Borrar
Las noticias imprescindibles de Salamanca este jueves 4 de diciembre
La manada de caballos sorraia de la Reserva Biológica de Campanarios de Azaba Álex López

El tesoro natural donde renace la vida en Salamanca: caballos salvajes, águilas y buitres

En la frontera con Portugal, esta reserva biológica se ha convertido en refugio para especies amenazadas y ejemplo de conservación por el renacer de biodiversidad que ha logrado desde que la Fundación Naturaleza y Hombre adquirió la finca en 2009

Ana Carlos

Salamanca

Miércoles, 9 de julio 2025, 08:12

Comenta

Es el hogar de especies protegidas como la cigüeña negra, el buitre negro o el águila real, entre otras y cuenta con una riquísima biodiversidad. Todo un tesoro natural. Por eso resulta sorprendente que pese a que su origen se remonta a 2009, cuando la Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH) adquirió la finca, la Reserva Biológica de Campanarios de Azaba todavía sea muy desconocida para los salmantinos. Ubicada en el corazón del oeste salmantino, donde la frontera con Portugal se difumina entre encinas centenarias se esconde este paraíso para la conservación del ecosistema mediterráneo que merece ser descubierto.

Carlos Sánchez Martínez, presidente de Fundación Naturaleza y Hombre, explica que cuando iniciaron este proyecto de conservación buscaban la transformación de un terreno ganadero convencional en una reserva para la flora y la fauna, demostrando que la recuperación de la naturaleza es posible y está a nuestro alcance. Tenían claro que querían que estuviera en ese entorno y desde el primer momento se enamoraron de esa finca en concreto.

Con más de 522 hectáreas de extensión, se encuentra entre los municipios salmantinos de La Alamedilla y Espeja. Está totalmente integrada en la Red Natura 2000, forma parte del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Campo de Azaba y por si eso fuera poco, su orografía ondulada cuenta con pequeños arroyos y diversas charcas, que no solo la dotan de una belleza especial, sino que hace que tenga diversidad de paisajes y hábitats.

Caballos salvajes y en peligro de extinción

Campanarios de Azaba tiene un ecosistema de dehesa. Encinas centenarias, robles, alcornoques y quejigos conviven creando un paisaje donde la actividad humana tradicional y la actividad silvestre se unen permitiendo una enorme biodiversidad. Para mantener la dehesa cuentan con distintos aliados. Por una parte tienen caballos de tres especies diferentes que se mueven libremente por la reserva: pottoka, retuerta y sorraia, todas ellas en peligro de extinción.

Su manada de retuerta procede de los ejemplares provenientes de Doñana, que llegaron entre 2012 y 2013 fruto de un acuerdo con la Estación Biológica de Doñana (CSIC) para garantizar la supervivencia de la especie si se produce cualquier problema sanitario en Doñana. Por su parte, los sorraia son una primitiva raza portuguesa de la que actualmente quedan poco más de 200 ejemplares. Es un caballo claro, con un leve cebrado apenas perceptible que se puede observar en las patas.

También cuentan para el control de la vegetación con un rebaño de oveja negra castellana. Los grandes herbívoros juegan un papel fundamental en la formación y conservación del ecosistema mediterráneo. Los ciervos son otros aliados. A la puesta del sol, junto a los alojamientos rurales de la finca, se les ve pastar y Carlos afirma que son un espectáculo durante la berrea en otoño.

Visitantes y turistas pueden conocer los rincones de la finca a través de visitas guiadas y disfrutar de la observación de aves Álex López
Imagen principal - Visitantes y turistas pueden conocer los rincones de la finca a través de visitas guiadas y disfrutar de la observación de aves
Imagen secundaria 1 - Visitantes y turistas pueden conocer los rincones de la finca a través de visitas guiadas y disfrutar de la observación de aves
Imagen secundaria 2 - Visitantes y turistas pueden conocer los rincones de la finca a través de visitas guiadas y disfrutar de la observación de aves

En torno a los arroyos la vegetación cambia, fresnos, chopos y alisos, rodeados por majuelos, jaras y rosal silvestre, espino blanco y zarzas, entre otras. Si la flora de toda la reserva es generosa y variada, la fauna también lo es. Abubillas y rabilargos cruzan el cielo mientras Carlos Hernández muestra la reserva y uno de hides para la observación de las numerosas aves del entorno.

Primera reserva entomológica de España

Las charcas y arroyos temporales de la finca tienen un gran valor. «nosotros hemos trabajado en su recuperación y otras las hemos creado. Unas las hemos ido haciendo son grandes, otras a diferentes profundidades, hemos ido plantando vegetación de ribera en sus márgenes, como los sauces y los fresnos. Algunas las hemos ido haciendo cierres periféricos para que el ganado no pueda acceder».

Con ello han logrado la completa transparencia de las aguas, que se desarrollen muchas plantas de las que viven bajo el agua, porque les llega la luz y también plantas de superficie, como los ranúnculos, que tiñen de blanco las charcas en primavera. En los bordes hay muchas juncaceae, donde, por ejemplo, viven las libélulas y los odonatos. La riqueza de insectos de Campanario de Azaba ha hecho que sea reconocida como la primera reserva entomológica de España declarada por la Asociación Española de Entomología.

«Hemos conseguido una recuperación, una renaturalización de la dehesa considerable. Y en el caso de las lagunas, hemos conseguido que pasemos de 3 o 4 especies de odonatos o libélulas por charca, a unas 25 especies que tenemos ahora en el conjunto de charcas de la reserva, y alguna grande que contiene todas». También hay gran variedad de lepidópteros y polinizadores. Incluso los investigadores han encontrado una nueva especie de polinizador para la ciencia en la reserva, presume.

Con el manejo que le han dado a la finca desde su adquisición han conseguido «un renacer de la vida, un reencuentro con la naturaleza». Por supuesto, han cuidado mucho los suelos. «Hemos ido dejando de utilizar el arado en la mayor parte de la superficie», detalla, y por ello han aumentado otros insectos: «los descomponedores, los que van transportando materia orgánica, escarabajos y demás que han ido construyendo una mejora de los suelos».

Educación ambiental, voluntariado y mucho más

En Campanarios de Azaba trabajan por la recuperación en general, y han desarrollado iniciativas relacionadas con aves, mamíferos, e incluso hongos entre otros. Otro logro destacable es la extraordinaria población de galápagos europeos. Pero no han querido quedarse como un lugar cerrado sólo para investigadores, como una especie de laboratorio al aire libre. Por ello han potenciado el uso público, invitando a la población local y a los visitantes a conocer la reserva, su trabajo y sus logros.

Eso lo hacen principalmente a través de visitas guiadas y del turismo en sus alojamientos rurales que reutilizan construcciones de la antigua explotación o en su innovador hotel burbuja. De este modo abren sus puertas a quienes quieran sumergirse en la belleza de su entorno y aprender algo sobre él.

Otro pilar fundamental de la reserva es la educación ambiental, con programas diseñados para acercar a mayores y pequeños el maravilloso mundo de la dehesa, tanto en la finca como en los centros escolares del entorno. Tampoco faltan voluntariados centrados en actuaciones de recuperación de charcas, plantaciones o actividades de conocimiento del medio. Y tienen un Club de Fincas en la dehesa del Oeste Ibérico en el que diseñan e implementan iniciativas de diversificación del aprovechamiento agrosilvopastoral y el desarrollo rural asociado a la dehesa y comparten sus saberes con los propietarios de las fincas asociadas.

A pesar de los desafíos que plantea para las dehesas la sobreexplotación de recursos y el riesgo de incendios, Campanarios de Azaba se presenta como un ejemplo inspirador sobre cómo la dedicación, la ciencia y la pasión pueden unirse para proteger este valioso legado natural. Un tesoro salmantino con vocación de invitar a la reconexión con la naturaleza y de seguir siendo un santuario de vida para las generaciones venideras.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

salamancahoy El tesoro natural donde renace la vida en Salamanca: caballos salvajes, águilas y buitres