suelen ser acortados para ganar brevedad en el habla, muchos pueblos de Salamanca tienen su nombre y apellidos. Otros en cambio, en algún momento decidieron hacer precisamente lo contrario: alargarlo. Así, Arabayona de Mógica antes era conocida como Hornillos por los numerosos hornos de cocer tejas y ladrillos que existían en la zona.

Casi todos los nombres de pueblo tienen su explicación si echas la vista atrás. Galindo y Parahuy, una denominación realmente poco castellana, fue ocupado en la repoblación por gente de origen aragonés y tanto Galindo como la terminación en uy/oy son comunes en esas zonas. Otro de los más curiosos es el nombre del municipio Dios le guarde, que recibe este nombre porque, según cuenta la leyenda, el paso por este pueblo tenía tales peligros que quien se atreviese a pasar por estos parajes debía encomendarse a Dios.

Los hechos de siglos pasados justifican las denominaciones actuales de algunos de estos municipios. El cubo de Don Sancho, dentro de la comarca de Vitigudino, recibe este nombre porque según la tradición el infante don Sancho estuvo encerrado en la torre de la localidad. Explicación también tiene el curioso nombre de Sepulcro Hilario en la comarca del Campo de Yeltes, que según las leyendas tiene su origen en el hallazgo por parte de unos labradores de un sepulcro que perteneció al obispo Hilario. De obispos va la cosa y ahí toma su protagonismo Aldea del Obispo, que recibe ese nombre por la cesión del señorío al obispo de Ciudad Rodrigo por el rey Fernando II de León.

Curiosos son también estos dos municipios que se intercambian el nombre. Palencia de Negrilla, que recibe este término porque era una zona con bastantes árboles del tipo negrillos y Negrilla de Palencia, su hermana pequeña, que toma su nombre por la cercanía y provoca un especial caso de terminología inversa. Igualmente peculiar es el nombre de San Felices de los Gallegos, que no significa que haya norteños contentos sino que debe este nombre a un obispo de Oporto llamado don Félix que la bautizó 'San Felices' en honor a su santo, y como sus primeros pobladores fueron oriundos de Galicia pasó a conocerse como 'de los Gallegos'.

Los pueblos con nombres confusos

Hay personas que tienen cara de llamarse como se llaman, y personas que no. Con los pueblos pasa algo parecido. El municipio salmantino Brincones no acoge entre sus calles a gente saltando, sino que la teoría más repetida es que se podría deber a un nombre que le pusieron a los molinos en función de cómo se comportaban al paso del agua. En esta línea, Cabrillas tampoco significa que estos animales sean los habitantes del municipio sino que procede de un vocablo prerromano 'carba', matorral espeso de carbizos, que derivó por metátesis popular a 'cabrillas'.

Sobradillo también mantiene de alguna manera esta corriente y se sale de responder a su topónimo, y es que, no quiere decir que los vecinos de este municipio sean arrogantes ni mucho menos, sino que la teoría más extendidas es que proviene del vocablo romance 'sobro', que se traduce como 'alcornoque' en castellano. Tampoco los vecinos del municipio Machacón son característicos por su insistencia o pesadez aunque no se conoce el origen de su denominación.

Al contrario, no se va a negar que el nombre de Buenamadre no corresponda con la realidad de este municipio salmantino, aunque no se sepa muy bien de dónde proviene solo que 'Bonam Matrem' aparece ya en un escrito de 1167. Lo mimso ocurre con el significado del municipio Cantagallo, fundado por los celtas y cuya etimología proviene de la unión de dos palabras, canta que significa pueblo y gaio que significa bonito, es decir, pueblo bonito.

Los pueblos con nombres divertidos

Al escuchar el nombre que les representa a estos municipios, sale casi sin querer una ligera mueca. Es el caso de Calvarrasa, que no implica que los habitantes, -ni los de arriba ni los de abajo-, sufran necesariamente alopecia sino que procede de los vocablos 'calva' que signficia sin vegetación y 'rasa' que significa llanura, es decir, llanura sin vegetación. El municipio Morasverdes tampoco se caracteriza por tener el fruto aún sin madurar sino que su origen está en los molinos de harina que se fijaron junto al río Morasverdes. Aunque su primer nombre fue Salvatierra de Francia, varios siglos después retomó este término.

El doble sentido juega de nuevo al despiste con Palaciosrubios que lejos de lo que se pueda pensar, procede del vocablo 'palacio' que significa almacén del cereal y 'rubio' es una variedad de trigo por lo que podría corresponderse a un almacén de trigo. Vecinos es otro de los municipios con un singular nombre que ha mejorado con los años ya que en la Edad Media los reyes de León lo bautizaron como Malos Vezinos. Nada más lejos de la realidad pero es que en la geografía salmantina, al parecer, nada es como parece.

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